viernes, 27 de mayo de 2022

"RECLAMOS" (ESTEBAN RODRÍGUEZ RUIZ)

 




"Es un tema recurrente, tanto en las conversaciones de sobremesa y de barra de bar, como en las cabeceras de los telediarios y periódicos importantes. Ahora vuelve a estar de moda después de haber sufrido, y estar sufriendo, las consecuencias de esa guerra que tanto nos está perjudicando y tan bien les ha venido a algunos que siempre saben aprovechar los momentos de incertidumbre para sanear su cuenta de resultados.

El mundo rural, vuelve a cobrar protagonismo, pues parece que han descubierto, ellos y el conjunto de la sociedad, que si no producimos lo que necesitamos de manera imprescindible, estamos absolutamente lastrados y condicionados a la voluntad de otros. Por eso dicen que hay que protegerlo, y lo repiten cual salmodia que por sí misma tuvieran efectos inimaginables. Mas temo que no volverá a pasar de ser un repunte más de ese espejismo recurrente, pues, la verdad es que el campo, más bien los que viven de él, siempre están a la quinta pregunta y colgados del mentidero. Es cierto que se aprueban y ejecutan ayudas que hacen todo más fácil, o menos duro, para aquellos que dependen de que el frio, el calor, la lluvia o la falta de ella no roce los límites que hacen peligrar las cosechas y los pastos que alimentan los rebaños. Pero la dureza y la incertidumbre persisten.

El mundo rural se pone de moda cuando se oscurece el cielo sobre el asfalto, pero como las nubes son pasajeras, la alegría dura poco y entre tormenta y tormenta se impone la realidad más cruda y, como en todos los idilios, los ardores iniciales dan paso a rescoldos que anuncian el gris de la ceniza. Y, sin embargo, para los que realmente desean vivir esas circunstancias y son capaces de disfrutar de una vida más sencilla, tal vez sea el destino ideal, aunque han de saber, o lo aprenderán rápido, que la poesía de los atardeceres y amaneceres de ensueño solo existe en las páginas que emborronan los poetas, pues las líneas escritas en la besana hablan de otros sentimientos, esperanzas y frustraciones. No es fácil saborear lo que te hace sufrir, pero siempre existe la posibilidad de encontrar un rincón reconfortante. Ahora que San Isidro, las Cruces y el resto de las fiestas de primavera aún resuenan en nuestros oídos, entusiasmarse con lo soñado resulta más fácil. Mejor aprovechar el impulso antes de que llegue el estío"

                              Esteban Rodríguez Ruiz


(Esteban es escritor, nacido en Alcubillas.

Pueden seguir sus escritos en su muro de facebook:esteban.rodriguez1@yahoo.es"



sábado, 21 de mayo de 2022

FLORES SILVESTRES EN MAYO.

 





Cuando te abruma, te ocupa el alma, esa "estación" llamada desencanto, logra, las más de las veces, sumergirte en un desasosiego, en una falta de habitabilidad, en una tristeza inabarcable.

Hace unos días decidía que lo que escribí sería lo último, porque la desesperanza siempre consigue su objetivo: hacerme recaer. Pero me doy cuenta, que me he levantado ya tantas veces como luna llena alumbra cada mes.

Y porque abatirse no es la mejor solución y porque si cada uno tomásemos el mismo camino la vida sería monótona, esquiva, sin alicientes. A menudo nos toca indicar a los demás qué posibilidades, actividades, ensueños, se pueden retomar para lidiar con la tristeza y cuando a mí me toca, porque las flechas son certeras, me vengo abajo.

Así que, ayer, porque ocurrió precisamente ayer tarde, volví a pasear tras laboriosos días de trabajo y alcancé a ver el motivo por el cual no debo dejar de "caminar", ahí estaban las flores de mayo, las cuales aún no os las había presentado; y las de abril, inacabadas, es lo mío, dejar todo a medias; y luego, esta mañana, el hecho de pasear y ver amanecer y ascender de nuevo esos montes que nos circundan y que te remueven en lo más profundo, porque algo tienen las cimas que logran reconvertirte. Así que aquí estoy de nuevo y como le digo a un buen amigo, escribe aunque solo sea para ti, porque escribir es uno de los "oficios" que más nos llenan, con una gama de cualidades que difícilmente alcanzan otras pasiones. Escriba bien o mal, me da igual, lo importante es dejar nuestras impresiones en la blancura de un folio, ¡ay qué tiempos! (aún lo hago), o en la de la pantalla del ordenador.


