"¿Alguna vez has montado en bicicleta? ¡Eso es algo por lo que vale la pena vivir!"
Jack London.
Quizás cuando acaben ustedes de leer esta entrada acudan presto a desempolvar una vieja bicicleta que guarden en el trastero. Con este acto habremos conseguido un primer paso.
Acudí el pasado 15 de junio al VII Encuentro de Bicicletas Clásicas. Se respiraba un sentimiento de dicha pocas veces inigualable, como "niños con zapatos nuevos" fueron apareciendo, los protagonistas de esta historia, poco a poco. El espacio, la Plaza Mayor, marco incomparable para toda clase de actividades, en este caso en concreto, que eslabonan secuencias con cierto grado de ternura, el que se establece entre cada dueño y su bicicleta. Esta veneración transcurrió en diversos actos: la llegada (inicio), la marcha hacia el descansadero del Quijote y el reencuentro en la plaza, donde recibirían un reconocimiento. Quedó reafirmada la convicción de que la bicicleta seguirá siendo parte fundamental en nuestras vidas. Desde pequeños, cuando interrogábamos a nuestros padres con la mirada, pidiéndoles nuestro primer triciclo y con cuánta dificultad se calculaban las cuentas para poder hacer feliz a los hijos. Bicicleta, las más de las veces, compartida.
El eje esencial de esta historia, no podía ser un elemento aislado, la persona que la conducía se convertía en actor y representante de ese pasado, de esa vuelta de tuerca a la nostalgia. Porque algo queda imperecedero en el subconsciente. Cambiaremos con los años pero queda esa impronta imbatible, única, que guardada con celo, con cariño, toma forma y rienda suelta en cada reencuentro de junio en Infantes. Un acertado evento por parte de sus organizadores, que comenzó allá por el año 2017 gracias a Miguel Ángel García y su hermana Gemma. La idea: Obtener fondos para la Asociación ACTÜA (defensora de los animales) de Villanueva de los Infantes. Evento que quizás prenda en otros pueblos, ¿por qué no?
La vida es un ciclo, hasta que no somos mayores no apreciamos el pasado, el nuestro, y el de nuestra familia que nos hizo ser como somos.
Empecemos por el final, por la entrada al ruedo de los sentimientos. Don Quijote y Sancho, encabezan la partida.
PRIMER ACTO: LA LLEGADA A LA PLAZA.
En el inicio, conforme iban llegando los ciclistas, cada cual quedó imbuido en la plaza. Se iban incorporando a ella, como una pieza más, como ficha de este juego tradicional. ¿Quién no ha montado alguna vez en una bici?
Miguel Ángel García y su perrita.
La simpática tirolesa Ada.
Confesaré que fueron momentos deliciosos, expectantes, ¿quién llegará ahora?
Sin darnos cuenta la plaza fue llenándose de bicicletas, resultaba casi imposible seguir el movimiento de cada una de ellas.
Agustín con su cesta de pollitos.
Detalles de su obra.
Puede que se pregunten ustedes a qué época se remontan las primeras bicicletas y quién fue su creador.
El ingenio no es obra de una única persona.
Tres nombres: Karl von Drais, Pierre Lallemente y James Starley, son los que se barajan con mayor fuerza.
¿El año? Alrededor del 1817.
Cada uno de ellos fue introduciendo cambios.
Ahora los participantes toman cada una de sus bicicletas para adornarlas cada año de una forma original, revistiéndolas de pasado, nostalgia entre ruedas.
Ahora se nos presenta la ocasión de admirar tanta diversidad e ingenio.
"Los encontré abrasillaos.
Ni hablar del peluquín.
Ser un convenensiero.
Vaya melsa que tienes.
Un sisiñor sin patas.
Eres un cancanero.
Tener la carne jarra.
A trote cochinero.
Tirarle una ralla..."
Queda poco para que todos inicien la marcha.
SEGUNDO ACTO: LA PLAZA VACÍA.
El silencio fue ocupando su vasto espacio. Así que callejeando vimos alguna bicicleta inherente a este Infantes también clásico, porque ustedes sabrán que es parte esencial del día al día de algunas personas que transitan por su llano entramado.
Una breve parada en la antigua Alhóndiga. Un emblemático edificio que alberga un salón de actos y la biblioteca pública.
Y en la Casa de Rueda. Imprescindible su visita.
