domingo, 7 de julio de 2024

CAMINANDO HACIA LA CUEVA DE LA MORA (VILLANUEVA DE LOS INFANTES)

 



"Ni el pasado ha muerto

ni está el mañana,

ni el ayer escrito"

Antonio Machado.


Me preguntaron un día cómo llegar a la Cueva de la Mora y lo más sencillo para mí fue el volver a ella para desentrañar los caminos que nos llevan a este excepcional paraje, de ahí que les deje hoy cómo acceder a este recóndito "pasaje histórico", y digo recóndito porque nada nos indica su situación, volvemos a encontrarnos en la tesitura de que llegar a él, como a otros tantos lugares,  acabe siendo un alarde de casualidades. En otra entrada les explicaré cómo accedí a la Cueva de los Toriles, también en Infantes.



Y todo esto no ocurriría si una servidora hiciera uso de los medios digitales, pero sigo siendo muy tradicional en lo referente a los senderos y me da por pensar que por fin algo va a estar bien señalizado y que se accederá a enclaves históricos sin dificultad.

Viniendo de Almedina en dirección a Alcubillas, nos encontraremos, antes de la rotonda, con una calle a la izquierda que lleva el nombre de Camino de Jesús en Pie, será nuestro inicio, hay donde aparcar.







Tras las señales veremos un cartel:

"Camino del Becerril. 

10 km. 

Lugares de interés: Ermita de Jesús en Pie. Siglo XVI"




Infantes cuenta con varias ermitas:

San Sebastián, Cristo de Jamila, San Miguel, San Antón, el Calvario, Jesús en Pie y el santuario de la Virgen de la Antigua. Su excepcional patrimonio religioso queda completado con numerosas iglesias.

En el interesante trabajo, léanlo por favor, de José Javier Barranquero acerca de la visita de la Orden de Santiago del año 1719, nos indica que las ermitas eran las siguientes:

San Cristóbal, San Juan Bautista, San Lucas, San Sebastián, la de Jesús Sentado y la de Santo Tomás de Villanueva, solo esta última estaba en el casco urbano.

Estos datos nos aportan que la advocación de la ermita que vamos a ver en nuestro camino de ahora pasa de ser de "Jesús Sentado" a "Jesús en Pie". Además de que San Cristóbal ocupó el cerro de la Mora que seguidamente veremos.




"La ermita de Jesús Sentado se localizaba a unas cincuenta varas"por baxo de la de San Christobal", ermita que a su vez se levantaba a un cuarto de legua de la localidad "por baxo de la fuente de la moraleja" El edificio se construyó en 1700 y fue costeado por don Francisco Quijano y Ceballos, caballero de la Orden de Santiago que fue comendador de Ocaña y gobernador del Campo de Montiel, aunque también se emplearon las limosnas que recogió este personaje entre los vecinos de la localidad. 




Don Francisco dejó constancia de su labor de mecenazgo colocando su escudo de armas y una inscripción alusiva a la construcción de la ermita en dos zonas del edificio, concretamente en el anillo de la cúpula y sobre la puerta de entrada. La inscripción, que se ha reproducido en varias ocasiones con algún pequeño error, afirmaba que "Estta ermita de Jhesus sentado hizo a su costa y devozion el señor don Francisco Quixano y Zevallos comendador de Ocaña en la Horden de Santiago siendo governador y capitan a guerra desta villa y parttido del Campo de Montiel por su magestad año de mill y settezientos"; mientras que el escudo poseía dos cuarteles "el uno canpo azul y en el otro de unas bandas de plata en canpo azul y a los lados de dicho escudo dos leones y porzima un morrion"...






"...la ermita de Jesús Sentado contaba con una estancia o "cuarto" adosado al lado de la epístola "que se dize fue la ermita antigua de Jhesus" La visita, además, nos proporciona varios datos de interés relacionados con la posible procedencia de la imagen que se veneraba en esos momentos en su interior y con la importancia que tenía dentro de los esquemas devocionales de la comarca. En relación con la primera cuestión, el documento menciona la donación de un "ramillete de flores de seda que tiene su magestad en las manos que lo embiaron las monjas de Murzia", un dato que nos induce a pensar que la imagen procedía de esta localidad. 






