viernes, 28 de agosto de 2020

CASTELLAR DE SANTIAGO SEGÚN MADOZ.


-La llegada:
Cuando arribo a cada pueblo voy rebuscando asombros. Luego, ya en la limitación del hogar, son los libros, los apuntes,...los que piden la palabra. Y entonces se reproduce el viaje, se van inflando los momentos, las imágenes piden paso y buscan interlocutor. 
Es en los rincones donde subyacen los recuerdos en forma de manuscritos, de lábiles hojas, donde se planean los recorridos, donde se configuran las páginas.





El Diccionario de Madoz:
"Villa con ayuntamiento en la provincia de Ciudad Real (11 leg.), partido judicial de Valdepeñas (4), audiencia territorial de Albacete (15), diócesis de Toledo (28), ciudad general de Castilla la Nueva (Madrid 30), y correspondiente al territorio de la orden de Santiago. Situada en un valle rodeada de sierras, es de clima templado y saludable, sin conocerse enfermedades endémicas de ninguna clase, 




tiene 210 Casas de ordinaria construcción, de solo el piso bajo, muy curiosas por fuera por estar blanqueadas con frecuencia con la greda que se cria en abundancia en las inmediaciones: forman calles anchas y cómodas, aunque no son recias, pero están empedradas y limpias. 





La plaza es cuadrilonga sin soportales, en ella se encuentran la casa consistorial, la cárcel y el pósito; 




(Una fecha, una huella).




hay una escuela de primeras letras dotada con 1,100 reales de los fondos públicos, á la que asisten de 40 á 50 alumnos. 




Una iglesia parroquial dedicada á Santa Ana, curato de primer ascenso y de provisión del tribunal especial de las órdenes militares, y en las afueras el cementerio que no perjudica á la salud; 




dos pozos de agua buena para el consumo de los vecinos y otros varios para los ganados. Confina el término por N., E. y O. con el de Torre de Juan Abad, S. con Sierra Morena y la villa de Aldeaquemada (Jaén), á distancia de una legua. 




Próximamente por todos los puntos, y comprende los despoblados de Azafranales, Cortijo de Asensio y Calares; los cerros de la Atalaya Alta y el Cambrón, y la dehesa Boyal compuesta  de varios terrenos montuosos y de pastos; 




en esta y en el sitio llamado el Terrero se encuentra el mineral de greda blanca de tan buenas cualidades como la que hay en el Viso, de la cual se sirven los naturales para el blanqueo y otros usos, y la venden á los pueblos inmediatos; baña el término el río Cimbarra, conocido también por rambla de la Peralosa, del que ya se habló alguna cosa en el artículo de Aldeaquemada; otro arroyo llamado Mimbreras corre en dirección de O. á E., otro con el nombre de Peñuela, y por último, 




otro llamado simplemente la Rambla, que pasa por la orilla del pueblo caminando hacia el O., que solo tiene agua en los inviernos; á esta rambla se unía antiguamente una acequia para regar unas 50 fanegas de primera calidad, pero hace 30 años que se ha secado el manantial, que tenía origen en una piedra pequeña que existe en su nacimiento. El terreno participa de llano, cerros y monte; este por lo regular es bajo, y su mayor parte consiste en chaparros ó coscojas, jaras, romero, tomillos y otras matas; por el lado de Sierra Morena es alto y fragoso y todo de mediana calidad, cultivándose unas 4,000 fanegas. 




Los caminos son vecinales y en buen estado; el Correo se recibe por balsero en Santa Cruz de Mudela tres veces á la semana. Producción: trigo, cebada, centeno, garbanzos, vino, aceite y patatas; se mantiene poco ganado lanar y cabrio, 150 cabezas de vacuno para labor, un corto número de pares de mulas, algunas caballerías mayores y menores para la traginería, y se cría caza de todas clases. 




Industria: 10 fábricas de alfarería de obra parda vidriada para el fuego, 3 tahonas, un molino de viento y 2 de aceite. Comercio: esportación de la loza y conducción de artículos necesarios para vestir y usos domésticos. 