TERCER ACTO: EL ENCUENTRO EN EL DESCANSADERO DEL QUIJOTE.
Nos conminaron a acercarnos al descansadero del Quijote donde los participantes habían hecho su parada. Era el momento de recoger el testigo de los protagonistas de esta maravillosa aventura.
"Cuando los ánimos están bajos, cuando el día parece oscuro, cuando el trabajo se vuelve monótono, cuando la esperanza apenas parece merecer la pena, simplemente monta una bicicleta y sal a dar vueltas sin pensar en nada más que el viaje que estás tomando"
A. C. Doyle.
"La vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibrio hay que seguir pedaleando"
Albert Einstein.
"Amo la bicicleta. No puedo pensar en un ser humano decente, hombre o mujer, joven o viejo, santo o pecador, que pueda resistirse a la bicicleta"
W. Saroyan.
"La bicicleta se me reveló como un vehículo eficaz, de amplias posibilidades y cuya autonomía dependía de la energía de mis piernas"
Miguel Delibes.
"Seguramente la bicicleta será siempre el vehículo de los novelistas y los poetas"
Christopher Morley.
"Siempre que veo un adulto encima de una bicicleta recupero la esperanza en el futuro de la raza humana"
H.G. Wells.
"Si te preocupa caerte de la bicicleta, nunca te subirás"
Lance Armstrong.
"La bicicleta es un vehículo curioso. El pasajero es su motor"
John Howard.
"La educación es un continuo proceso, es como andar en bicicleta...Si no pedaleas, no vas hacia adelante"
G. Weah.
"Quien logre llegar a la maestría de la bicicleta ganará la maestría de la vida"
F.E. Willard.
"Me parece que comprar una bicicleta es una buena manera de mantenerse en contacto con la gente"
J. Chipchase.
Aquí, y con las siguientes imágenes, les dejo, para que admiren la bicicleta de este murciano de Cieza, Manuel.
Como si se tratase de una enciclopedia de la vida de antes o un museo etnográfico a pedales.
Lo cierto es que no pudimos dejar de darle mil vueltas a esta joya.
CUARTO ACTO: EL REGRESO, EL DESFILE.
D. Quijote y Sancho dejaron aparcadas sus bicicletas a la espera de la comitiva. Momentos después...
...desfilaron todos los participantes. Qué entrada tan espectacular.
QUINTO Y ÚLTIMO ACTO: EL FINAL.
"En 1927 comienza la construcción del pantano del Tranco (Tranco de Beas), ubicado en el parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén).
Finalizado en 1944, los primeros electricistas, padre e hijo, se desplazaban diariamente desde Cortijos Nuevos al Tranco, teniendo que recorrer a diario sobre 44 km., ida y vuelta, en estas dos bicicletas Orbea, primeros modelos, a principio de los años 40.
Encontradas en Cortijos Nuevos, éstas se encuentran en el mismo estado del momento de su rescate"
La gente se fue reuniendo alrededor de los participantes, era la entrega de premios.
Mientras tanto las bicicletas quedaron aparcadas, en el discreto discurrir del tiempo que ya intuyes que será una larga despedida. Habrá que esperar otro año para revivir todas estas emociones juntas.
Me quedo con esta imagen, la bicicleta como etapa de nuestras vidas. Desde pequeños queremos aprender a montar o ser médicos. Con los años la ilusión se pierde y vira hacia otros caminos, sin embargo, la bicicleta, aparcada en nuestras viviendas, siempre estará ahí, dispuesta, para sacarla de nuevo a la circulación.
15 de junio del 2025.
Dedicado a un infanteño al que admiro, José Luis Pacheco. Aquel que a más de uno nos ha arreglado un descalabro, ha apaciguado un dolor o simplemente nos ha arrancado una sonrisa. Gracias por toda una vida entregada a los demás.
Ojalá Pacheco disfrute de su nueva etapa con la tranquilidad que otorgaba acudir de acompañante a Urgencias y ver que la persona enferma estaba en sus manos. Que tenga mucha salud para disponer de su tiempo. Un abrazo para ambos.
ResponderEliminarPreciosismo Rosa que recuerdos de ver todas esas cosas de hace tantos años ,y mil gracias cn por esa labor y este trabajo que haces 😘😘😘
ResponderEliminarLo único que he hecho ha sido informar acerca de los que vimos. El mérito siempre estará en los participantes y en quienes les ayudan. Infantes va creciendo en cultura popular, está imparable. Gracias por comentar, un saludo.
