En las Relaciones topográficas de Felipe II no se hace mención a ninguna ermita de Villamanrique, pero si buscamos en las de la Torre, (recordemos que se deslindó de ella), leemos: "...Y que hay otras ermitas de San Pedro y San Miguel donde se tiene devoción y van en procesión a ellas..."
¿Pudiera ser que hubieran compartido ermita?
Seguimos intercalando historia con caminos y parajes, devuelvo a la actualidad al viejo mapa y es entre la Haza del Cardo y Los Aprisquillos donde se encuentra ese camino a San Miguel.
Puntualizemos un hecho imprescindible en esta historia. Es San Miguel además de ser protector de ejércitos, el que pesa las almas, y también el que cuida las cosechas. De ahí que la fecha de su festividad sea el 29 de septiembre, cuando entrará el nuevo año agrícola.
Santo venerado por templarios, patrono de campaneros, protector de los toros y que como tantos otros tuvo su antecedente pagano.
Año de 1719, los visitadores de la Orden de Santiago, en Villamanrique, dicen acerca de las ermitas de San Cristóbal y San Miguel :"...se allaron de solar y solo algunos zimientos y pedazos de murios, señales de que alli estubieron...de muchos años a esta partte estan destruidas"
Año de 1788, en las respuestas al interrogatorio del cardenal Lorenzana, Francisco Jiménez Gómez, en su artículo "Patrimonio religioso de Villamanrique":
"...existían las ermitas de Ntra. Sra. de Gracia, Ntra. Sra. de los Dolores y la de San Miguel, estando todavía en construcción la de San Sebastián. Alude también a la demolida de San Cristóbal, en la cumbre de la sierra..."
Qué nos dice Madoz acerca de estas ermitas en su Diccionario (1845):
"...cerca de esta iglesia la ermita de San Sebastián sin construir; la de San Miguel, en la calle grande, arruinada; en las afueras en diferentes puntos las de Ntra. Sra. de Gracia, San Miguel del Campo, San Cristóbal, todas en el mismo estado, y al N. el cementerio"
Años después, Hervás (1899) en su Diccionario nos deja:
"...Tenía además este pueblo Pósito, casa ayuntamiento y las ermitas de San Miguel del Campo, S. Cristóbal, de la que hablaremos después y Ntra. Sra. de Gracia, hoy todo arruinado"
En la Calle Grande o Jerónimo Frías podemos hoy admirar la fachada de la ermita. Es obvio que el culto se trasladó desde el campo al interior del pueblo. Y el paraje tomó su nombre y pasó a llamarse Campo de San Miguel. O quizás nuestra ermita jugó un papel trascendental en la Edad Media y la amplitud de sus heredades traspasó límites.
Una serie de interrogantes siembran de nuevo dudas por doquier, como durante cuánto tiempo hubo culto en esta ermita.
En la actualidad en el pueblo solo hay dos ermitas, de fábrica nueva, San Cristóbal y San Isidro.
Imprescindible: "Villamanrique, tierra de historia y de poetas" de Carlos Villar Esparza y Constancio Zamora Moreno.
Anexo:
Hoy día 28 de agosto del 2021 regresé al Campo de San Miguel tras una última pista. Muy cerca había estado la semana pasada, solo tenía por librar un único movimiento. En la Haza del Cardo, tan próximo al lugar visitado, junto a las ruinas que nada me decían, entre jóvenes almendros, allí estaba lo que quedaba de la ermita de San Miguel, un rectángulo se adivinaba. Quizás para algunos sea poco pero para aquellos que nos preguntamos el porqué de las cosas sí que cobraba sentido. Ruinas cercanas al Pizorro de San Miguel, una espléndida atalaya que vigila una vasta extensión de estos campos que mil veces surcarían gentes por diversos motivos, quizás con una idéntica devoción que ahora nos resulta difícil de entender. Como una oleada que impregnó el nombre de montes, arroyos, parajes que surcan los vaivenes de la historia, todos embarcados sobre el mismo mar.
