viernes, 3 de abril de 2020

EL CRISTO DE SAN CARLOS DEL VALLE.






Imaginé que era de nuevo viajera y que en este tiempo detenido me volvía a reencontrar con esta iglesia, con esta plaza...Y dejé que hablaran los rescoldos de la memoria porque escuchar era ahora la única tarea que tenía sentido:  
Y la viajera, envuelta en la levedad de un hábito peregrino, se detiene porque algo le llama poderosamente la atención. Hasta ahora ha pasado por pueblos al abrigo de soledades pero, en este en concreto, unas torres que parecen no corresponder a un lugar tan pequeño le incitan a dar el alto, y en el reposo de un juego de sombras y luces de gris pintadas, se dirime por entrar.



Y halla un primer misterio: la ignorancia. Se encuentra con un templo fastuoso y una plaza contigua que parecen competir en belleza.
Y un segundo más: la incertidumbre.¿Acaso puede temer el peregrino encontrar cerradas las puertas?
Y por último, un tercero: el consejo. No declinemos nunca aceptar las advertencias.
 Le acompaña, en su caminar pausado, un libro que trata sobre un caballero. Desde pequeña, cercano siempre, Don Quijote, valedor de palabras que abren todas las puertas, un compendio de saberes que siguen siendo actuales a pesar del transcurso del tiempo. Porque la lectura es lo que nos hace más comunes, más cercanos. Para que lo inolvidable no desaparezca de nuestros hábitos cotidianos.



Y siguiendo los pasos inequívocos de la soledad, de calles vacías, de legiones de nombres que ya no resuenan y que el viento dejó escapar, se propone, la viajera, dejarse llevar por las interpretaciones que dejan aquellos que saben hacer del conocimiento su entrega. 



"Esta, en principio, reducida ermita y luego santuario fue muy visitada por viajeros y peregrinos, debido a que estaba situada en lugar obligado de paso para ir a Andalucía y concretamente al Reino de Jaén. Cuando aún no se había abierto el puerto del Muradal para ir de Castilla a Andalucía no había más que dos caminos: uno, el Camino Real de la Plata que pasaba por Almodovar del Campo para ir a Córdoba y Sevilla, y el otro, el Camino Real de Andalucía que pasaba por Membrilla, San Carlos del Valle, Alcubillas, Cózar, Torre de Juan Abad, Villamanrique, Venta Quemada, Venta de los Santos, Montizón, etc, esto ya en el Reino de Jaén..."
Antonio Romero Velasco.




"El origen cierto de la localidad tiene su primer dato en la desaparecida ermita de Santa Elena que databa probablemente del siglo XII o XIII. Tras la reconquista definitiva del territorio en la segunda mitad del siglo XIII, el lugar del Valle quedó bajo custodia de la cercana Membrilla, convirtiéndose durante los años finales del Medievo en un importante lugar de peregrinaciones bajo la protección de Santa Elena.



En los siglos XVI y XVII la riqueza del lugar creció enormemente gracias a las donaciones de los fieles y peregrinos, y empezó a establecerse gente en los alrededores para facilitar la estancia y alojamiento de estos peregrinos. Hasta 1640 se rendía culto a Santa Elena, pero a partir de esta fecha se produjo un cambio de titularidad y comenzó a venerarse al Santo Cristo. Se configuró una primera hospedería, una feria anual el día de San Miguel y una peregrinación en primavera que atraía a cientos de visitantes venidos de todos los lugares de la comarca. Debido al incremento del peregrinaje, a finales del siglo XVII se comenzó a planificar el levantamiento de un nuevo templo y una serie de dependencias para poder albergar a la inmensa masa de peregrinos que llegaban en las solemnidades, y este fue el punto de arranque del nacimiento y transformación del lugar del Valle de Santa Elena en la posterior villa de San Carlos"
Ana García-Cervigón.



"La bellísima Plaza Mayor se construyó con la intención de servir como atrio de la iglesia, para enmarcarla y ensalzarla dentro del conjunto.



