"Muero lentamente porque no tengo a nadie con quien hablar de insectos"
Charles Darwin.
Imagínense por un momento que dentro de unas horas pudieran enrolarse en el buque (Casa de Quevedo) para unirse a la expedición que el naturalista, a la par que acuarelista, Paco Molina, dirigirá.
Como buen comandante del navío les irá mostrando su obra, producto de esa mezcla de arte y sensibilidad que adquieren los pintores cuando conocen de primera mano lo que la naturaleza les sugiere.
Siempre he pensado que la acuarela era la forma más sublime en la pintura, el antecedente de la fotografía en color. Recordemos que Darwin se apoyó en su amigo, el acuarelista Conrad Martens, que en noviembre del 1833 se unió al barco HMS Beagle, para ilustrar su diario de a bordo.
Porque admirar una exposición también es un viaje. Una ruta hacia lo que desea manifestar el autor. Aquí podrán ver una serie de acuarelas donde los coleópteros ganan la partida, en número y en colorido.
Pero también podrán admirar este legado histórico, calles y plazas, que enlaza las poblaciones de Infantes con Torre de Juan Abad.
Resulta curioso que sea aquí, precisamente en la Casa de Quevedo, donde estas acuarelas se encuentren.
He tenido la suerte de poder conocer al autor esta mañana y mientras colocaba sus cuadros me he atrevido a curiosear en el porqué de sus inquietudes.
Su origen está en Granada, ciudad que derrocha arte y que lo impregna por cada rincón de su entreverado callejero. Y me viene a la memoria otro gran acuarelista, David Roberts, que justo en el 1833, curioso, recaló en Andalucía.
Dibujaba desde pequeño, pero hará unos diez años se decide a pintar con más asiduidad. Y ésta sería su tercera exposición. Las anteriores en su pueblo adoptivo, Villanueva de los Infantes.
-¿Por qué la acuarela?
-Me apasiona la naturaleza (hoy es nuestro Darwin recuerden). La acuarela es rápida, sutil, me permite representar todo ese amplio colorido que observo. Admiro los coleópteros, estos insectos que habitualmente la gente rechaza y que trato de que los vean como yo los veo, son hermosos, no deberían parecernos repulsivos. Tratemos de conocerlos, saber de ellos. Para eso he confeccionado unas tarjetas junto a cada cuadro con información detallada.
-¿Pero aquí has expuesto otros animales, otros temas?
-El elefante, por ejemplo, lo realicé hace tiempo. La cebra, hará unos días. También he pintado rapaces, algún retrato, rincones de la Alhambra (aquí vemos a nuestro Martens particular, capaz de enroscarse a cualquier rincón de este mundo)
Será a partir de las 18:30 h. cuando ustedes puedan acercarse a conocer al autor con su obra. No es lo mismo visitar una exposición sin el capitán del navío, sin tener la oportunidad de inquirir en las reflexiones, que prenden en nuestro espíritu, gracias a la esencia de la delicadeza de la acuarela que es manejada con maestría.
18 de octubre del 2025.
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