DE LIBROS Y AMIGOS.

 

Pensé que no podíamos relegar este día como tantos otros asuntos, puesto que los libros nunca se confinaron y no quedaron gravemente afectados, era el momento justo de rendirles su anual homenaje.

 El libro ha formado parte de mi vida y de tantas personas, porque si nos remontamos a nuestra infancia, algunos con chupete incluido, ya rebasábamos sus hojas, a veces con cierta tiranía, y acababan rasgados, eso solo era al principio; pero otras, atraían nuestras miradas hacia lo nunca visto y sumergirse en sus páginas era ya el primer testimonio de un viaje, largo e inacabado, que nos haría descubrir un mundo, el nuestro, y otro paralelo donde se van a dormir los sueños. El libro, ese objeto, que con solo abrirlo, te alimenta, te entusiasma, genera sentimientos desconocidos o los devuelve, compañero en nuestras idas y venidas y el único que nos ayuda a evadirnos.

La propuesta de este Día ha sido: Por favor, escriban un relato, cada uno de un pueblo conocido, de esa parte que, desde un primer acercamiento o a pesar del tiempo, les sigue enamorando. Escribir siempre estuvo al alcance de todos, cada cual a su estilo, y es eso precisamente lo que configura un libro y lo que ofrece esta entrada bien merecería alcanzar esa categoría, por lo menos se ha intentado. Cada uno ha dejado una parte de sí mismo, porque quizás sin darnos cuenta, entre lo que nos caracteriza sea nuestra forma de actuar y la de escribir, a ambas le entregamos lo que somos, sin tapujos, con la sencillez que cada cual ha sabido instalar en su vida.

Gracias a todos.

Los espacios que veis vacíos se irán rellenando con palabras que están a la espera, en esos encuadres pulula una comitiva de ideas en busca de autor.

Junto a algunos nombres y entre paréntesis, aparece el título del blog del autor del texto, siempre resulta enriquecedor navegar por otros cauces.

ALBALADEJO.

ALCUBILLAS.

"Lugar de referencia"

"Hay lugares a los que están unidos nuestros recuerdos de una manera inevitable. En ellos hemos crecido, madurado y perfilado nuestra forma de ser y estar en el mundo. El tiempo de referencia siempre es la infancia y primera juventud.

El Cerro del Pozo, o de San Isidro, como suele ser conocido este enclave, contiene todos los elementos necesarios para poder pasar largos ratos al trascacho de sus riscos y vislumbrar los campos circundates, vega del Jabalón incluida, intercalando imágenes y pensamientos. Alcubillas queda a tiro de piedra.

Más allá, hacia el Este, se encuentran otras elevaciones: El Cerro de la Cruz o del Castillo, y Peñalengua, que tienen sus propios méritos y guardan rincones que atrapan, pero nunca podrán competir con el elegido si es la complicidad lo que buscamos.

Tardes enteras, en los largos y suaves días de otoño, propiciaron momentos de soledad en los que enraizaron las semillas de la añoranza, los sueños, las ilusiones..., que iban cayendo de manera pausada en tierra fértil, deseosa de albergar imágenes concretas que plasmar en el futuro inmediato, o el otro más lejano, aunque incierto.

Persistían, en primavera, los ecos de la fiesta, la celebración y la romería en el día en que se rendía tributo y homenajeaba el santo. Pero el silencio le es más propio, y en él cabe el trino de los pájaros y el caminar pausado de los conejos. Ese es el escenario que tengo asociado a mis recuerdos, y permanece intacto, esperando acoger a quien decida aproximarse a él para subir hasta la cumbre o, más suavemente, recorrer sus faldas percibiendo el aroma que desprende el tomillo al ser pisado.

También puede ser el punto de arranque de sendas que nos llevan a los distintos puntos del horizonte en los que se va configurando y definiendo el Campo de Montiel en esta entrada que lo une a La Mancha, y con la que comparte planicie y suaves elevaciones, lo que permite que nuestra vista alcance a descubrir aisladas casas de labor, o las torres de los pueblos más cercanos: Villanueva de los Infantes, Cózar, Torrenueva, Alhambra...

