lunes, 28 de noviembre de 2022

ALBALADEJO EN EL ANUARIO DEL COMERCIO...(1886)

 




"Villa con ayuntamiento de 1.736 habitantes, situada á 20 kilómetros de Infantes.

Produce cereales, aceite y vino.

La estación más próxima Valdepeñas, á 50 km.


Alcalde:  Andrés Amador Leal.

Secretario:  Juan Antonio Valdelvira.

Juez municipal:  Hilario Felices.

Fiscal:  Francisco María Domenech.

Párroco:  Ángel Jiménez.

Instrucción pública:  Profesor, Manuel Medina y Moreno.

Profesora, Petra Serrano.

Estanquero:  José María Rodado.

Farmacéutico: Alejandro de Pedro.

Ganadero: Nicanor González.

Médico: Francisco Navarro.

Paquetería y coloniales: José Contreras.- José Vicente Rubio.

Posada: Santiago Amador.

Veterinario: Salustiano Pagés"



viernes, 18 de noviembre de 2022

SUBAMOS AL TECHO DEL CAMPO DE MONTIEL, CABEZA DE BUEY (1.158 M.) (TORRE DE JUAN ABAD)

 


"Cada uno mira demasiado lo propio y olvida que hay cosas que son de todos y que hay que cuidar"

Miguel Delibes.





Me resulta imperdonable el no haber ascendido antes a tu cima, Cabeza de Buey.





Y el haberme perdido tus primaveras.





Ya tocaba regresar de nuevo, porque en algún momento leí que viajar a un mismo lugar se hace tres veces: Primero, cuando lo planificas; segundo, cuando viajas y tercero, cuando lo rememoras.
Sin embargo creo que sin orden ni preaviso, las veces que regresamos dependen más de nuestros sueños que de la realidad.




En estos mapas antiguos que me acompañan apareces como pozo de Caracho.
Busqué en tus entrañas, tras señales del agua, y te vi casi vacío.





Y tu debes ser la Casa de la Solana de Cabezo de Buey.





Perteneces a ese grupo de montes que ya tienen un acceso bien delimitado, nunca hay pérdida si hay antenas.





Pero hay algo singular en el derrame de tus laderas y es esa variedad tan fascinante de plantas, flores que captó mi cámara y que antes no había visto o aromáticas como el romero y la mejorana, la jara, la genciana...todas ellas en simbiosis con arbustos y encinas, todas ellas preñando de verdor al campo montieleño.





A veces el planificar se quiebra en un instante, no era posible el hacer una ruta circular, o así lo vi, pero poco importaba, regresar por donde accedes siempre tiene dos visiones, complementarias, perfectas.





Una vez arriba quizás te sientas frustrado porque esperas ver un horizonte limpio, pero hay que comprender que cada cosa lleva su función, aquí son, de un forma u otra, vigilantes desde tiempos pretéritos.





Me faltó saber nombres de cada accidente que se contempla desde tu cima.






"Este trozo de sierra aislada, en medio del Campo de Montiel, con una cota máxima de 1.158 m., la más elevada de todo el territorio, es famoso en la comarca por atribuirle a su cumbre ser nido de encantos y fantasmas, basados probablemente en la existencia de ruinas de castillos y manantiales de moros, e incluso un recipiente llamado el baño de la reina mora, haciéndose ya mención del castillo en el siglo XVI; modernamente ha venido a confirmarse esta fama al haberse hallado, en 4 diciembre 1934, un tesoro de plata trabajada anterior a la era cristiana, consistente en un cuenco, cuatro torques, un braquial, una fíbula y 480 denarios de los años 268 al 90 a. de J.C.; lo que hizo se recordara que, anteriormente, en fecha no determinada, se había también encontrado por aquellos sitios un cencerro lleno de monedas de oro antiguas; el tesoro últimamente hallado se custodia en el Museo Arqueológico Nacional, bajo el nombre de Tesoro de la Torre de Juan Abad, por el sitio del hallazgo perteneciente a este término"


"Avance de un estudio geográfico-histórico del Campo de Montiel"
Manuel Corchado Soriano.





Y el día se abrió, como por encanto, se rajaron las nubes y desvelaron un campo de mil tonos de verdor.






Los olores a campo mojado aún permanecen en las líneas que voy trazando por tu sendero.






"Me percaté entonces de que la alegría es un estado del alma y no una cualidad de las cosas. Que las cosas en sí mismas no son alegres ni tristes, sino que se limitan a reflejar el tono con que nosotros las envolvemos"

Miguel Delibes.

















Abril 2022.


sábado, 12 de noviembre de 2022

CIRCULAR POR EL CASTILLO DE SAN POLO (MONTIEL)

 



"Si quieres aprender, enseña"

Cicerón.




Hará muchos años, la memoria se me escapa por momentos, quizás demasiados, ascendí a este castillo donde suponía nada existiría de su pasado, me equivoqué, como tantas veces, y de los errores siempre se aprende.
Una tarde de estas, poco comunes, vislumbré un cielo de nubes apropiadas para el viajero con cámara, así que dije: Es el momento. Y de esa tarde escapa esta entrada.
Muy bien señalizada, debemos iniciarla junto al parque que encontraremos al entrar en Montiel viniendo de Almedina.
Imposible perderse, el referente, la mole-castillo, siempre será nuestra guía. De hecho esta ruta traza su objetivo en ir captando su perímetro, los vestigios que la rodean, su bellísima silueta y los parajes que a modo de lazos se disipan por el horizonte, sendas que se salen del recorrido y que bien merecen ser holladas para luego volver a nuestro camino.