Tiene una forma casi rectangular, de 53 metros de longitud por 21 de ancho, y de sus flancos surgen los arcos de ladrillos que dan paso a las calles radiales, amplias y rectas de la localidad. Está formada por columnas toscanas que sostienen pisos y galerías de dinteles, zapatas y balaustres de madera. Debido a su inclinación hacia la parte norte para facilitar la visibilidad de los espectáculos que tenían y tienen lugar durante las fiestas, es prácticamente un teatro barroco con forma de plaza central..."
Ana García-Cervigón.



De las figuras que tanto sorprenden a la viajera, encuentra:
"Estos personajes están ataviados con el traje popular de la época, llevan grandes sombreros y en sus manos portan, dos de ellos instrumentos musicales como la guitarra y la pandereta, otro un odre de vino que vierte sobre un recipiente y el otro se ha perdido.



Iconográficamente podemos identificarlos con los componentes de las cuadrillas de actores que danzaban y representaban comedias en las fiestas más significativas..."
Turismo Ciudad Real.



Y alzando la mirada se pregunta quiénes son los que arrodillados se presentan ante Jesús.
"En la fachada de la puerta de la plaza hay dos inscripciones escritas en castellano antiguo ya muy deterioradas las letras por el transcurso del tiempo y estar no sólo al aire, sino mirando a Poniente que es donde más castigan los vientos y las lluvias que de lleno las azotan. A fin de que las generaciones venideras puedan saber qué dicen estas inscripciones las copiaré en su integridad. La inscripción de la izquierda según se la mira desde enfrente, dice: "POR LA TIERNA DEVOCIÓN-QUE TUVO AGUSTÍN ROMERO-A ESTE SEÑOR FUE EL PRIMERO-QUE LOGRO SU PROTECCION.- SU FERVOROSA ORACION-LE ALCAZO, HABIENDO QUEDADO-TOTALMENTE DEGOLLADO-QUE SIN COMER NI BEBER-SE PUDIERA MANTENER-DIEZ DIAS EN ESTE ESTADO"

La inscripción del lado derecho dice:
"DOS LADRONES INHUMANOS-TREINTA Y SEIS HERIDAS DIERON-Y MORTALES LAS MAS FUERON-A MIGUEL DE CASTELLANOS-MUERTO LE JUZGAN TIRANOS-PERO LOGRO LA OCASION-DE INVOCAR CON DEVOCION A ESTE SEÑOR, QUIEN LE HA DADO PRONTA SALUD, Y HA DEJADO-EN TODOS ADMIRACION"
He intentado averiguar cuándo fueron grabadas estas dos inscripciones y quienes fueron Agustín Romero y Miguel Castellanos, personas a las que están dedicadas las citadas inscripciones. De todo esto sólo he podido investigar, sin responder de la exactitud de la noticia, que Agustín Romero había nacido en Alcázar de San Juan, trasladándose a vivir a Membrilla, siendo degollado por unos malhechores en 1648. Se encomendó a este Santo Cristo, sobreviviendo diez días y medio.
Miguel Castellanos era de Valdepeñas, recibió treinta y seis puñaladas; con gran fe pidió al Santo Cristo de Santa Elena su total curación, y en efecto, sanó del todo.
Las dos inscripciones fueron, al parecer, grabadas en el año 1825, siendo administrador de los bienes don Melchor Fernández Mayorales, presbítero y vecino de Membrilla"
Antonio Romero Velasco.




"No le des importancia al resultado, valora el esfuerzo"
Cervantes.



"Correr a donde los valientes no se atrevieron, alcanzar la estrella inalcanzable. He aquí mi destino"
Cervantes.