Una simple invitación a perderse, o encontrarse, con uno mismo y con la vida que brota si le damos la oportunidad de hacerlo"

Esteban Rodríguez Ruiz.

Alcubillas, abril de 2021.

ALHAMBRA.

"Curiosa revisión del mundo clásico la de Alhambra. Ya no hay dioses para quienes construir templos, pero el espíritu de la Antigüedad llega hasta nuestros días: Roma victrix!"

Lola Cruz.

ALMEDINA.

"Almedina, villa en la verea de Los Serranos, donde el agua es fuente de la vida"

En el Campo de Montiel, caminando por la “Verea de los Serranos”, ruta trashumante que siguen los pastores desde tierras conquenses a las dehesas de Sierra Morena en la provincia de Jaén, ya en el valle del Jabalón, se encuentra la villa de Almedina, en donde el agua, fuente de la vida, ha sido elemento fundamental desde la antigüedad, además de crisol de culturas: íberos, romanos, musulmanes, castellanos… Aquí nos encontramos con una verdadera joya: Un puente de un solo arco sobre el arroyo de la Salceda, construido con sillares de arenisca roja, de la cantera que está muy próxima y de la que quedan restos evidentes, que forman las dovelas, estribos, pretil…. Este puente y la calzada que lo atraviesa, siguen los mismos parámetros que otro puente muy próximo, el puente de Triviño. Para haceros una idea de las líneas maestras que siguieron las personas que lo construyeron, hay que resaltar que la historia del mismo está unida a la del arco, que es uno de los artificios logrados por la inventiva humana, y que gracias a la colocación y a la gravedad de sus pequeñas piezas, las dovelas, permiten superar el vacío y asegurar su estabilidad. “Es el elemento constructivo que permite a la materia vencerse a sí misma”. 

Como he usado términos tales como: Dovelas, estribos, pretil… me tomo la libertad de poneros un gráfico donde se describen las partes del arco de un puente romano, para que veáis, que lo que digo sobre la joya del puente sobre el arroyo de la Salceda, no es exagerado"

Miguel Mesa Molinos (El chilanco Elías)

CARRIZOSA.

"Carrizosa es un pueblo bonito y muy tranquilo. Tenemos las Cruces de Mayo donde se pasan tres días recorriendo las cruces vestidas y tomando el "puñao". También tenemos la romería en agosto y viene mucha gente que vive fuera y son del pueblo. Pasamos tres días en la ermita en los chozos hechos con tela y por pandillas. Hay baile, toros...Os animo a todos/as que nos visitéis y disfrutéis con los Carrizoseños de sus fiestas"

Claudia Rodríguez Moya.

12 años

CASTELLAR DE SANTIAGO.

(en espera)

CÓZAR.

(de igual manera)

FUENLLANA.

"Los ocres del estío"

Dedicado a Salvador Dueñas.

“Alzo la mirada por encima del tiempo…”

Antonio Maldonado Muñoz.

"No estoy en un lugar cualquiera. Te contemplo al atardecer desde un alto perfilado de piedras de arenisca y de caliza. Sillares nobles y mampuestos antaño bendecidos que aún levantan los muros de santa Catalina. Muros amputados por la intemperie y la desidia de los hombres. Muros arruinados que, sin embargo, arrostran su bagaje varias veces centenario a ese bellísimo mediodía que tiende los ocres del estío sobre el Campo de Montiel.

No estoy en un lugar cualquiera. Contemplo desde aquí la languidez de tus laderas, la horizontalidad de tu cima, tus aledaños de barbechos y rastrojeras que, tal vez, hace algunas décadas albergaron el verdear de las pámpanas y el dulzor impaciente de un mosto que, tras redimirse en el jaraíz,  fermentaría en el silencio curvado, umbrío de las tinajas para perpetuarse en vino. Un vino recio, sanador, capaz de ahuyentar melancolías y soledades. Te contemplo, cerro de San Cristóbal, y envidio tu placidez como de coloso ajeno a las pequeñas miserias que nos acongojan, y admiro la confianza con la que te elevas sobre la desnudez atónita de las labranzas de Fuenllana, y sé que seguirás allí, junto al camino de Santa Cruz de los Cáñamos, cuando tras la alborada de todos los días llegue el atardecer, y luego la noche, y después, de nuevo, el alba, acompañando al devenir de los mortales, acompañándome, sí, lo sé, me lo recuerdas a cada instante, aquí estoy, aquí estaré, siempre"

José Agustín Blanco Redondo.