Hoy no debería ponerlo fácil y así conseguir que el lector-caminante se detenga ante los paneles, despacio, sin prisas, y aprenda algo de la historia de este vasto territorio.





Sobre la muerte de un rey de Castilla, por ejemplo.





"Nuestras horas son minutos
cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender"

Antonio Machado.





Encontraremos, al desviarnos, canteras, por ejemplo, o almendros y olivares o cielos que enriquecen la imagen que se quedará en la retina de quien contempla el paisaje con fruición.





Pero centrémonos en un importante referente para conocer este castillo, el libro: "Avance de un estudio geográfico-histórico del Campo de Montiel" de Manuel Corchado Soriano. (1971)

"Esta antigua fortaleza estaba situada en un cerro testigo, en posición frontera y a uno y medios kilómetros al sudoeste del de La Estrella de Montiel y su entrada en la historia va siempre unida a aquel; en la actualidad conserva pocos restos de construcción, pero se aprecia claramente que toda la corona del cerro estuvo trabajada en forma de muralla y foso, abarcando un perímetro bastante más extenso que el ocupado por el cercano de La Estrella, y persistiendo el topónimo bajo la variante de Cerro de Sanpolo.
Anteriormente al siglo XIII no encontramos referencia alguna, y ya en este siglo existen citas contemporáneas de que el maestre Martín Peláez ganó este castillo en 1218, pero en la confirmación de la Orden de Santiago por Honorio III, en 1228, no se menciona anteriormente, en 15 de marzo de 1227, el rey Fernando III dona a la Orden De Santiago: "...sanctum paulum et montellum oum omnibus terminis fuis...", privilegio que fue confirmado por el papa Inocencio IV en 1245; a partir de entonces, si bien el castillo de La Estrella de Montiel es nombrado frecuentemente, éste de San Pablo no se vuelve a mencionar hasta 1575 con el siguiente testimonio: "...cerca de esta villa, a tres o cuatro tiros de arcabuz, hay un cerro que se dice Sanpolo, alto y redondo, el cual está solo, y en lo alto de él hay unos edificios antiguos a manera de fortaleza,...en el halda del fuerte hay una iglesia derribada..."; lo que demuestra que el castillo de San Pablo fue aterrado y abandonado, poco después de su reconquista, por estimar no era necesario, y sí peligroso, por su posición en frente del de La Estrella de Montiel, al que se le concedió una primordial importancia"







"La historia cuenta lo que sucedió; la poesía lo que debía suceder"

Aristóteles.





Midamos las distancias con la mirada, al frente, el castillo de La Estrella.





Y analizando lo leído, lanzándonos al escondite de lo que queda por reconocer, podemos ir observando y quizás recreando lo que fue este castillo.





Dejo para otra ocasión el ascender tus laderas.





Es una ruta corta, de ahí que debamos detenernos con la atención que precisa.





Eras, siempre eras, a las afueras de los pueblos. Otro pasado por conservar.






Por último aconsejo detenerse en el parque, con una última mirada a un rey, a dos castillos.


 


13 de marzo del 2022.


A mi amiga María José Ballesteros.


jueves, 3 de noviembre de 2022

¿HORNOS DE LA EDAD DEL BRONCE? (PUEBLA DEL PRÍNCIPE)


 



"Nos encontramos ante la base de dos posibles hornos metalúrgicos de la Edad del Bronce.





Junto al anterior observamos otro de menor diámetro y con dos cazoletas evidentes, se cree que eran para verter el metal fundido o como elemento votivo.
La ubicación de estos hornos cercanos a lo que se viene a nombrar como Vía de Aníbal nos hace pensar en que estos conocimientos primarios vendrían a través de dicha vía.
Tal vez la materia prima usada en el periodo Calcolítico bien podría estar cerca del lugar o llegar a través de el intercambiador histórico que ha significado este acceso natural para el comercio y el trueque, dada la cercanía de Cástulo.
Opino que sería un pequeño asentamiento donde se manufacturaban  
bienes y herramientas. Otros así lo demuestran como El Moral, El Chaparro etc...




Aquí os dejo la estructura de como debió ser este horno:
La base redonda que observamos está tallada en la roca para servir de apoyo al revestimiento de arcilla en el cual se alojaba el combustible, que generalmente era madera o carbón. Se dejaba una abertura arriba para que salieran los gases y colocar el crisol, que era de una cerámica especial, compuesto de arcilla y un granulado de sílice, según los hallazgos que se han encontrado.
La base de piedra está abierta al exterior para insuflarle aire que se hacía a través de una cánula, o bien de cerámica, y en ocasiones de fósiles de ramas que tenían un orificio interior a manera de tubería, un extremo estaba libre dentro del horno y en el otro se colocaba una piel curtida, a modo de fuelle. Con esto conseguían alcanzar una elevadas temperaturas capaces de fundir el cobre, con lo que realizaban diferentes utensilios, vertiendo el cobre fundido en moldes, bien de piedra o cerámicos"

Julián Luis Medina Medina.