"Agranda la puerta, Padre,
porque no puedo pasar.
La hiciste para los niños,
yo he crecido, a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad;
vuélveme a la edad aquella
en que vivir es soñar"
Unamuno.
El niño se apresuraba a moldear entre sus manos una figurita de su Nacimiento, se acercaba el día de Navidad y le faltaba una, la del Rey Mago Artabán. La indecisión ante la forma con la que debía concluirla era la causa de que ésta le faltase. Sus ojos habían tomado nota de todos aquellos belenes que se repartían por su pueblo, Villamanrique. Cada cual había conseguido "atar" la Navidad a sus hogares. Eran los niños junto a sus abuelos los que vigilaban los imperceptibles pasos de los Reyes Magos hacia el portal.
Le resultaba harto difícil concluir su pieza, la más preciada, aquella que recluida en el olvido debía aparecer en su escenario. ¿Cómo sería?
Había sido su abuela la que año tras año, por estas fechas, conseguía prender en él la llama de las cavilaciones. Ella era una magnífica contadora de historias. Obtenía tan solo con su poderosa dicción colocar a su nieto en el escenario de la recóndita Belén.
Debía esperar un año entero para volver a escuchar el laborioso viaje de Artabán. Pero complacido, al final, entendía que aunque nunca llegó a ver a Jesús, con los tres regalos que le llevaba, había conseguido salvar a tres personas y que con esto, su labor, su entrega, había merecido la pena.
"Esta es mi obra"- se decía complacido observando su belén.
Durante todo un año iba elaborando en su mente cada rincón, cada figurita, porque en estos días necesitaba devolver a la vida a estos acontecimientos que para él eran ya más que una tradición.
"Quizás el destino nos tiene preparados a cada cual una misión distinta"- se preguntaba.
Cada escenario tenía su sentido, así registraba los hechos comunes y también los extraordinarios. Aquí se fundía lo cotidiano con lo mágico. Aquí se envalentonaban los sueños hasta hacerse realidad.
Su abuelo había sido pastor, este oficio que hoy iba cayendo en desuso, por desgracia.
Pensaba que en cada figura habitaba el alma de aquellos que habían partido, familiares, conocidos. Hasta creía notar cómo se movían en la oscuridad de la noche. Así registraba en las páginas de su abierta memoria cada imperceptible paso.
Con idéntica mirada de niño, ese crío que nunca creció, hoy observa con detenimiento y entiende que quizás Artabán sí que llegó a tiempo, solo que se integró entre el pueblo y expandió la llama de la solidaridad"
Nacimiento creado por Paulino Nova García (Villamanrique)
Enero del 2025.
Muchas gracias Rosa que bonito el belén y los textos, muy bien 🥰👏👏
ResponderEliminarPaulino lo ha vuelto a conseguir, su obra es la que hace girar este "mundo". Gracias, un saludo.
EliminarGracias por enseñarnos esta obra de arte belenística. Es admirable la entrega de Paulino.
ResponderEliminarUn abrazo
Has podido comprobar la magnitud de su obra. Es un artista imprescindible en las navidades de Villamanrique. Gracias. Un abrazo.
Eliminar