LA SOLANA.

(A quien quiera comentar)

 

MEMBRILLA.

"Cortijos con solera, de sus gentes, en plena llanura manchega, (divisando al fondo: por el este como sale el sol por La Solana, al oeste como se pone por la sierra del Moral, al sur el Ángel de Valdepeñas y al norte, queda más al fondo, la sierra de Villarrubia) campo lleno de su joya, de su símbolo, del melón¡¡, del que es su capital"

Antonio Jiménez.

MONTIEL.

(En espera también)

 

OSSA DE MONTIEL.

"Al verte en la cruz elevado

tan triste y tan dolorido

pues me pongo a meditar

cuánto tú por mí has sufrido.

Yo fui aquel que te puso

esa corona de espinas

y baja sobre tu frente

esa sangre cristalina,

quién tuviera la dulzura

que tuvo tu madre buena

para contemplar tus llagas

y pedir perdón por ellas

y al verte en la cruz prendido

yo te pido remisión

por la herida del costado

danos un mundo mejor"

Paca Jiménez Muñoz.

POZO DE LA SERNA.

(En espera)

PUEBLA DEL PRÍNCIPE.

"La Plazuela (hoy plaza) de la Iglesia"

"En la Plazuela de la Iglesia (así se llamaba en 1752), residía Juan García Macaio, de 61 años, viudo de Quiteria González. De oficio labrador, tenía tres hijos: Juan, Antonia y Francisca. Juan era un labrador con un nivel de renta importante. Contaba con otra casa en la calle del Toledillo, una parte de otra casa en la Plaza, y parte de un pajar situado en la calle de la Virgen, así como tierras de diferentes calidades para el cultivo, incluidas viñas, una era empedrada y colmenas en el término de Villamanrique. Poseía también un molino harinero, el conocido por Molino Macayo, que tenía en el rio Guadalmena, ya en término de Montiel y donde la gente de la Puebla, hasta no hace mucho molía la harina, hasta que se construyó la fábrica de harinas, en el casco urbano de Puebla del Príncipe"

Miguel Ángel Díaz Naranjo.

RUIDERA.

La primera vez y las siguientes, cuando llegas a Ruidera te ves totalmente descolocado, piensas, esto no puede ser que esté aquí:

"Demasiada cordura puede ser lo peor de las locuras, ver la vida como es y no como debería ser"

A Cervantes le debemos tanto, que si nunca le hemos leído es como si hiciéramos agua en el barco en el que navegamos:

"La poesía tal vez se realza cantando cosas humildes"

Para mí Ruidera entrega una paz que te hace sobrevolar cada onda de su envolvente hermosura, te obliga a olvidarte de esos desencuentros que frenan tu camino

"Sé quién soy y quién puedo ser, si así lo elijo"

Ruidera en la aventura, en el juego de palabras, en el desafío de las corrientes que te llevan a soltar amarras,a liberarte cuando eliges, a soñar cuando despiertas, a congraciarte con los avatares que un día limitaron tu existencia

"No hay en la tierra conforme a mi parecer, contento que se iguale a alcanzar la libertad perdida"

Leer a Cervantes en la orilla de una laguna, dejarse llevar por el azar de una página abierta, esquilar brumas para ver la inmensidad que cabe en una gota de agua.

Estas dos fotografías son de Miguel Felguera Felguera, su aportación en forma de imágenes en movimiento, como palabras que cierran el principio y el final de un libro.

SAN CARLOS DEL VALLE.

"La impresionante imagen que se ofrece ante ti, cuando te vas acercando a San Carlos del Valle, te va preparando para el espectáculo que te espera.

Ya intuyes, que esos cuatro campanarios y la majestuosa cúpula de lo que tu percibes como una enorme catedral, no te van a decepcionar.

