jueves, 20 de mayo de 2021

"MICROHISTORIAS DE LAS CALLES DE LA PUEBLA DEL PRÍNCIPE DEL SIGLO XVIII" (POR MIGUEL ÁNGEL DÍAZ NARANJO)

 



"Os proponemos un breve viaje al pasado de la Puebla del Príncipe, a través de algunas pequeñas historias sobre microrrelatos relacionados con algunas de sus calles. Y es que es un paisaje fácil de reconocer si paseas por esta villa, ya que parte del pequeño centro histórico conserva buena parte de trama urbana de siglos y sin grandes cambios.

Puede que sus protagonistas, poblatas y poblatos de 1752, nos resulten algo lejanos. Es natural. Pero si nos acercamos un poco a su día a día, veremos que son mucho más cercanos de lo que nos podría parecer. Vivían en casas que hoy en día son los solares y seguramente en algunos casos los cimientos de edificios de la actual Puebla. Suelos en los que han vivido generaciones de personas durante siglos.

En aquel entonces, la villa vivió un momento especial. A mediados del siglo XVIII en la Corona de Castilla se realizaba, una detallada averiguación de sus habitantes, propiedades territoriales, edificios, ganados, oficios, rentas, geografía a fin de realizar una reforma fiscal para mejorar los ingresos de la Corona. Fue ordenada por el rey Fernando VI a propuesta de su ministro el marqués de la Ensenada, de ahí su nombre actual, el catastro de Ensenada.



La calle del Aire.

En los siglos XVIII y XIX, la calle del Aire era uno de los viales que limitaban el casco urbano de la Villa por el lado que daba a la Sierra. Hoy todavía hay calles del Aire en muchos núcleos de la península, incluido en Villanueva de la Fuente, en Terrinches, Villamanrique.... En la Puebla del 1752 la calle del Aire (ya se llamaba así) contaba con casas como la de Antonia y su hermano Pedro, ella de 18 años y él de 28 años. Vivían con su madre, Luisa Pérez de 62 años, una edad avanzada, en una época en la que la esperanza de vida era mucho más baja que la actual. Luisa era viuda de Juan de Ballesteros. La casa de los Ballesteros Pérez lindaba con la de Bartolomé de Lillo y con el callejón que va al Calvario.



La Plaza (hoy Plaza de Castilla la Mancha).

La Plaza, siempre ha sido el centro de la vida civil de la Puebla. En 1752 contaba con siete casas, incluida el Ayuntamiento que presidía como ahora este espacio público. Aquella edificación, más reducida que el actual edificio municipal, constaba de cuarto bajo que servía de cárcel y en lo alto la sala capitular, con un techo de bovedilla, espacio donde se realizaban las reuniones y las sesiones del Concejo de la Villa y donde también se guardaban los documentos del Concejo. No era, ni mucho menos, el edificio más grande de la Puebla, con sus casi 77 metros cuadrados. Pero no todos los pueblos de aquel momento disponían de un edificio propio, muchos tenían que hacer las sesiones al salir de misa, en la propia parroquia o en alguna casa particular.

Lindando con las Casas del Ayuntamiento estaba la de Alfonso Rubio, con casi 42 metros cuadrados que había arrendado a Antonio Murciano, de 39 años, peraire, es decir cardador de pieles, pagándole 22 reales al año. Antonio vivía con su mujer Isabel de Mena, de 33 años y sus pequeños, Josefa, Andrés y Pedro Antonio. El arrendamiento era una práctica bastante común en aquella época. La casa con más superficie de la Plaza era la que habitaban Antonio, Vicente y Joaquina Fernández, de unos 234,7 metros cuadrados.



La Plazuela (hoy plaza) de la Iglesia.

En la Plazuela de la Iglesia (así se llamaba en 1752), residía Juan García Macaio, de 61 años, viudo de Quiteria González. De oficio labrador, tenía tres hijos: Juan, Antonia y Francisca. Juan era un labrador con un nivel de renta importante. Contaba con otra casa en la calle del Toledillo, una parte de otra casa en la Plaza, y parte de un pajar situado en la calle de la Virgen, así como tierras de diferentes calidades para el cultivo, incluidas viñas, una era empedrada y colmenas en el término de Villamanrique. Poseía también un molino harinero, el conocido por Molino Macayo, que tenía en el rio Guadalmena, ya en término de Montiel y donde la gente de la Puebla, hasta no hace mucho molía la harina, hasta que se construyó la fábrica de harinas, en el casco urbano de Puebla del Príncipe.



La calle del Toledillo.

Cereales, pan, molino, hornos...palabras que forman parte del ADN de la Puebla del Príncipe desde tiempos remotos…Toledillo es un topónimo presente en muchos pueblos. Aunque no hay consenso sobre su origen, es frecuente que se refieran a lugares que ocupan sitios altos como en Puebla del Príncipe.