EliminarJosé Luis gracias por los años de trabajo y dedicación, tu legado perdurará. Disfruta de cada momento de tu jubilación
ResponderEliminarMe ha gustado mucho
ResponderEliminarUn excelente médico y vocacional
Bien traída la descripción del evento.
ResponderEliminarEstá en sintonía con la originalidad, el arte y la simpatía de sus participantes llenando calles y plazas de color y de vida, cosas que en nuestros maltrechos pueblos son gloria bendita.
Mis mejores deseos para José Luis, le recordaremos por su bien hacer, su sencillez y su cercanía. Mucha suerte!!
Por la parte que me toca, mínima y hecha de corazón, gracias. A todos los que citáis a nuestro amigo José Luis, muchas gracias, siempre le recordaremos. Saludos.
EliminarPreciosa referencia. Gracias. Yo no tuve bici en mi infancia, pero aprendí a montar con las de potros niños y siempre me ha gustado. tardé mucho en tener una propia, pero cuando la tuve, la disfruté y saqué provecho. La he tenido hasta hace unos años, que la regalé, pues ya no "debía" usarla. Un abrazo-
ResponderEliminarQue este tipo de eventos, tan nostálgicos, saquen los recuerdos de quienes leéis, me hace feliz. También pude recordar aquella bicicleta que entró en nuestras vidas, quizás demasiado tarde. Con mi primer sueldo le regalé una a mi hermana pequeña. No pude aprender. Así que hace unos años, con una de tres ruedas, recuerdo ver una así en Villahermosa, pude cumplir mi sueño. Nunca es tarde. Gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarEl año anterior estuve y me parecieron unos locos maravillosos. Entrañable tu dedicatoria a Pacheco, gran médico y mejor persona
ResponderEliminarEste ha sido mi primer año. Creo que deberíamos volver el próximo, tú también. No lo olvides. Gracias por tus palabras hacia nuestro médico. ¡A cuántos nos habrá atendido en estos largos 20 años! Un abrazo.
EliminarGracias Rosa por compartir tus experiencias desinteresadamente con todos. No hay ningún tema que no resulte interesante, es imposible empezar y no terminar de leerlo del tirón. ¡Eres envidiable!
ResponderEliminarAprovecho para desearle a D. José Luis Pacheco una larga, feliz y merecida jubilación. Darle las gracias por los años dedicados a la profesión. ¡Cuánto bien hacéis! Siempre he pensado que los sanitarios sois ángeles en la tierra. Deseo salud y larga vida a estos dos grandes profesionales. Un fuerte abrazo.
Por la parte que me toca, me dejas sin palabras, muchas gracias. La intención de este blog siempre ha sido el motivaros a que "salgáis" a conocer este Campo de Montiel tan desconocido incluso para sus habitantes.
EliminarA José Luis todos le echaremos de menos, su larga trayectoria nos deja con un grato recuerdo.
Un abrazo muy fuerte, amiga.
Bueno Rosa que bonito, me has echo recordar la primera vez que yo aprendí a montar en bicicleta me trage una maraña vulgar mente dicho jajaja, pero 50 años después sigo montando de echo hace 8 o 9 años nos compramos una bicicleta cada uno mi marido y yo y estoy súper contenta, aunque dependo de poco tiempo pará montar pero lo que bien se aprende tarde se olvida, gracias por esta entrada tan especial dedicada a José Luis un médico de 10 por su amabilidad y un buen médico, aún en su etapa tan dura de estos últimos años el siempre al pie del cañón quizás no sepa quién soy pero aveces cuando hemos ido a urgencias hemos ablando alguna cosillas, su trayecto ya a cumplido ahora a disfrutar de su jubilación lo echaremos de menos en el trabajo pero contenta de verlo ya jubilado, un fuerte abrazo de parte de Juan mi marido y mío para los dos.
ResponderEliminarPrecioso lo que cuentas, Paqui, muy entrañable. Veo a tu Juan algunas veces en la bicicleta, siempre ilusionado, a pesar de sus dolores. Un ejemplo a seguir.
EliminarSe lo envío a José Luis.
Un abrazo muy fuerte.