Lejos de eso, cuando entras en la preciosa plaza de soportales y balconadas que la enmarcan, descubres una iglesia cuya cúpula parece arrancada del mismo vaticano. No en vano, los cristeños, (gentilicio de sus habitantes) la llaman "el Vaticano de La Mancha"

No es difícil una vez situada en la plaza, y después de haber admirado el interior de esta impresionante iglesia, dejarse llevar por la imaginación y recrear imágenes de señores con sombreros y capas negras, que ocultan sus espadas envainadas, paseando junto a damas encopetadas cuyos miriñaques y polizones, dan el volumen y pomposidad a la plaza, digno del mejor cuadro de Goya.

La visita a este bonito, limpio y bien estructurado pueblo, solo con esta visión ya ha valido la pena"

Enriqueta Manzano Selas.

SANTA CRUZ DE LOS CÁÑAMOS.

"Había una vez un patito llamado Cáñamo que vivía bajo el Monte Santo, en el arroyo Origón.

Se crió solo, por eso se hizo tan fuerte, vivió en soledad muchos años junto a un paisaje con árboles, rocas, montañas...

El patito acompañaba a los paseantes y a veces los niños le dejaban pan.

Con los años murió de viejo, pero el paisaje sigue aquí junto al Monte Santo, para que todos lo podamos disfrutar"

Juan José Huéscar Ballesteros.

7 años.

TERRINCHES.

               "EL CAMINO DE ANÍBAL"

"En el dormivela de la infancia escucho a mis mayores contar historias de ‘verea’ y escarcha negra, mencionar el nombre de cañadas que surcan barrancos impenetrables y deletrear nombres indescifrables, de senderos que se pierden en la niebla del pasado. Junto a la chimenea y al calor de la familia, antes de tener noticias por los libros de Historia, los chiquillos de esta sierra ya sabíamos del Camino de Aníbal, aunque no supiéramos de guerras púnicas y dislates transalpinos.

Los que tenemos cierta edad y trajinamos a este lado de Sierra Morena, recordamos enseñanzas preñadas en caminos primitivos, inmemoriales, que fueron y ya casi no son: de La Plata, Viejo de Andalucía, de los Serranos… y de Aníbal; y añoramos vivencias en común, de una y otra vertiente serrana, que ya quedaron en nada, en pavesas que se volatizan de entre los rescoldos de la Historia. Metidos en faena y puestos en los quehaceres de bucear en la memoria, aún hay quién dice que en el comienzo de los tiempos, y por estas cañadas, ya pastorearon los ‘hombres de bronce’. Y que todo un héroe, el mismísimo Hércules, dejando a un lado la maza y sus obligados trabajos, apreciando que era propio de la humanidad mercadear y no aporrear, apadrinó a esta vía como Heraclea.

Por encima de devaneos históricos y otras conjeturas, se trataba de grandes corredores culturales, caminos de carne y herradura, trazas viarias que comunicaban personas, mercancías e ideas, generalizándose un trasiego mercantil de aceites, vinos, granos, mantas…, que en la mayoría de las ocasiones servían de moneda de cambio para los Galeones de Indias. Con seguridad, el camino que unía uno y otro lado de Sierra Morena, el Guadalquivir con el Levante peninsular por el puerto de Montizón, fue uno de los ejes de comunicación más importante de la antigüedad. A lo largo de la historia, el Camino de Aníbal, su papel principal, propició que su entorno se viera regado de calzadas, mansio y ventas, puentes, castillos y fortalezas, casas de postas y estafetas, cortijos, pueblos de fábula y ciudades con genio…, un patrimonio histórico cultural que ha forjado el carácter que mejor define nuestra idiosincrasia, la de una vertiente y la otra. Pues, a fin de cuentas, este hilo enhebraba a gentes de pueblos que pueden parecer tan nada, pero que son tan mucho, como Baños de la Encina, Venta los Santos, Villamanrique, Puebla del Príncipe o Terrinches.

Días atrás, testificando tanta mudanza como desmemoria, hui al Piélago. Aunque creí que era una forma de evadirme, solo fue una excusa para volver a escuchar el callado susurro del Guarrizas, el lamento de una calzada que ya no lleva a parte alguna. El puente, apartado de todo y como si se tratara de un capricho del hombre, se aferra a puerto como barcaza fondeada en medio de la nada. En realidad, se trata de un ingenio romano que sobrevive en la más completa indigencia, en eterna comunión con las miserias de un camino decadente alumbrado en un paraje de cuento romántico, un encajado infierno vestido de ruinas y calzado de olvido.