Peonía, rosa sin espinas (Paeonia lactiflora)


En fin, ¿qué flor abrió el día 1 de mayo? La peonía y allí estábamos, mi perro y yo, para dar cuenta de ese maravilloso encuentro, tan efímero, tan esperado. Mi perro, fotogénico, donde los halla, siempre se me pone delante, o intenta que no me detenga tanto porque a él le disgusta detenerse.

Ni que decir tiene que la lista de flores es extensa y hoy es 21, aunque este año nos ha tocado saltarnos la primavera, creo que estaréis de acuerdo conmigo en que las flores silvestres tienen méritos reconocidísimos, el más acertado, fijaos en lo que duran a pesar de que puede estar sin llover meses. ¿Cuánto duran nuestras macetas si no las regamos?


Hierba de la criadilla (Xolantha guttata).






Jaramilla (Helianthemum hirtum)


Cerraja borde (Reichardia tinginata)





Cebadilla (Pallenis spinosa)





Parracas (Picris hieracioides)



Arveja roja (Vicia benghalensis)


Allium unifolium.


Rosal silvestre, escaramujo, rosal montés (Rosa canina)


Trébol hediondo, tedera (Bituminaria bituminosa)


A veces siento la necesidad de dejar constancia de los diversos nombres de una misma flor, precisamente esta, Viborera, que encontré con distinto tono del habitual, que es el violeta, o la siguiente, con otra morfología.


Viborera, Hierba de la víbora, lengua de buey, chupamiel, abalea (Echium vulgare)


Campanilla silvestre (Campanula patula)



Hierba de la pulmonía (Anagallis foemina)


Lino (Linum bienne)


Estrella (Trifolium stellatum).


Rabo de lobo (Orobanche gracilis)


Colleja, calzón de cuco, hierba de los truenos (Silene vulgaris)



Jara pringosa (Cistus ladanifer)

Unas cuantas fotografías para dejar constancia de este bellísimo espectáculo, la floración de la jara. Vean la altura que pueden alcanzar.


La textura.


El colorido.


Sin manchas.


Esa misma tarde encontré, en un paraje cercano, al Jaguarzo negro (Cistus monspeliensis)








Si pudiera elegir me quedaría en ese 3 de mayo, gris, en el que pensé que quizás la primavera se haría eterna.

Pero casi nada es lo que parece.




                                       Continuará...

A María Ángeles García, para que poco a poco recobre su espléndida sonrisa.


domingo, 15 de mayo de 2022

EN EL PARAJE DE LA RETUERTA (VILLAMANRIQUE)

 



Lugares hay donde la primavera se deja caer acompañando el casi imperceptible rumor del arroyo de la Fuente del Lobo.

Parajes donde la genista, el cantueso, el espino, la amapola, la jara...cohabitan compartiendo espacios. Parajes que llevan la marca del pasado.

Recuerdo a mi niño, chiquito, en su afán de escalar cualquier prominencia y en cómo nos incorporamos a la pendiente. Aquella vez, lejana, me parece volver a oír el rumor del agua en un tono distinto al de ahora, le faltan los sonidos más preciados por una madre, debe ser. Ahora todo es más apagado, como sumergido en silencio, como si acompañar al palomar herido fuese su oficio. Y porque recuerdo el cortijo erguido, lisonjero en aves, palomas blancas, que hoy se me hacen nubes y sus bien cimentados muros. Recuerdo sentarme a su sombra y contemplar la otra orilla donde ahora me hallo, lo veo lejano porque no acierto a recordar por dónde subí. No, no soy capaz de acercarme a la línea de sus piedras, he aprendido con los años, con los sucesivos incidentes a guardar las distancias, a discernir lo que puedo hacer y lo que no.

Deben ser los años, los que cimentan la persuasión.

Y todo esto me sugiere que nada me permita olvidar, nada en la vastedad de la primavera, nada. 



Y cito a la Botánica que tanto me enamora y entre tantas hechuras de flores conocidas te vi a ti, nueva en mi cuaderno.