Población: 275 vecinos, 1375 almas. Cap.: imp: 350,000 reales. CONTR.: 21,030 reales, 30 mreales. Presupuesto municipal: 10,000 que se cubre con el prod. de los pastos de los terrenos realengos y valdíos, el arbitrio impuesto sobre los pastos de la dehesa común, el arrendamiento de las tierras gredosas y repartimiento vecinal"


Los encuentros:


Echarme a andar es la prioridad ahora, la necesidad no obliga, despierta.
"El escudo de la calle del Oro es circular, modelado sobre sillería de arenisca y enmarcado con cordón y cimera. Sobre el escudo aparece una representación de Santiago Matamoros con la inscripción en los lados S.TI-AGO. Todo el conjunto se remata con un alero de piedra sostenido por dos ménsulas decoradas. Es un emblema que debe ser puesto en relación con la Capellanía de Abarca"
Agustín Clemente Pliego.





Como llamando a cada puerta me detengo ante ellas instigando a las sombras que, elevadas ahora, despiezan las capas de pintura, los años robados, los instantes quietos, prietos y estampados como una imagen.


Todos los caminos llevan a Santiago:



Todos confluyen entre nosotros, tan solo basta iniciarse en el andar, sin dejarse precipitar por los caminos.




"La casa de la calle del Sol presenta un pórtico con almohadillado a base de sillares bien labrados, que se rompen en la zona de la clave por un escudo circular.




Está dividido en cuatro cuarteles, con canes, bandas, cadenas y dos flores de lis, con una banda cruzada diagonalmente. El conjunto se enmarca sobre pergamino y está coronado por un yelmo. El pórtico se remata con un alero de madera. El conjunto responde a las tipologías propias del siglo XVIII"
Agustín Clemente Pliego.



La iglesia y su Cristo:



Santa Ana, tal como la vemos ahora, es el resultado de varias reformas.




Y es la historia de un bellísimo Cristo que aguarda en el templo. Un enunciado en arte y en devoción. 




No quise dejar Castellar sin haber contemplado su imagen. 
Dilaté entonces todo lo que pude el tiempo que contenía la mañana y aguardé hasta que cesaron las despedidas.




Y allí estaba, en el altar mayor, amparado, abrazado por los rayos que le adornan.




"...el día veintisiete de agosto de 1619 se presentaron ante el escribano que redactó el contrato "Jiraldo de Merlo, escultor vecino de Toledo, y Pedro Abarca, clérigo presbítero de la villa de Castellar de Santiago" para establecer las condiciones del contrato mediante el cual, Giraldo de Merlo se encargaba "de hacer un Christo cruçificado de dos baras, antes más que menos, con su cruz, enbarnizado y encarnado, el qual a de ser de madera maçiza de pino de Quenca, seca, que no abra"




A claroscuro se fijaron las fotografías, sin embargo sé que había luz porque estuve allí y la descubrí con su juego de tonos entre un pavoroso silencio.


Las ausencias:



"Pensé en las generaciones de los cereales, de los pastos, de los pájaros, de los hombres..."
"La escritura del Dios" de Jorge Luis Borges.



Agosto 2020.

Imprescindible: "Castellar de Santiago y el Campo de Montiel" de Agustín Clemente Pliego.



domingo, 16 de agosto de 2020

LAS ERMITAS DE TORRENUEVA.




En las "Relaciones Topográficas de Felipe II" podemos leer que algunos pueblos, como Almedina, contaban con un numeroso conjunto de ermitas, sin embargo muchas desaparecieron. En el caso de Torrenueva, cinco aparecían y cinco permanecen. Es por ello que hoy quisiera dejar constancia de esas edificaciones que son parte de la historia de este pueblo que cuida respetuosamente su patrimonio.
Tratemos de rescatar su pasado.
A la respuesta 51 (Relaciones) contestan: "Tienen ermitas que son Santiago, San Juan y San Bartolomé y San Marcos y San Cristóbal, que son todas cinco"




Sería imperdonable por mi parte no citar, aunque sea de paso, La Borricá, no solo por ser la fiesta más importante de Torrenueva, también por su relación con las cofradías y por el hecho de ser anterior al siglo XVII.