Como si se tratara de un símil de lo que fueron nuestra sierra y sus caminos, recordando las bondades que en mejores días tuvo el lugar, nos dice el Heraldo de la Industria (enero de 1904) que ‘…La Sociedad ha instalado una hermosa central eléctrica, movida por fuerza hidráulica, de cuya fuerza se sirve y con la que alumbra los diferentes edificios que posee. El molino harinero que ha montado esta Sociedad, su hermosa fábrica de pastas para sopa, su fábrica de chocolate y todas las industrias que abarca, llegan al mayor perfeccionamiento, por estar todas montadas con arreglo a los más modernos adelantos. Esta Compañía industrial, que todavía ha de dar mayores aplicaciones a su actividad, en todo, pero muy especialmente en la preparación de pastas para sopa, ha extremado la bondad de sus procedimientos; la sémola, por ejemplo, la tuesta de trigo rojo, y resulta muy alimenticia é higiénica para los enfermos y para los consumidores. La exquisita pasta de legumbres, llamada con razón especial Piélago, resulta de un paladar tan delicado y tan grato, que este solo producto acreditaría una industria. Los chocolates son, en opinión de muchos gourmets, los mejores que se fabrican en España, por lo cual esta Compañía resulta una industria de excelentes productos y una Sociedad financiera de grandes resultados’.

Más abajo, el camino se diluye y el río se hunde en un profundo remanso. El murmullo del agua enmudece mientras un milano negro rasga el cielo de nuestra Sierra Morena"

José María Cantarero Quesada (El cotanillo)

TORRE DE JUAN ABAD.

"Para celebrar el Día del Libro propongo como uno de los lugares a visitar en Torre de Juan Abad la Casa-Museo donde vivió uno de los mejores escritores del Siglo de Oro, Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos.

Este lugar es muy importante ya que en él podemos encontrar historia y curiosidades de la época y donde estamos rodeados de libros de muy diversas formas, pequeños, grandes, ediciones de lujo, de diferentes épocas (desde 1629 hasta la actualidad) y de diferente temática (prosa, política, morales, humanísticos, sonetos, romances).

Francisco de Quevedo pasó en Torre de Juan Abad más de siete años de su vida, aquí además de ser escritor, escribió más de 50 obras: “La cuna y la sepultura”, “Política de Dios y Gobierno de Cristo”, dos de los sueños “El mundo por de dentro y El sueño de la Muerte”, y diferentes sonetos, sino que también fue un gran lector.

Desde la tranquilidad de estas tierras, leía a los grandes clásicos, de hecho en cada ocasión en la que se desplazaba hasta esta villa, iba acompañado de su biblioteca, “anduve con los libros acuestas”, entre los que contaba con diferentes ediciones de bolsillo.

Actualmente esta casa museo puede ser visitada por todo aquel que lo desee.

Termino con este maravilloso soneto donde Quevedo realiza un elogio a los libros:

"Soneto desde la Torre de Juan Abad"

"Retirado en la paz de estos desiertos,

con pocos, pero doctos libros juntos,

vivo en conversación con los difuntos,

y escucho con mis ojos a los muertos.

Si no siempre entendidos, siempre abiertos,

o enmiendan, o fecundan mis asuntos;

y en músicos callados contrapuntos

al sueño de la vida hablan despiertos.

Las grandes almas que la muerte ausenta,

de injurias de los años vengadora,

libra, ¡oh gran don Joseph!, docta la imprenta.

En fuga irrevocable huye la hora;

pero aquélla el mejor cálculo cuenta,

que en la lección y estudios nos mejora"

Mª Vega Morcillo.

TORRENUEVA.