Y a estas alturas ya se dejaron ver las aguas del arroyo de la Fuente del Lobo. Y me vino a la incierta memoria aquella vez que vi dónde nacías, en tan histórico enclave, entre el olvido y la ignorancia.
El agua, a jirones, se deja ver antes de perderse para siempre en los inhabilitados huertos que en otro tiempo olían a cebolla recién cortada.




El cauce se remonta hasta la otra orilla de la carretera y se empina hasta su inicio en una charca que ya conocieron los romanos.



Y tomé muestras (fotografías) de la llamativa genista.



Del perfumado espino (Crataegus monogyma)




De las amapolas (Papaver rhoeas) emergiendo entre las nubes.



Y de la fractura abierta del palomar. Supe que te llamabas...
Cortijo de Cristóbal López. Es bien sabido que os quedáis con el nombre del último dueño.
Que fuiste principalmente un colmenar.
Y que en esos mapas a los que recurro habitualmente para añorar, planos de principios del siglo XIX, te llamabas cortijo del Arrastradero.




Como estampadas en la tela, las jaras rosas (Cistus incanus)




Y aprendí a mirar espigándome, como el cantueso (Lavandula stoechas) mateando tras encinas.




Y como si la tierra hubiese vomitado roca, me alegró encontrar las "brechas" que rompen la monotonía de estos campos manchegos.




Y las luminiscentes orugas.




Hay lugares a donde regresas una y otra vez, otros, los menos, se mantienen en el vaivén de la nostalgia, a la espera de un reencuentro.




Y conocí, gracias a la memoria de un amigo anciano, que te nombraban como Tabla del Agüarillo, que hasta ti iban los chiquillos de Villamanrique, por la carretera, a bañarse.




Y discerní que la memoria sigue presente en cada renglón de la vida, entre malezas, amapolas, tejados vencidos, cielos curvados...solo hay que salir a buscarla.

Mayo 2022.

A mi hijo.






viernes, 6 de mayo de 2022

CRUCES DE MAYO EN PUEBLA DEL PRÍNCIPE (2022)



 "Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan"

Antoine de Saint-Exupéry.




He visto niños que parecen haber sido antes ancianos, como si hubieran regresado a la infancia, como un último don regalado. O quizás puede que en la memoria de ciertos niños germinen recuerdos de adultos, como las palabras que se dijeron y continúan escuchándose atrapadas en su propio eco. 
Por eso creo que en Juan José Huéscar Ballesteros se halla esa conjunción mágica entre lo pasado y su presente. Y en su futuro, incierto, como el de todos, sin embargo se perfilan sendas que a modo de cauces van plasmándose en el mapa de los días vividos. 
¿Por qué un niño de 8 años viste cruces desde los 5?
Ni tan siquiera él lo sabe.




Su cruz porta todos los engranajes válidos, las ligaduras a la tradición. Hay pan, clavos, vino, flores, sudario, velas...




Hay arte donde tiene cabida lo prestado, lo reciclado, lo regalado, lo manufacturado, lo que ha ido rondando su mente desde hace un mes. Abril que hizo de escalera para magnificar a mayo.
Le cuento la historia de Santa Elena y la cruz, de Jerusalén, de las reliquias,  de ofrendas, intentando evocar de dónde surge ese sentimiento tan apegado que se instaló en él.

Su corazón y su amabilidad se hallan en Travesía Ramón y Cajal 1.




Cervantes 10.




Alpujarras 1.




El Calvario.




Almacén del trigo. Avenida Emigrantes.





Callejón de Chirinos.





José Antonio Medina continúa ideando cómo dar un aire nuevo a ciertos rincones de su pueblo, aquí ha conseguido una amalgama perfecta entre lo andaluz y el azul manchego.




El detalle de la Cruz, ese corazón herido, desgarrado, es obra de Julián Luis Medina, artista local.




Ermita de Mairena.




Abro y cierro las páginas de esta entrada con Juan José, porque lo admiro, porque demuestra como con tan poco se pueden elaborar gráciles formas en las que duermen los anhelos de sepa Dios quién.


6 de mayo del 2022.

(Pido perdón si alguna cruz me he dejado en el camino, cruz que veo, cruz que os dejo)


Otras obras de Juan José: