sábado, 10 de abril de 2021

DE RUTA A LAS HOCES DE SAN ISIDRO. TERRINCHES.

 



Este pueblo cuenta con tres rutas de senderismo perfectamente señalizadas. A saber:

-Terrinches cultural y Hoz de San Isidro. PR-CR 16 ( 9 km)

-Cerro Conejero y Ramal Taurino. PR-CR 17 ( 23 km.)

-Ruta arqueológica y puntos BIC. PR-CR 18 (23 km).


La semana pasada dado que el día estaba nublado me decidí a hacer parte de la primera, en mi descargo, si eso fuese posible, he de decirles, que a pesar de que es imposible perder la senda, como una siente afinidad por los despistes y contratiempos, me salí de ella y como premio me encontré con un paraje precioso que bien me recordaba a otros lugares más al norte donde el agua fluye durante todo el año. Paisaje donde la pizarra aderezada por cantuesos, jaras y mejoranas hacía lucir el entorno como si fuese algo irreal. Después tras un intento de abarcar con la vista los no límites del paraje, encontré las famosas pasarelas que engalanan las hoces, solo que para llegar hasta ellas no me era posible desde donde estaba, que conste que a cualquiera seguro le habría bastado con encaramarse a las escaleras que de forma natural forman la pizarra, pero una que ya se ha vuelto prudente, tomó la decisión de ascender una loma y desde allí alcanzar la ermita, hecho que conseguí.

Así que como preámbulo les muestro el paraje delicioso, donde los halla, que encontré. Creo que se llama Los Langares. Más tarde dedicaré el día, llueve o quiere hacerlo, a dejar constancia de esta bellísima ruta que recomiendo a todo aquel que piense que la Mancha es solo campo de cereal y olivos.

El camino, para seguir las marcas o para perderse, lo inicié en el mismo lugar, la ermita de Ntra. Sra. de Luciana. Ya dije en su día que le dedicaría tiempo y estudio, pero es que nunca la encuentro abierta, así que sigamos nuestro devenir.


Póngase el lector en mi posición, vengo de la ermita, a la derecha, continúo al frente, es el Camino a Siles. Si hubiese tomado el de la derecha habría llegado a la ermita de San Isidro y sus hoces, pero sigo la línea recta, en ascenso.


Pasaré ante esta vivienda que cautiva por su posición privilegiada y por el arte que porta.


Toca descender. Ya el paisaje recala, imponente, inmenso.


Un eucalipto bebe directamente de las aguas del arroyo.


A partir de ahora la música la compondrán sus aguas y el viento que mezcla los olores de las aromáticas.


Me voy directa al agua, a tratar de localizar el nacimiento.


Unas gotas, escasas pero bien recibidas, obligan a mi paraguas a abrirse, no se lo impido.


Por la inabarcable calzada de pizarra voy remontando hasta llegar a esta laguna artificial. Me quedo a divagar. Estos lugares detienen el tiempo sin previo aviso.


Pienso después que he venido a ver las hoces, antes habré caído con la mirada en las profundidades de sus cuencas, pero sin hacer fotografías, hay asuntos que no deberían tener cabida en un instante.

Veo por donde debo seguir, al frente habrá alguna indeleble senda.


Resueltamente mi paraguas se tumba, parada y a tomar cuenta de fragancias.


La primavera se muestra tal y como es, la reina de los colores.


Me entrego a las preguntas sobre qué es cada encuadre.


Y antes de que las nubes se suelten, asciendo por el monte, ya al otro lado del arroyo.


Los años me han hecho aprender que si te pierdes, o subes a lo más alto para descifrar el paisaje o sigues la vereda del agua.

Ya arriba siento que San Isidro está muy cerca.


Las hoces, desde cualquier punto, resultan admirables.

Desde ahora todo el campo se vuelve mirador.


Terrinches.


Parte de la infraestructura que se creó para este paraje.


Descendamos, junto a un pinar a nuestra izquierda.


Paneles, varios de ellos, estratégicamente situados, nos informan tanto de la historia del pueblo como de la naturaleza que estamos observando.


Este panel, por ejemplo, presenta amena lectura por sus dos caras.