En el siglo XVIIII en la calle del Toledillo había un horno de cocer pan, propiedad de la encomienda santiaguista de Segura de la Sierra, cuyo titular en 1752 era el Infante Luis Antonio de Borbón y Farnesio, hijo de Felipe V y hermano de Carlos III. La construcción era un cuarto de unos 39 metros cuadrados, con un corredizo y a sola teja, es decir de una sola planta. En 1752 la encomienda lo arrendaba por 70 reales. Años antes, en 1725 se alquilaba como morada ya que se había dejado de usar como horno porque al parecer la Encomienda y el Concejo de la Villa habían tenido pleito sobre si tenía que arder este o bien otro horno propiedad del Concejo y que estaba ubicado muy cerca, en la plazuela de la Iglesia. De hecho, años antes, en 1716 se decía que el horno de la calle del Toledillo no se utilizaba como horno desde tiempo inmemorial. Tengamos presente que los hornos eran una importante fuente de ingresos de las limitadas rentas de los pequeños ayuntamientos del Antiguo Régimen, ya que no se horneaba en las casas. No es de extrañar la competencia entre el concejo y la encomienda santiaguista por disponer de su monopolio en la villa. Estos hornos de cocer pan eran llamados de poya, debido a que por su uso se pagaba, en dinero o en especie el impuesto del mismo nombre. Esta remuneración al hornero se llamaba poyar"


Para cualquier consulta, información: diazmiquelangel@gmail.com

Fuentes:

Archivo Regional de Murcia con el código de digitalización: FR, AHN,R-8/47 / Descripción de la encomienda de Segura, realizada por orden de su comendador Manuel de Moncada Portocarrero, conde de Baños y administrador de dicha encomienda.

Archivo Regional de Murcia con el código de digitalización: FR, AHN,R-8/48 / Copia de la descripción de la encomienda de Segura, realizada a nombre de su comendador Luis, infante de España, por su administrador Vicente de Cuadros.

Archivo histórico Provincial de Ciudad Real: Catastro de Ensenada de Puebla del Príncipe; https://familysearch.org


11 comentarios:

  1. Efectivamente, el toponimo Toledillo se repitecen muchos lugares, por ejemplo en Moral cva. Estas zonas se asocian a puntos elevados y a la forma y entramado de sus calles y casas, como un Toledo pequeño; se repite tambien, la presencia de horno en este tipo de manzanas o barrios.

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    1. E incluso en Andalucía se repetía este esquema de las calles Toledillo. Gracias por tu aportación

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    2. Exacto. Este esquema de zonas elevadas se reproducía también en zonas de Andalucía. Gracias por tus comentarios.

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  2. Gracias por esta pagina es una maravilla saber d la historia d nuestra puebla

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    1. Gran página de Rosa. La divulgación histórica es un trabajo colectivo y apasionante.

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  3. Muchas gracias Miguel Ángel Díaz Naranjo por explicarnos tan detallado todo este texto de las calles de la Puebla del príncipe,siempre eh recordado mucho la calle el aire porque todas van a dar a la calle el aire que aunque no lo creis he visto poco de la Puebla y mira si estamos cerca jaja porque las veces que hemos ido ha sido por motivo de la virgen de Mairena poco más y pasar por la Puebla por la carretera, muy bonito mi enhorabuena un saludo.

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    1. De nada, una oportunidad que me ha dado Rosa. Si vuelves, te aconsejo que te quedes un rato más en la Puebla, disfruta del pueblo, de sus caminos, miradores naturales, su gente. En ese blog hay mucha info sobre sus caminos, por ejemplo.

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  4. Muy bien Miguel Angel por ponernos todas las calles de La Puebla del príncipe, tengo una anécdota de la calle del aire, allá por los años 70 cuando íbamos la banda de música de villamanrique a tocar a la procesión de la virgen de Mairena en su fiestas el 8 de septiembre entramos en la calle el aire decía don José el cura con su altavoz en la mano le echarán a la virgen canarios y melones y esta tarde todos a los toros Tatararaaa así cantaba don José enhorabuena.

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  5. Gracias. Si tenéis alguna foto de esos momentos en la Puebla, por favor, hacerlo llegar. Un saludo

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  6. ¡¡¡Muy interesante!!! Al hilo de Toledillo, comentar que en Andalucía, en Jaén y en el Camino de Andalucía, había una Venta del Toledillo, límite de términos entre Espeluy, Bailén y Jabalquinto, junto a la Barca de Espeluy. No sé si es el caso, pero aquí el apelativo parece relacionado con su presencia junto al Camino de Toledo. Saludos

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    1. Muchas gracias por tu aportación. Ciertamente los Toledillos están repartidos por una gran diversidad de pueblos.

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