domingo, 8 de marzo de 2020

Y EN SU TORRE, LAS CIGÜEÑAS. TORRE DE JUAN ABAD.





Y un buen día decidí que sería bióloga. Todo trascendía de ese ir y venir, de ese trasiego en mirar a las cigüeñas en su torre. Porque pensé que ya inmersa en un oficio no tendría que ser Dios para acercarme a ellas. Hice un amplio listado de figuraciones, de libres versiones, de relatos mitológicos, de contrariedades en simbología. Y vi que no acertaba con ninguna propuesta, que ni de lejos podría entrever lo que cercan las palabras, y dejé de lado ensoñaciones y oficios y me planté en la tierra...




Y todo lo que aprendí me lo explicó Sandalio Ginés Moreno, el vio llegar a las cigüeñas por primera vez:
"Mi padre era labrador y un buen día se le metió en la cabeza que construiría una cerámica aquí para hacer tejas, y aún me pregunto por qué lo haría. Fue allá por el 1919. 
Yo tengo ahora 95 años, era entonces un niño que se entusiasmaba viendo como pisaban el barro en las tres pilas que allí había y plantándome ante el pequeño horno.




Funcionó poco tiempo, hasta el año 1925 o el 1926, no recuerdo bien. ¿Qué por qué dejaron de cocer? La tierra no era de calidad. Se recogía de un pedazo que tenemos ahí cerca del hotel, en la carretera a Villamanrique. Esta tierra necesitaba de maquinaria que aquí no había, todo se hacía a mano. Al final las traían de cerámicas de Tomelloso. Se podrían haber fabricado ladrillos pero por aquel entonces, en esta tierra, se seguía con la tradición de construir con adobes, los hacían cerca del arroyo, en los Quiñones.




¿Qué cuando vinieron las cigüeñas? Llevarán aquí con nosotros unos 50 años, más o menos.



Se vino abajo la torre porque ellas tenían la costumbre de robarles la ropa a las mujeres cuando iban a lavar fuera, eso mezclado con barro debía pesar mucho y la torre cayó. Luego la arreglamos y ellas tardaron años en regresar.




Tengo tantos recuerdos, entre ellos el de aquella corrida de toros en el año 1929. Donde hoy ves el centro de salud y las nuevas viviendas, todo eso era un enorme solar, solo hubo que vallar con madera y se celebró no solo la corrida también una obra de teatro"



La emoción surge en el que habla por devolver la voz a sus recuerdos, la emoción también surge en la que escucha, por remover la nostalgia de lo que no conoció y hubiera querido hacerlo.
Cuando salgo de su vivienda, apretándome al cuaderno, me veo como si fuera una niña en la Torre que, de noche, cuando ha de hacer recuento de lo que quiere ser de mayor, extiende todo lo largo que es el telescopio de sus sueños, y se traslada de pueblo, y en su ventana, alumbrada por velas, cree vislumbrar el modo de encender las ilusiones. 

Dedicado a un hombre entrañable, Sandalio Ginés Moreno, que supo emocionarme con sus recuerdos.

Fotografías de Miguel Felguera.


14 comentarios:

  1. Preciosos testimonios los de Sandalio con la memoria y Miguel con su objetivo.

    Un abrazo

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    1. Por ello debemos sentarnos con nuestros mayores a escuchar, siento haber perdido mi tiempo en otros quehaceres. Las fotografías de Miguel llegan más allá de la Torre, ves como viajan a través de todo el Campo de Montiel, ya no hay límites. Muchas gracias, un abrazo.

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  2. Desde pequeña, he visto esa chimenea y a sus cigüeñas, muchas veces me he preguntado quien la construiria y mira por donde me he encontrado el trabajo hecho.
    Eres necesaria para más cosas de las que crees y una es más vaga de la cuenta.
    Si sumas tus circunstancias a tu actividad, te sale a devolver.
    Bonitas y luminosas fotos, cómo todas las que hace ese enorme fotógrafo. No os canseis de alegrarnos el día.

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    1. A qué interesante conclusión llegas. Lo que cada uno podéis aportar es mucho más de lo que pensáis, ahora que todo transcurre deprisa y con equívocos es la hora de plantarse a escuchar, muchas gracias, un abrazo.