Porque Terrinches guarda tesoros como el Castillejo del Bonete, los baños de la Ontavia, su iglesia de Santo Domingo de Guzmán, el santuario de Luciana, el Camino Real, su fortaleza...


Sendas que conllevan a su vez enormes tesoros.

¿O acaso no lo es el caminar?


Me acerco a este edificio que se erige en el abismo de las hoces.

Es un centro de interpretación, cerrado, como tantos lugares de culto al saber. Se llama Terrileza.



No olvidemos que aquí hay espacio suficiente para que el caminante, el peregrino, el visitador de la naturaleza...pueda ampararse en las distancias.


Y en la comodidad.


Sigan leyendo por favor.


La sencilla y estratégica ermita.


San Isidro.


Y Terrinches que viste precioso desde este balcón.


Toca sentarse.


No hay excusa que no detenga.


Llegados a este punto deciros que podríamos ahora tomar tres opciones pero como me inquieta esta, será la que siga.



Aquí ya debo callarme, dejar paso a las hoces, al arroyo Madre, a los fresnos que abajo delimitan el camino.
Todo eso será lo que vendrá después.









Quedaros abajo porque ahí se nos ofrecen dos opciones, o regresar por donde hemos venido, maravilloso o...



...trepar por estas peñas. Veréis, aquí probablemente una crecida se llevó un puente. A la derecha la senda conduce a un cortijo que reposa junto a las hoces y a la izquierda, un caminito delimitado por piedras  nos devuelve a la orilla del arroyo.
Escogí la primera opción, porque a la segunda regresé al día siguiente.



Estamos arriba de nuevo, las nubes engalanan aún más al paisaje.



"Aquí estoy para vivir mientras el alma me suene, y aquí estoy para morir, cuando la hora me llegue, en los veneros del pueblo desde ahora y desde siempre"
Miguel Hernández.






Os leo el panel para que podáis seguir admirando el paisaje.

"Ruta de las Hoces de San Isidro. Un paisaje en transición: llanura, barrancos y sierra.
Dejando atrás la ermita, un camino se abre en este paraje montañoso, surcado de cañadas, por las que antiguos ríos dejaron correr sus aguas esculpiendo las Hoces hacia las que dirigimos nuestros pasos.
Esta senda ofrece la oportunidad de recorrer sin gran esfuerzo un paisaje en transición, descubriendo como la planicie del Campo de Montiel se rompe y forma un escalón natural en dirección sur, donde al fondo y enmarcadas por el horizonte, se recortan las sierras andaluzas.
A lo largo del camino se suceden los contrastes desde el mosaico formado por cultivos y encinares propios de las llanuras esteparias y las dehesas manchegas, seguido por terrenos pedregosos que se tornan más abruptos al descender por laderas y barrancos, para concluir a orillas del "arroyo de la cañada de las fuentes del Sumidero" conocido por los terrincheros como "arroyo Madre", donde una creciente masa forestal refresca y aporta verdor. 
Con suerte, el paseo permitirá disfrutar de la contemplación de las rapaces en vuelo. 
Para los amantes del senderismo, la zona cuenta con más de 30 km de vías pecuarias, y si el visitante lo desea, podrá completar el recorrido con un baño o una tarde de esparcimiento en las áreas recreativas y deportivas, y siempre en contacto directo con la naturaleza"



Ahora descenderemos con cuidado, recordar que la pizarra resbala.









De nuevo me encuentro con la laguna, volveré a verla y junto a ella dejaré volar el tiempo.



Volar como las rapaces que veré. Reales, surcando los cielos y proyectando sombras entre los requiebros del monte.



En este recorrido tan completo la mirada se posa unas veces en el arroyo, o en la arboleda tan variada que le acompaña o hacia esas peñas que inquietan, que nos empequeñecen.






Leo que sois elevaciones paleozoicas de pizarra.



El recorrido puede ser tan corto como quieras o tan extenso como desees, es la magia del paraje.



En este tramo también falta un puente, no importa, así se estrecha el contacto con el agua.












Aquí volvéis a ver las pasarelas y creo que comprenderéis la otra opción que os cité.