Y emplazada queda la peregrina a intentar una y otra vez conseguir entrar al templo, haciendo acopio de retazos de otras historias, de páginas de otros libros, de visitas de otras gentes...Intenta rebuscar en los anales de la memoria infinita, de la memoria colectiva, de cada viajero, llámesele peregrino, arriero, pastor, licenciado, trajinero, visitador de la orden de Santiago...cualquiera, todos juntos, se cruzaron con la necesidad imperiosa de ver el templo en su interior. Y esta vez, cada uno, que en realidad son todos juntos en las soledades que a intervalos remarca el tiempo, se acercan e ingresan por la llamada "portada de los ladrones"



Sus ojos de peregrina se han de hacer a esta nueva luz, la llama que restaña la irreflexión y se prologa en alcanzar la fe en Cristo.



Ha leído que la iglesia se empezó a construir el 18 de septiembre de 1713 finalizando la obra el 13 de septiembre de 1729.
Entre tanto hubo serios problemas de estructura.
La cúpula descansa sobre cuatro pechinas donde aparecen pintados los cuatro evangelistas.



Y se pregunta cómo puede un templo tan enorme en su exterior ser tan recogido en su albergue interno.



Se maravilla en contemplar la capilla del Cristo que es donde se concentra la mayor riqueza iconográfica del templo.




Y se deja mecer en solitario por los cuencos abiertos de las cúpulas.




"Después de las tinieblas espero la luz"
Cervantes.



"No hay memoria que el tiempo no acabe, ni dolor que la muerte no consuma"
Cervantes.



"Cuenta la leyenda que hace muchísimo tiempo llegó un peregrino al valle de Santa Elena. Como ya anochecía, pidió alojamiento en la venta que aquí existía. No tenía nada con qué pagar, pero por caridad le dejaron dormir en un pajar cercano a la ermita. El mayoral echó la llave como todas las noches, dejándolo encerrado.



Cuando al día siguiente fueron a abrir para que el peregrino se pudiese marchar, todos quedaron boquiabiertos al comprobar que el peregrino había desaparecido, que en el pajar no había paja y que en una tosca pared había pintada una imagen del Santo Cristo a tamaño real"
Leyenda del peregrino.
Ana García-Cervigón.



Es la puerta de acceso a la sacristía, sí, allí es donde estuvo ubicada la antigua ermita de Santa Elena.



"Cambiar el mundo, amigo Sancho, no es ni utopía ni locura, es justicia"
Cervantes.



"En 1892, durante la Cuaresma, un rayo cayó sobre la torre central, penetrando en el interior, provocando un gran incendio..."
Turismo Ciudad Real.




Cuando sale del templo, tras el recogimiento, se le adhiere una cierta disciplina que antes desconocía. Ve que el día ha abierto, que la plaza se revoca de luces resplandecientes, que tras ese confinamiento adquirido en la desosegada estancia de cada cual, el día siembra esperanzas y alberga la sana idea de que se cosecharán nuevas aptitudes.
Ve en la soledad de una plaza desierta como el calor del sol alumbra tenues ímpetus de victoria, que han estado ahí latentes, y ahora contempla como a la salida seguirán las mismas cosas, los mismos árboles, idénticos caminos y el paseo se hará de nuevo amigable y solícito, se llenará la plaza con algarabías de niños que olvidarán lo vivido y harán que el mundo, tras cada contienda, sea mucho más previsor, sea mejor.



"No puede impedirse el viento, pero hay que saber hacer molinos"
Cervantes.


Bibliografía:
"San Carlos del Valle de Santa Elena y su emancipación de Membrilla" por Antonio Romero Velasco.
"San Carlos del Valle" por Ana García- Cervigón.
"Iglesia del Santísimo Cristo del Valle" Turismo Ciudad Real.

Fotografías de Rosa Cruz.

12 comentarios:

  1. Además de viajar entre bosques, piedras y pueblos hermosos eres viajera de la salud y esperanza que transmites a las personas que cuidas.

    Preciosa entrada como la iglesia que tan bien has sabido acompañar de palabras.

    Un abrazo

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    1. Ahora que también somos viajeros por libros era el momento de sacar esta entrada porque el trabajo de Antonio Romero lo tenía muy cerca. Y porque, aunque no nos demos cuenta, ya estamos en Semana Santa. Gracias Antonio, un abrazo.