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  3. Amiga Rosa, en primer lugar, y aunque tarde, felicitaros a Miguel y a ti por iniciar esta nueva aventura. Ya veréis como os irá bien, pues quien no se embarca no se marea.
    He leído el trabajo que habéis publicado sobre las cigüeñas en la Torre de Juan Abad, y he contemplado las fotografías de la chimenea de la antigua cerámica, y sobre todo me he fijado en el detalle de la terminación de la coronación de la misma. Es curioso ver como cada lector que se acerque a esta publicación sacará conclusiones diferentes; la mía: pensar como construyeron el horno y la chimenea ¿Sabías que este tipo de construcción la realizaban especialistas venidos del Levante? ¿Que no se utilizaban andamios exteriores, si no que se iba construyendo desde dentro hacia fuera? ¿Que cada jornada los obreros se introducían en su interior y ascendían a través de los pates que iban colocando en la pared vertical del interior de la chimenea? ¿Que los ladrillos y el mortero utilizando poleas ascendían por el mismo sitio? Y de la verticalidad ¿Qué me cuentas?...... Al final estas “obras de arte” se mantienen en pie gracias a sus mejores guardianas:¡las cigüeñas!
    No dejaré de contemplar, DM, está construcción cuando ponga mis pies en La Torre. Lo mismo me equivoco, pero este “hito” debería formar parte de la oferta turística del pueblo: La Casa museo de Quevedo, La Casa de la Tercia, La iglesia de la Virgen del Olmo y la ¡Chimenea!
    Un abrazo y buen día.

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    1. Necesitamos aportes tan valiosos como el tuyo, a través de tu experiecia, de tus ojos, diseccionas lo que queda tan lejos para muchos de nosotros. Hacéis un buen equipo, si Miguel no hubiera hecho estas instantáneas, no habrías podido desarrollar tu memoria de esta torre sobre los recuerdos de otras, muchísimas gracias porque contigo siempre se aprende.
      Será maravilloso escucharte en la Torre el próximo día 28, ya falta menos, un abrazo.

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  4. Bonita historia la de las cigüeñas, qué memoria para tener los años que tiene este señor, yo recuerdos desde siempre de verlas ahí con el nido y del fotógrafo preciosas como siempre sin palabras.

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    1. Es importante que también esto te haya devuelto tus recuerdos, las vemos al pasar ahí arriba, y dejamos de hacernos preguntas, pensamos que siempre estuvieron ahí. Y es gracias a Sandalio y a Miguel, que también las observaba, que esta entrada pueda ver la luz, muchas gracias.

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  5. Bonito reportaje con unas fotografías magníficas por parte de Miguel y un poco más de historia y de emociones en la Torre de Juan Abad. Enhorabuena!!

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    1. Así se incrementa el cariño que tienes por tu Torre. "Una imagen dice más que mil palabras" y si le añades las palabras de Sandalio todo se complementa como es debido, los buenos recuerdos no deben caer en el olvido, muchas gracias.

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  6. Gracias, Rosa y Miguel. Éstas imágenes y palabras hacen que recordemos muchos momentos vividos con ésta torre de fondo. La gente de mi generación hemos crecido con las cigüeñas habitándola, marcando el ritmo de las estaciones y también un poco de nuestra vida.

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    1. Y qué suerte habéis tenido, tenéis, porque seguís habitando en un pueblo hermoso que destila historia por cada rincón, donde la cultura nunca se marchitará mientras personas como tú continúen regándola, muchas gracias.

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  7. Ah, pues no sabía que las cigüeñas robaban la ropa tendida. Qué interesante, al parecer son como las picazas, solo que estas roban joyas y todo lo que brilla. Sigue exprimiendo la memoria de Sandalio, Rosa, seguro que te sorprenderás con sus relatos, y te emocionarás. ¡Qué bellas fotos!
    Un abrazo

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    1. La memoria de Sandalio y las fotografías de Miguel han resultado ser otro tipo de ave a la vez entrañable y mágica, poner alas a las palabras siempre fue posible, muchas gracias.

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