"Un cine en Torrenueva"

"Desde que cerrara sus puertas, el cine de la Unión, en Torrenueva, parece resistirse a decirnos adiós. Lleva demasiada energía en su interior, demasiadas emociones, demasiadas historias que hicieron soñar a los habitantes de este pueblo manchego. Así, algunas tardes de verano, dicen que desde dentro surge una luz que atraviesa las rendijas y las abolladuras que el tiempo ha descargado sobre él y que esa luz, como si de un proyector se tratara, atraviesa la calle llamando la atención de los viandantes que, curiosos se asoman una y otra vez por las rendijas, sin lograr ver nada que no sean las escasas y ruinosas butacas que quedan en su patio y la pantalla, aquella gran pantalla blanca donde se dibujaban con la paleta de colores que ofrecía el tecnicolor las más increíbles aventuras y donde se representaban los sueños de una manera tan veraz que ganaban con mucho a la realidad. Torrenueva había visto pasar por aquel cine a Errol Flynn, el actor que hizo de su capa un sayo para convertirse en el espadachín más famoso de Hollywood; a James Dean, aquel joven que un día vivió "Al este del Edén", cuya rebeldía le había llevado a la inmortalidad; a la guapísima Ava Gardner, con su pelo negro y sus ojos de esmeralda, que miraban fascinantes desde algún rincón de África en "Mogambo", y hasta a John Wayne, el vaquero eterno y sus aventuras, recorriendo en su caballo las más lejanas tierras del salvaje oeste americano. Pero sin duda, la estrella que más veces había aparecido en la vieja pantalla del cine de Torrenueva, y la más querida, había sido Sara Montiel, cuya belleza superlativa iba unida a su procedencia manchega: Campo de Criptana fue su lugar de nacimiento y, el universo, el lugar donde se quedó a vivir para siempre. Hoy, el viejo cine de Torrenueva, duerme arrullado por la voz de esta estrella, que suena al compás del sonido del piano blanco de la memoria, cuyas notas se dispersan anárquicas por las calles del pueblo y reviven no exentas de nostalgia, las canciones que Sara interpretó en su película más famosa: "El último cuplé" y que dejan una nota de dulce añoranza en el corazón de quiénes las escuchan"

Juan Basilio Martos Ramos (Desde Strómboli)

VILLAHERMOSA.

"Romería de la Carrasca"

"José Cortés, un pastor de Villahermosa, tras una visita a la catedral de Toledo se lleva en un zurrón a la virgen; le acusan de robo y recibe pena en prisión. Después Cortés es liberado, al volver a su pueblo la virgen se le aparece en lo alto de una carrasca, mientras pastoreaba con sus ovejas. Tras reconocer el milagro, los vecinos de Villahermosa construyen en el 1494 una ermita en su honor, situándose en el lugar de la aparición, en el límite entre los antiguos términos de Montiel, Alhambra, Carrizosa y Villahermosa, de ahí viene la canción que dice: 

"Entre cuatro mojoneras te apareciste hermosa, te pusieron a escoger y escogiste Villahermosa"

Con el paso de los años esta ermita se convirtió en el actual santuario de Ntra. Sra. de la Carrasca, donde se celebra anualmente su romería. El origen de esta romería la encontramos en el siglo XVI. En 1530 se construye un edificio donde acoger a los peregrinos en los días de festividad de la virgen. Los traslados a Villahermosa y vuelta al santuario no siempre eran en las mismas fechas, variaba con las peticiones en períodos de sequía y protección ante epidemias y plagas de insectos.

El último fin de semana de abril se celebra la "Traída", la virgen es llevada desde su santuario a la iglesia parroquial de Villahermosa en romería, portada por los "quintos" de la localidad, así como las "quintas" que portan la bandera de la virgen que va presidiendo a "La Morenilla", como se le conoce en el pueblo a la Virgen de la Carrasca. La traída dura solo un día en el cual se recorren a pie los 14 km que separan el santuario del pueblo, donde permanece la imagen hasta septiembre que se celebra la fiesta de la virgen.

 El segundo fin de semana de septiembre se celebra en el santuario la romería que dura 4 dias y que comienza al amanecer con la misa en la iglesia de la Asunción, para después trasladarla hasta el santuario, acompañada por muchas personas y portada a hombros por los "quintos" y las "quintas" que llevan la bandera de la virgen todo el recorrido. Los romeros siguen el camino tradicional de tierra, de unos 14 km.