Una senda, la misma que los fieles tomaban para acercarse, como punto final, a la ermita.
Al fondo Villamanrique y los Pizorros de las Viñas.
En la parte superior pueden observar el rectángulo que ocupaba la ermita.
En este mapa histórico del cual no puedo entregar datación, otro descuido mío, pueden observar la importancia del enclave de San Miguel. Recordemos que hay constancia de que ya existía en el siglo XV.
Agradezco las indicaciones de Enriqueta y Bienve, sin ellos no habría llegado.
Interesante paseo por el tiempo y nuestra tierra. Eres una todoterreno incombustible, un abrazo.
ResponderEliminarGracias Antonio, disculpa que no te contestase hasta hoy, pero ya he dado con las ruinas. Aunque nunca se cierra un tema, el camino sigue abierto, un abrazo.
EliminarHoy la entrega corresponde al resultado del trabajo conjunto de una rastreadora todo terreno y un incansable ratón de biblioteca, todo aunado en Rosa, incansable andariega siempre en busca de algo nuevo, o viejo, o... Gracias por esta nueva entrada que nos enriquece. Un abrazo.
ResponderEliminarEs lo viejo lo que me interesa, lo nuevo me abruma. Muchas gracias por tus palabras, un abrazo.
EliminarEnhorabuena amiga Rosa, cabezona eres como tú sola, pero al final lo has conseguido. La ermita debió tener una estructura formada por cerchas y correas en madera de pino, y cubierta de teja árabe a dos aguas. Tendría una puerta de acceso en una de las paredes maestras y la entrada de luz al interior de la sala se produciría a través de ventanales.
ResponderEliminarSi sirve de algo, sobre la misma época, en Segura de la Sierra había otra ermita de dimensiones parecidas, la Ermita de San Vicente, que destruyeron los franceses, pues bien, en visita realizada a Segura por los “visitadores” de la Orden de Santiago, dicen, y así quedó reflejado en el inventario de la ermita, que en su interior había:
- Un cuadro de San Vicente al óleo, colgado en la pared.
- Una gran lámpara de pie.
- Un altar con manteles.
- Y una chimenea a la entrada de la ermita a la izquierda, para que se calentara el “ESTERO”, debido al frío tan intenso que hacía en el monte.
Como aquí no se puede incluir fotos, la tengo reconstruida de forma virtual, y seguro que no estaría lejos de la realidad.
Gracias por tu trabajo. Tu amigo Miguel.
Aquí tengo los fines de semana, lógicamente a primera hora, para ir caminando para encontrarla, ninguna hazaña, pues. Pero sí puede que recuerdes cuando hace unos años iba para Segura de la Sierra, creo que fue al tercer viaje que encontré la ermita de la Sierra del Agua, no hay palabras para explicar la emoción que sentí; el esfuerzo, no hay medida. Jamás publiqué esa entrada, la guardo por si dentro de unos años tengo "espacio y tiempo" para dedicarlo a esas excursiones que nunca podré olvidar.
EliminarTe agradezco tu valiosa información. Los Visitadores de la Orden son los únicos que podrían darnos respuestas, ¡quién pudiera indagar en esos documentos!. Qué cerca estuvo siempre el Campo de Montiel de Segura de la Sierra. Un abrazo.
Incansable, tremendamente incansable. Enhorabuena amiga!!!
ResponderEliminarMás que inncansable, soy muy tozuda, y no paro en cuestiones de caminos, por lo que me dan y me llenan. Muchas gracias, amigo.
EliminarMuy interesante la investigación, conocer tantos parajes que posee Villamanrique .Muchas gracias Rosa
ResponderEliminarEs un trabajo colectivo, aunque viaje sola, me apoyo en los libros y en los colaboradores que siempre están ahí para echar una mano. Gracias, un saludo.
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