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  2. Rosa qué bonita historia de San Carlos del valle este pueblo no lo conozco, he pasado por ahí pero no lo conozco, en los tiempos que corren nunca mejor dicho está entrada preciosa, me ha recordado un poquito aquí al Cristo nuestro que tenemos en nuestro pueblo, paso más o menos la historia igual, contaban nuestros mayores que vinieron unos Capuchinos y no tenían dónde dormir, y entonces le abrieron la puerta de la iglesia y se quedaron dentro y eran por lo menos 12 o 14, y al día siguiente fueron a abrirle la puerta para que se marcharán no había nadie y fue el primer milagro que hizo el Cristo que tenemos en la capilla, estás historias me encantan de nuestros pueblos, muy bien hecha la entrada y las fotografías Rosa un abrazo.

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    1. Estas historias que nos llevan a recordar otras son las que enriquecen la memoria colectiva y de eso se trata, de aportar y de recordar. Muchas gracias Paqui por traer hasta aquí tus recuerdos, un abrazo.

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    2. La autora nos envuelve en la levedad de su hábito peregrino y nos traslada a ese maravilloso lugar del Campo de Montiel que es San Carlos del Valle. Gracias por tanta luz, Rosa.

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    3. La luz la da siempre la esperanza, gracias.

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  3. Rosa, tus palabras consiguen envolvernos del mismo hábito peregrino que vistes y nos transportan a ese bellisimo rincón del Campo de Montiel. Mañana, o pasado mañana, cuando logremos desbaratar las penas que nos afligen, iremos a San Carlos, otra vez y seguro que lo contemplaremos de otra manera. Gracias por tu luz.

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    1. Los momentos que vivimos son los que nos dan esas posibilidades de ver o cada cosa en su sitio o en el rincón soñado. Ahora que tanto se desbarata, que tanto a su vez se anhela, sí que es cierto que saldremos con otras inquietudes, con otra forma de ver el mundo y mucho más solidarios. Gracias por tu comentario.

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  4. En primer lugar Rosa darte las gracias por enseñarnos este monumento, que como bien dices, su interior es mucho más majestuoso, que lo que a primera vista podemos pensar al contemplarlo desde fuera. Cuatro torres, una cúpula y dos maravillosas portadas con Cristo crucificado y Santiago Apóstol, que hablan por sí solas de la fe de un pueblo y de peregrinos.
    Me pregunto qué dirían los pastores trashumantes que transitaban por la cañada de los Serranos al llegar cerca del pueblo, y contemplar la grandeza de templo… Cada día descubro la historia, cultura y tradiciones del Campo de Montiel, del que pensaba que era un campo solano y exento de historia, y todo gracias a ti amiga mía por descubrírmelo. Un abrazo y sigue sorprendiéndonos.

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    1. Tu contribuyes en gran medida en darlo a conocer, porque desde fuera has sabido captar su belleza, su esencia, y cada vez que has venido algo de ese sentimiento quijotesco se te ha adherido. Nada es yermo, solo hay que saber interpretar y dejarse emocionar. Gracias por tu comentario.

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  5. Solo estuve una vez en San Carlos del Valle y me quedé asombrado de la belleza de su plaza y de la originalidad de su iglesia. Tomar un café en semejante entorno es algo más que eso, es sumergirse en retazos de historia a través de una arquitectura tan hermosa como popular. No pude ver el templo por dentro, por eso te agradezco que nos lo muestres con tus fotografías, aunque volveré alguna otra vez a ver si tengo la suerte de que se encuentre abierto. Una entrada estupenda, como siempre. Rosa, un abrazo y enhorabuena.

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    1. Es un pueblo que concentra mucho encanto en ese enorme espacio de plaza e iglesia, el teatro de un "mundo" llamado San Carlos del Valle. Fue precisamente por estas fechas cuando la encontré abierta, un abrazo.

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