En esos 4 días que dura su romería se llena de los típicos "chozos", tiendas de campaña, caravanas y los cortijos donde los visitantes y vecinos de Villahermosa viven durante ese tiempo trasladando sus casas al campo para estos días.

Villahermosa es un pueblo en el que la devoción y el fervor se mezclan con la diversión y la tradición.

En 1984 sucedió un hecho que nos conmocionó a todos los que lo vivimos. Un lunes de esta fiesta, un niño de 4 años de nombre "Tito" que se encontraba pasando la romería con su abuela, se perdió durante la corrida de rejones que se celebraba ese día. Todos los que nos encontrábamos en dicha fiesta comenzamos a buscar al niño sin éxito y cuando llegó la noche se organizaron partidas con linternas para buscarlo porque era una noche muy fría y el niño no tenía ropa de abrigo para esas temperaturas. Recuerdo que fue una noche muy larga y hasta que no amaneció no empezaron a llegar noticias de que el niño había aparecido por un camino en mitad del monte, al momento se llenó la plaza y llegó el señor que se lo había encontrado que era guarda de profesión, con la abuela del niño que llevaba a su nieto en brazos arropado con una manta y se dirigía a la capilla donde se encontraba la virgen para darle las gracias.

Más tarde se dijo que al preguntarle al niño que si no había tenido frío aquella noche, el niño respondió que no, que una señora con un manto azul (que era el que la virgen llevaba en ese momento) le había tranquilizado y arropado con su manto. Todos nos quedamos impactados al no saber si el niño lo había soñado o en verdad lo vivió así. Tanto es así, que la abuela le hizo una misa a la virgen para darle las gracias por haber protegido a su nieto. Ese día se comprobó una vez más la solidaridad de todo el pueblo de Villahermosa, así como de todas las personas que allí se encontraban.

Quiero dar las gracias por el apoyo y fechas que yo no recordaba, aunque por supuesto ya sabía bastante de la historia, a mi cuñada Ana María Ruiz Marchante por su colaboración conmigo"

(Fuente:La Hermandad de la Virgen)

Francisca Garrido Garrido.

VILLAMANRIQUE.

"Historia de un libro"

"Cuando los días de los sesenta estaban en las calles, un chiquillo muy hacendoso tocó su primer libro. Al abrirlo sintió una melodía nueva, sus ojos se abrieron al ritmo de las palabras. Parte de su curiosidad innata calmó su sed, a la otra parte le dio hambre. Esa hambre le hizo amar la escuela, abrió sus tímpanos a la voz del maestro y fue uno de los niños más educados. Su madre le daba lustre y cuidados, su padre los víveres. Sobre este sustento fue creciendo con el hambre de saber, soñaba con ser escritor.

Llegaron los setenta, le trajeron la oportunidad de rodearse de libros y un mal cruce. Su madre, bien dispuesta, iba a matricularlo para cursar estudios superiores. Él la acompañaba con un libro en las manos. En dirección contraria soplaba un viento de antaño, empujaba a la que era suegra y abuela. Antes del cruce las paredes encaladas palidecieron con su conversación:

- ¿Ande vais, mujer?

- Vamos a apuntarlo para que siga estudiando el año que viene. Nos ha dicho el maestro que el niño vale.

- ¡Qué cosas tenéis la gente nueva! El muchacho vale, pero pal campo como su padre y su abuelo. Al hijo de la Francisca se lo llevaron a estudiar y se ha vuelto un perro y muy señorito. ¡Quita, quita! Veniros a mi casa y me ayudas a hacer cosas mejores.

Y del brazo se llevó a la madre, al hijo y al espíritu ilustrado que sujetaba aquel libro.

Muy poco después el mozo cambió la textura del papel por la de la harina. Las horas de sueño le alejaron de los libros, pero no del papel. De vez en cuando llenaba un cuaderno, no se sabe quién más a quien. Entre sus manos y el papel tuvo al tiempo, a su fe y llegó a escribir al amor. Cuando lo conoció dejó la tinta con la cadencia que se alejaban los setenta. Su vida respiraba poesía, las rimas consonantes y asonantes se alternaban en los ochenta. Si se perdía alguna rima él era un verso libre, un sano proyecto había auto rescatado al escritor que un día fue y al estudiante que no pudo ser antes. Después creó una familia a la que dedicarse, les escribió al respirar.

