"Las pajas del pesebre ,
niño de Belén,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel"
Lope de Vega.
Miguel Ángel tiene tan solo 10 años, un niño cargado de ilusión. Con su obra consigue repartir este don entre todos los que empatizan con él, la ilusión es contagiosa. Esta preciada cualidad que en algunos desaparece irremediablemente con los años, en este niño queda más que reflejada en el escenario que crea cada Navidad. Y también para el Corpus. Salvo en Semana Santa, que prefiere vivirla vestido de nazareno, llevando al Niño de la Bola, cada festividad religiosa es una oportunidad para demostrar su talento.
Pero volvamos a estos momentos navideños. Desde que tenía 5 años proyecta sus inquietudes en estos escenarios donde también deja su impronta artesana, pues crea casas, establos, pozos...
Su querencia por la Navidad se debe a que así cumple su deseo de ver a la familia reunida y a que el Niño Jesús nazca de nuevo en cada belén que es montado.
Cuando somos mayores proyectamos nuestra ilusión en hijos y nietos para así rememorar nuestra infancia. ¿Quién de ustedes no ha montado un belén? Así los recuerdos se estrechan con la memoria y conseguimos que se nos devuelva, de manera vívida, el instante en que nosotros convivíamos con aquellos que ya han partido para siempre y que, significativamente, nos legaron esta singular tarea, la de montar el nacimiento. La ilusión regresa de esta forma y así seguimos siendo aquellos niños que eran acompañados por sus padres. ¿No es acaso esto la máxima expresión de la felicidad?
"Lloráis entre las pajas
de frío que tenéis,
hermoso niño mío,
y de calor también"
"Dormid, cordero santo,
mi vida, no lloréis,
que si os escucha el lobo,
vendrá por vos, mi bien"
"Dormid entre las pajas,
que aunque frías las veis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel"
"Las que para abrigaros
tan blandas hoy se ven
serán mañana espinas
en corona cruel"
"Mas no quiero deciros,
aunque vos lo sabéis,
palabras de pesar,
en días de placer"
"Que aunque tan grandes deudas
en paja cobréis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel"
"Dejad el tierno llanto,
divino Emanüel,
que perlas entre pajas
se pierden sin por qué"
"No piense vuestra madre
que ya Jerusalén
previene sus dolores,
y llore con Joseph"
"Que aunque pajas no sean
corona para Rey,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel"
"Pues andáis en las palmas,
Ángeles santos,
que se duerme mi niño,
tened los ramos.
Palmas de Belén
que mueven airados
los furiosos vientos
que suenan tanto.
No le hagáis ruido,
corred más paso,
que se duerme mi niño,
tened los ramos"
"Qué tenéis que hacer,
partorcito santo,
madrugando tanto
lo dais a entender;
aunque vais a ver
disfrazado el alma,
¿dónde vais, que hace frío
tan de mañana?"
"Perlas en los ojos,
risa en la boca,
las almas provoca
a placer y enojos;
caballitos rojos,
boca de grana,
¿dónde vais, que hace frío
tan de mañana?"
"¿Qué tenéis, dulce Jesús?,
le dice la niña bella;
¿tan presto sentís mis ojos
el dolor de mi pobreza?"
"Nació de una pura Virgen;
buscadle, pues sabéis donde,
que en sus brazos le hallaréis
envuelto en mantillas pobres"
"El santo Niño los mira,
y para que se enamoren,
se ríe en medio del llanto,
y ellos le ofrecen sus dones.
Alma, ofrecedle los vuestros,
y porque el Niño los tome,
sabed que se envuelve bien
en telas de corazones"
"No lloréis mis ojos,
niño Dios, callad,
que si llora el cielo,
¿quién podrá cantar?"
Hoy nos han acompañado los versos de Lope de Vega, quizás el escritor que nos legó el mayor número de versos sobre la Navidad.
Fotografías de su madre, Isabel.
30 de diciembre del 2025.


















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