Podría haber comenzado la ruta por aquí:
"Cortados y laderas rocosas de la Hoz de Terrinches.
La acción del agua ha ido labrando el cauce del arroyo a lo largo de milenios sobre materiales rocosos, dando lugar a una sucesión de laderas en pendiente y escarpes verticales. Aún sin grandes desniveles en el terreno, las abruptas paredes forman valles que amplían el valor biológico, paisajístico y geomorfológico de la región.
La Hoz acoge una comunidad de aves rupícolas y rapaces que utilizan los cortados como zona de nidificación y las áreas externas como zonas de alimentación y campeo. Destaca su importancia como área de tránsito para el águila Imperial y el cernícalo Primilla"



Es aquí donde se funden los arroyos Madre y el Gongares, e inclinan sus aguas hacia la población.









Ya en el paraje del Pozo.
A nuestra derecha, ascenderíamos de nuevo a la ermita.












Albaladejo se queda a mi derecha.



Esta pequeña ermita, junto al Camino Real, vuelvo a verla.



Por ti he transitado.



Devuelvo lo caminado al santuario de Luciana.
Inicio y fin.

Abril 2021.



Regresé a las Hoces, esta vez muy bien acompañada.
Esta entrada se la dedico a un niño de tan solo 7 años, mi lector más joven. Su constante inquietud le ha hecho decirme que cuando yo no pueda, el continuará con mi blog.
Gracias, Juan José, por enhebrar con ilusiones los viajes.


11 comentarios:

  1. Comenzamos una nueva ruta, esta vez por Terrinches, un camino por tierras manchegas que nos muestras siempre de forma poética y didáctica. Una vez más nos incitas a acompañarte, y lo hacemos aprendiendo a cada paso qie damos y conociendo más y mejor las rutas que surgen dentro de los pueblos del Campo de Montiel. Enhorabuena y un abrazo!!

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    1. Gracias Juan. Por salud, por necesidad, para liberarse, por inquietud, hay que caminar siempre.
      Un abrazo.

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  2. Gracias por compartir tus pasos por Terrinches, uno de los pueblos mejor cuidados y con más potencial. Espero que pronto pueda seguir esos senderos.

    Un abrazo

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    1. Tiene mucho potencial y han sabido dar salida a esas rutas que te acercan a la historia y al paisaje. Gracias Antonio.

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  3. Nuevos lugares y rincones que incitan a seguir caminando y descubriendo el horizonte que se abre detrás de cada curva del camino o cumbre de los cerros próximos.
    Gracias, Rosa, por enseñarnos estos parajes. Un abrazo.

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    1. Es uno de los parajes, junto al del Resquicio, también de Terrinches, más espectacular de este Campo de Montiel. Gracias Esteban.

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  4. Bueno ya terminada esta entrada,te comento como siempre una preciosidad entre vuelo de rapaces hermitas, ríos puentes, laderas,tus pies tu cabeza y tus manos ese toque de la poesía de Unamuno, queda dicho todo sin palabras me dejas, un abrazo amiga.

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    1. Un lugar más e imprescindible para dejarse caer una tarde, una mañana, porque los detalles son inimaginables. Gracias, Paqui.

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  5. Bueno Rosa me ha gustado mucho las hoces de San Isidro yo no sé dónde cae eso yo lo más que he estado ha sido en la cuesta de la borracha pero no sé dónde cae todo lo que tú has recorrido enhorabuena Rosa.

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    1. Es muy fácil llegar, cuando entras en Terrinches, dirección Albaladejo, pronto ves el cartel del santuario de Luciana, puedes dejar ahí el coche, como yo hice, y ver detenidamente la ermita y las vistas. Ya si sigues caminando o en coche, dejas a tu derecha el santuario y el camino al frente, dejando a la izquierda la otra pequeña ermita, Y siguiente desviación a la derecha, hay un aparcamiento en el paraje del Pozo o también se puede ascender en vehículo hasta la misma ermita, pero sería una pena, porque no verías ni la mitad de lo que cuento. Creo que cada uno puede trazar su propia ruta, es imposible perderse dentro de la zona señalizada.
      Y a merendar en las áreas de descanso, un día completo.
      Gracias por leerlo y comentar.

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  6. Me gustaría seguir con lo que tú haces,y gracias a ti estoy conociendo y aprendiendo en estos bonitos lugares.
    De Juan José.MUCHAS Gracias.😘

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