Torrenueva sorprende al viajero por la limpieza y el orden, por su rico patrimonio. Cuenta con casas solariegas, como la de los Solís y la de los Bustamante. Aunque dejémonos perder por sus calles porque hay más de lo que parece.




En la calle Real me encuentro la primera ermita, la de la Vera Cruz.
Añado datos que extraigo del interesante trabajo de José Javier Barranquero: "Las ermitas del Campo de Montiel según la visita de 1719"
Los visitadores de la Orden de Santiago toman cumplida nota de todo lo que ven, así el autor nos dice:
"...Torrenueva contaba con cinco, dedicadas a San Cristóbal, San Juan Bautista, San Sebastián, la Vera Cruz y Nuestra Señora de la Cabeza"
Estas tres últimas no aparecen en Las Relaciones (1575)
Las imágenes de esta ermita eran: 
En el altar mayor: Jesús arrodillado (talla vestida), Cruz grande y Ntra. Sra. de la Soledad (vestida). También había imágenes de San Francisco de Asís y San Diego de Alcalá (advocaciones vinculadas con determinadas órdenes religiosas)




El autor refiriéndose a este tema en concreto, en el siglo XVIII, nos dice:
"El análisis de las advocaciones nos permite constatar la existencia de tres grandes corrientes devocionales: el culto a la Virgen, la exaltación de la Pasión y la pervivencia de determinados santos que, desde la Edad Media, desempeñaban un papel muy importante como protectores..."
Y añado de la página web del ayuntamiento:
"En Torrenueva primero se originó la cofradía con tal nombre y con posterioridad su ermita. Se cree que esta ermita de la Vera Cruz no fue construida con anterioridad  al siglo XVI, pues las Relaciones Topográficas no la mencionan, pero sí es seguro que en el siglo XVII ya estaba erigida. Así lo testifica un documento de 1694 al hablar de las cofradías cuando expresa:"...también hay otra fundada en la ermita de la Vera Cruz..."




Aquí se guardan la mayoría de las imágenes que procesionan en  Semana Santa.




La devoción está presente en los balcones, rara es la calle donde no te encuentras con sus dos grandes pasiones.




Llegando al ocaso de la calle Real impresiona ya desde lejos la estructura de la siguiente ermita, que podría pasar fácilmente por iglesia.




Es la ermita del Santo Cristo del Consuelo.




"Situada en el extremo del pueblo que mira al medio día; podemos decir que con anterioridad a 1740 ya se hacían rogativas y procesiones al Cristo, y por supuesto que la devoción al mismo fue en aumento.
La consecuencia de ello fue que ya en 1749 se inició un proceso para que en la "casilla" donde fue pintado el Cristo más otra unida a ella, ambas compradas por el concejo, se fundase un hospicio o convento. No llegando a un acuerdo entre el concejo y la fundación de los capuchinos, y no concediendo la licencia para fundar el convento, los torreveños comunican su deseo de apartarse de la obligación que habían contraído con los capuchinos, ya que todo ello dio lugar a que la devoción y limosnas de los fieles fueran disminuyendo.Finalmente se llega a la solución de sustituir el convento por una ermita para el Santo Cristo, iniciándose su construcción en la segunda parte del siglo XVIII y concluyéndose a finales, concretamente en el año 1795..."
Ayuntamiento de Torrenueva.





Agradezco el haberme perdido por las calles de Torrenueva al intentar encontrar la ermita de San Juan:
"La construcción de la ermita se inició a principios del siglo XVI, concretamente en 1526. En 1575 en las Relaciones Topográficas la sitúan fuera de la población, pero con el tiempo, el crecimiento del pueblo fue absorbiéndola hasta quedar dentro de los límites del casco urbano.
El libro de Visitas de 1719 la describe así:"...la ermita de San Juan Bautista, está en esta villa, la cual es de una nave y su fábrica de ladrillos y cajones de mampostería; sus techos de ripios y madera de pino, y tejado a dos aguas.