Su naturaleza se manifestó de nuevo. Volvieron los libros, volvió el hambre y con ella una máquina de escribir. Dio ritmo a sus palabras, hizo bailar a otros ojos y una noche soñó un hijo de papel.

Sus versos llegaron a brillar como astros en el espacio virtual, sus noches frente al ordenador dieron entretenimiento y esperanza a quienes estaban en otras pantallas. El siglo XXI lo quiso menos de lo que habría debido, le dio las alegrías con las que el tiempo halaga a toda su prole, pero se llevó sus letras demasiado pronto. Escribir le dio la vida, pero aquellos ojos tan abiertos se cerraron para siempre. Sus cenizas encarnaron un libro póstumo, su sueño desde niño se cumplió. Aunque no estuvo para verlo, así alcanzó la inmortalidad"

Antoio Maldonado Muñoz (Ver S.O.S)

PAPÁ, ¿QUÉ ES POESÍA?

"-Papá, ¿qué es poesía?

El padre le responde:

-Mira, es poesía

escribir con rima versos,

para expresar un sentimiento

con motivos diversos

que salen del pensamiento.

Con dos versos es un pareado,

si juntas tres, es un terceto,

pero más difícil y complicado,

es conseguir hacer un soneto.

Versos con rima consonante

como el soneto de Quevedo,

que le mandó hacer Violante.

Yo lo intento y no puedo.

Me confundo con el acento,

cuando repaso la métrica,

pero estoy muy contento

de mi afición poética.

Hay poemas al amor

que muestran alegría,

pero si llega el desamor...

...pués lo rompes a otro día.

Para el amigo o ser querido,

que nunca volveremos a ver

ya que para siempre se ha ido,

pero no le dejamos de querer.

Y como no, para nuestra tierra,

al pueblo que nos vio nacer,

aquí al pie de la sierra

donde vivir es un placer.

Ustedes ya sabrán

que de poetas y locos,

ya lo dice el refrán,

todos tenemos un poco"

Antonio Maldonado García (Memorias de un niño a los 60)

VILLANUEVA DE LA FUENTE.

"La ermita de la Virgen de los Desamparados (patrona de Villanueva de la Fuente), se ubica en un entorno natural con unas vistas privilegiadas de las primeras estribaciones de Sierra Morena y Sierra de Segura y Alcaraz. Desde este mirador, sobre la meseta en la que se asienta la ermita, se contempla una amplia perspectiva hacia el sur con el valle donde discurre el río Villanueva y la sierra al fondo. A los pies de la ermita transcurre lo que fue el Camino Real de Andalucía a Levante, por lo que ya desde muy antiguo la ermita era visible para muchos viajeros. A pesar de su buen aspecto restaurado, algunas piedras y sillares delatan que la antigüedad de la ermita es notable. De hecho, ya aparece nombrada en el diccionario de Madoz (mediados del XIX) y se desconoce la fecha de su construcción inicial, aunque parece ser que ya desde el siglo XVIII era usada para guardar la imagen de la patrona del pueblo. 

En el segundo fin de semana de mayo, se celebra la concurrida romería en honor a la Virgen"

Jesús R. -Mancha Ignota (http://manchaignota.com)

VILLANUEVA DE LOS INFANTES.

"Aún recuerdo la noche de las Cruces desde mi más tierna infancia acompañada de mis padres y mi hermana, las recorríamos todas y nos llenávamos los bolsillos de pulso (cañamones).

Era una noche mágica, todo el mundo llenaba las calles del pueblo y después pasábamos al charco (ponche).

Más tarde era yo la que llevaba a mis hijos y oíamos los mayos a la Santa Cruz. Después yo formaba parte de esos mayos"

Mercedes Serrano Vaquero.

Mi más sincero agradecimiento a todos los que me dieron su apoyo en forma de versos, relatos, aparejos, historias, recuerdos...Todo ello forma un libro en su conjunto. Qué mejor forma de celebrar este Día tan señalado.

Gracias a todos.

23 abril del 2021.