"No encontrarás los confines del alma ni aún recorriendo todos los caminos; tal es su profundidad"
Heráclito de Éfeso.
Es tiempo de lirios, a pesar de los pesares, cada año son fieles a su presencia en estos terrenos kársticos.
Quizás he llegado tarde para admirar la extensa floración, pero aún repuntan bastantes.
Habrán pasado el verano guarecidos bajo tierra, son bulbos, y ahora nos ofrecen su variopintos colores, gamas entre azul y violeta, la mayoría y en minoría, los blancos.
Tus nombres:
Iris planifolia, lirio de invierno.
Sois una flor ligada a la Historia, los griegos, por ejemplo, os ligaron a su diosa Iris. Y en la Edad Media, la flor de lis, en heráldica, fue rápidamente difundida.
Pero nunca vienes solo, aquí apareces muy bien acompañado por otro bulbo con adhesión a estos terrenos. El narciso.
Sí, tu nombre es: Narcissus bulbocodium. Pero también te conocen por: Campanilla, campanillas del campo, narciso nival, trompeta de Medusa.
Sirva esta entrada para mostrarles lo que el invierno nos regala cada año pero, también, sirva para proteger a estas flores, por favor, no las arranquen. Dejemos que algo que sucede año tras año permanezca, no lo alteremos.
Febrero del 2024.
A Amalia, por su sensibilidad y amistad.
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