Tiene dos puertas , la una a la calle del Pando y la otra mirando a la de...Y dichas puertas de pino con clavazón de hierro, cerrojos y llaves de bastante fortaleza. Está toda la ermita enlucida, tiene sólo un altar formado de un nicho de yeso y en él una hechura de talla de cinco cuartas de alto del señor San Juan Bautista"
Actualmente se encuentra en buen estado, celebrándose en ella la primera misa de la mañana de todos los domingos del año.
En tiempo atrás, en esta villa y alrededor de esta ermita, la festividad de San Juan se celebraba con enorme esplendor. Aún hoy, el 24 de junio, día del San Juan, los vecinos se esfuerzan por engalanar lo mejor posible esta ermita y a su Santo, siendo muchos los torreveños que se acercan a rezar y pedir su intercesión en el día señalado"
Ayuntamiento de Torrenueva.





Callejear me permite admirar un pueblo con solera, de caminar pausado, de rejas y ventanas que se abren en fachadas amplias.




Rejas a modo de filigranas, retazos de historia.




No puedo pasarte por alto, sería una ofensa, aunque no seas ermita, así que me devuelvo a las Relaciones, que son hoy el sentido de esta entrada a Torrenueva:
"(48) La iglesia parroquial de esta villa es vocación de señor Santiago, y en ella (hay) una capilla de unos caballeros antiguos que se dicen Soneras y Figueroas y Pereas, y otra capilla de la Concepción de Nuestra Señora de la Asunción.




Vale el beneficio de la dicha iglesia que tiene unas casas donde vive el cura que es de la orden de Santiago; tiene dos quiñones que cabrán diez fanegas de cebada de sembradura, y el pie de altar no sabe lo que vale. Y de cada enterramiento de cualquier persona hombre casado o mujer o doncella se lleva de derechos cuatro reales, y de personas pequeñas se lleva de derechos, real y medio de cada un enterramiento, y de una cofradía que se dice de la Asunción, ocho ducados, y de otra de la Concepción, treinta y dos reales, y de la cofradía de San Sebastián, treinta y dos reales cada un año...




Hay un voto en esta villa que se dice de Santiago que oyeron decir a sus mayores y más ancianos que lo votaron por la pestilencia; de que paga cada vecino de trigo, cebada y centeno que coge, de cada doce fanegas del dicho pan, un celemín. Solíase dar del pan que se llegaba a cada vecino una ración de carne de vaca y pan cocido, y el día de Santiago, una caridad de pan y carne a los niños de todo el pueblo; los vecinos que no siembran, no llegando a (un) cahíz, pagan un real, y medio real los menores y viudas, aunque siembren, no llegando a doce fanegas la cosecha que llegase por este voto. El día de San Pantaleón y en el día de San Pantaleón (sic) y San Agustin y el día de Todos Santos y Santo Matías, huelgan por el voto y se solían dar garbanzos y vino, y la víspera y día de cada fiesta de las susodichas. Y en la visita que hicieron en el año de (mil) quinientos y setenta y cuatro los visitadores de la orden de Santiago quitaron las caridades y mandaron que no se de más de una caridad a los niños el día de Santiago; ha se cobrado el dicho pan y dineros hasta el fruto del año pasado de quinientos y setenta y cuatro.
Vase en procesión el primero día de mayo a la ermita de señor Santiago que está fuera de esta villa a la parte del cierzo donde se dice misa y se da caridad de pan que son a los niños; esto se paga del dicho voto. Huélgase el día de señor San Sebastián por voto que oyeron decir que se votó por la pestilencia; vase desde esta villa en procesión el postrero día de Pascua florida de cada un año a la ermita de Nuestra Señora de las Virtudes que es una legua de esta villa, que la dicha ermita está en término de Santa Cruz de Mudela, tierra de don Álvaro Bazán; de esto no hay memoria por qué se votó porque siempre lo ha visto hacer y oyeron decir a sus pasados sin haber visto ni oído otra cosa en contrario..."




Junto a la iglesia me detengo a leer un panel con una interesante ruta de senderismo, PR-CR 49 (Ruta de los molinos), una oportunidad para volver en otoño, o quizás en primavera cuando los ocres tornen a su color inicial. Aunque he de decir que Torrenueva está cercana a sierras que verdean en cualquier estación.




Serán sus indicadores los que me ayuden a encontrar la siguiente ermita.




Mientras, en el camino, seguiré encontrando esos detalles que son únicos en cada pueblo, que se prestan a ser memorizados.




Ya delante de San Antón, regreso al trabajo de José J. Barranquero, me ayuda a ir recordando:
"...Torrenueva, con dos ermitas fuera de la población (San Cristóbal, que estaba situada a un cuarto de legua de la villa, y Nuestra Señora de la Cabeza) y tres dentro del casco urbano, la Vera Cruz (situada en la confluencia de la calle Real y la de las Ranas), San Juan (con una puerta que daba a la calle del Pan y otra a la dehesa) y San Sebastián (de la que solo se dice que estaba en la villa)..."
Y en la villa seguimos.
Resulta también anecdótico reseñar que esta ermita contaba con un solo altar y tres imágenes : "San Sebastian (talla), San Antonio Abad (talla) y San Marcos (talla)
Pienso, porque regreso a las Relaciones, que ya en esta visita de la Orden no mencionan la ermita de San Marcos, pero en San Sebastián se encuentra la talla del santo. 




"En sus comienzos esta ermita estaba dedicada a San Sebastián, de hecho ya en 1575 había una cofradía de San Sebastián en Torrenueva, pero no se contempla aún la existencia de esta ermita, construida con posterioridad a esta fecha. San Sebastián, santo valiente y militar romano, que batió en varias acciones a los enemigos del emperador Diocleciano, fue asaetado por sus propios subordinados, por orden del emperador, tras convertirse al cristianismo, sufriendo de esta forma el martirio. Desde el 1575 se ha celebrado en Torrenueva su aniversario haciendo rogativas a este santo como abogado e intercesor en las distintas epidemias.
Con posterioridad a 1740 parece ser que la devoción a San Sebastián fue decreciendo y en la misma medida se acrecentó la devoción por San Antón, quizás debido a la nueva costumbre de, en su día, correr sus animales hasta la ermita.
En 1795 la ermita de San Sebastián figura ya como la ermita de San Antón. Así pues, durante la segunda mitad del siglo XVIII, se cambia el nombre de la ermita y con él, el santo objeto de devoción popular.
En lo que se refiere a su arquitectura la ermita es de una sola planta de mampostería, de tierra prensada y cadenas de ladrillos en sus esquinas, puerta semicircular, con dovelas de piedra muy desgastadas actualmente, protegida por un volado a tres aguas sostenido sobre cuatro columnas de piedra. El tejado de la iglesia es a dos aguas, que por sus características le da una cierta elegancia mudejar.
Actualmente, los vecinos del barrio en torno a la ermita, han vuelto a recuperar la celebración de la fiesta de San Sebastián, celebrándose de esta forma la "iluminaria", en Vísperas de San Antón y otra en Vísperas de San Sebastián, al igual que la celebración de sus respectivas misas, los días señalados, el 17 y el 20 de enero. También se llevan a cabo otros sencillos actos festivos encaminados a aumentar la devoción por estos santos, entroncando de esta forma con los antiguos devotos de Torrenueva"
Ayuntamiento de Torrenueva.




Es cierto que la devoción se perpetúa, arraiga y no cesa de crecer.




Por último, camino hacia las afueras de Torrenueva, dirección Valdepeñas en busca de la última de las ermitas.
Antes veré un Jabalón mortalmente herido por la sequía y un tramo de la Vereda de los Serranos.




Ya en su Diccionario, Madoz (1845-1850) nos cuenta:
"...3 ermitas en la villa y una en las afueras dedicada a Ntra. Sra. de La Cabeza, patrona de la misma"




Javier Calamardo Murat en su excelente trabajo: "Las pinturas murales del camarín de la ermita de Nuestra Señora de la Cabeza en Torrenueva", nos dice:
"La ermita-santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, patrona de Torrenueva, se encuentra a escasos dos kilómetros de esta villa, dando vistas al río Jabalón. Según la tradición la ermita se construyó en memoria de las apariciones de la Virgen acontecidas en el siglo XIII a un pastorcillo de unos 10 años. Todas las noches, el niño era mandado a una fuente próxima con un zaque a por agua, transportando dicha carga, superior a su fuerza, con facilidad. Esto hizo sospechar al resto de pastores que alguien le ayudaba en el camino, por lo que una noche lo siguieron. Sus recelos se confirmaron al ver a una doncella de radiante hermosura ayudando al zagal, desapareciendo después ante sus ojos. Una vez avisados el cura y el alcalde del lugar, y comprobada la veracidad y el origen divino de tales apariciones, se dio cuenta al Capítulo de la Orden de Santiago, que en aquellos tiempos tenía sus reuniones en Uclés. Así, dicha Orden tomaría a su cargo la construcción de la ermita, que debió efectuarse en el último cuarto del siglo XIII, sobre el solar de una antigua mezquita. Este santuario primitivo, que se reproduce en los motivos pictóricos de la cúpula, debió realizarse en piedra caliza y tierra, con una techumbre a dos aguas, y sería ampliado con estancias anejas en fechas posteriores para satisfacer la devoción mariana de los fieles.
También del siglo XIII sería la primera imagen escultórica de Nuestra Señora de la Cabeza, una pequeña talla de unos 85 cm, de cabeza algo desproporcionada a su altura, tal vez sedente en sus principios, mutilada luego en el siglo XVII para poder ser vestida con ricas telas y coronada de metales preciosos, y que el profesor José Hernández Díaz, rector de la Universidad de Sevilla, calificó de “interesantísimo ejemplar de Virgen fernandina”, asociándola por sus características a la Virgen de los Reyes y a la de las Batallas de la catedral hispalense. Dicha talla primitiva fue destrozada durante la Guerra Civil.




Se conoce la existencia de la cofradía hacia 1576, gracias a una carta de poder, fechada a 18 de septiembre de dicho año, en la que se dice que los cofrades han de reunirse en las casas de morada de Andrés Martínez Lezana, de lo cual se deduce que el santuario no existiera aún. Esta teoría estaría en consonancia con las Relaciones Topográficas de Felipe II, puesto que en ellas, realizadas entre los días 6 y 31 de diciembre de 1575, se citan en el término de Torrenueva cinco ermitas, dedicadas a Santiago, San Juan, San Bartolomé, San Marcos y San Cristóbal, no existiendo ninguna bajo la advocación de la Virgen de la Cabeza.




Hasta un siglo después no tenemos constancia de su segura existencia, gracias a una breve mención en un documento de 1694, en el que se indica lo siguiente: “Hay también otra [cofradía fundada] de la ermita de Nuestra Señora de la Cabeza”. Sin embargo, la construcción de la ermita no sería tan tardía, ya que en 1592, en el testamento de Juan de Cuéllar, un torreveño que residía en Lisboa, se manda que “se digan diez misas por su ánima en Nuestra Señora de la Cabeza”, lo que nos lleva a una encrucijada que sólo puede resolverse de dos formas: o la ermita se edificó entre 1576 y 1592 o la desaparecida ermita de Santiago fue rebautizada bajo la advocación de Nuestra Señora de la Cabeza, dadas las similitudes de ubicación por situarse ambas a la parte del cierzo, es decir, al norte de la villa, entre las cortijadas de Valdemiros, Los Villares y El Torrejón..."




Y ahora regresamos a la visita de 1719:
"...Ntra Sra de la Cabeza con un altar con las siguientes imágenes: Ntra Sra de la Cabeza (talla), San Felipe (talla) y Santiago (talla).
Es obvio que lo que no quieres que se pierda lo guardas y lo reubicas.
La memoria se traza así leyendo y caminando por este generoso Campo de Montiel.


Agosto 2020. Dos mañanas, dos visitas.




Cortesía de Miguel Mesa Molinos.




Imprescindibles:
-Página ayuntamiento de Torrenueva.
-"Las iglesias de Torrenueva en imágenes" de Ángel M. García.
-"Las pinturas murales del camarín de la ermita de Nuestra Señora de la Cabeza de Torrenueva, Ciudad Real" de Javier Calamardo Murat.
-"Las ermitas del Campo de Montiel según la visita de 1719" de José Javier Barranquero Contento.