Por otra parte, la visita recoge la presencia de exvotos en las paredes de la ermita, referencia que tiene una relevancia muy especial porque es el único edificio en el que se menciona la existencia de este tipo de elementos, y además recoge otra donación que dejaría constancia de la devoción que había despertado esta imagen en otra localidad de la comarca. Nos referimos, concretamente, a "un cordon de seda morada y oro que dio un devoto de Villahermossa"


"Las ermitas del Campo de Montiel según la visita de 1719"
José Javier Barranquero Contento.
 


Seguimos nuestro camino, en esta primera parada, habremos aprendido bastante sobre esta ermita.



Justo al llegar a este primer cruce de caminos me encuentro que nada hay indicado acerca del paraje de la Mora. Tras indagar en cada uno de ellos finalmente me decanto por el de la derecha.



Paso por delante de un cortijo.




"El mundo está lleno de cosas obvias que nadie observa por casualidad"

Conan Doyle.



Otro cruce de caminos. Esta vez bien detallado.



Camino de Valosolmos.

7,6 km.

Lugares de interés:

-Pozos Nuevos. 1 km.

-Caseta del Diablo. 1,3 km. Izq.

-Cueva de la Mora.

-Lavaderos.

-Chozo Muedas. 5 km. Izq.

-Chozo Calceto. 5,5 km. Dcha.

-Chozo Orujo. 6 km. Izq.




A mi izquierda, una finca.




Y ahora dejaré este histórico camino de Valosolmos para desviarme a la izquierda.




Adentrándonos unos metros nos encontraremos con el panel indicativo de todo lo que encierra este bellísimo paraje.





Como no es cuestión de repetir lo que ya escribí acerca del enclave (véase la entrada: "Un lugar incierto. La Cueva de la Mora"),
 les recordaré qué podrán ver o intuir:

-Cerro de la Mora.
-Lavadero.
-Pozos Nuevos.
-Cueva de la Mora.
-Trono o Caseta del Diablo.
-Canteras.
-Plaza de toros.

Justo debajo de este emplazamiento, pero cubierto por la vegetación
veríamos el lavadero.





Cerro de la Mora. 
En su cima se situó la desaparecida ermita de San Cristóbal.





Siempre a nuestra izquierda, bordeando el cerro, caminaremos.





Nos encontramos con el trono.





Trono o Caseta del Diablo.
El acceso es complicado.





Panorámica desde el cortado.





Se cree que fue un pequeño eremitorio de origen mozárabe.




Fuente: internet.






Estas canteras tienen, a su vez, un origen incierto.





Seguimos caminando hasta las canteras, allí las higueras se han adueñado de los barrancos.





Canteras.
Quede constancia de las numerosas piedras calizas que aún quedan, inacabadas.







En la página Ruidera treasures, en la entrada: "El cerro de las Canteras", pueden ver cómo trabajaban la piedra.





















De vuelta.






Me detendré a deambular entre las enormes piedras que conforman esta ladera para buscar señales del pasado.






Una vez más nos hallamos ante un paraje habitado desde la Prehistoria, donde el agua y los caminos jugaron un papel fundamental.




La vuelta la haré por el mismo camino.





Mientras tanto, quizás ajena o no, al devenir de los siglos, la primavera pinta con amapolas los campos.

Abril 2024.



4 comentarios:

  1. Gracias por dedicar tu tiempo y energía en dar a conocer el patrimonio histórico ante la falta de interés de las administraciones.

    Un abrazo

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    1. En el caso concreto de Infantes imagino que el no estar señalizado correctamente debe ser porque su patrimonio es formidable, solo en el pueblo, entonces lo que se encuentra fuera pasa a un segundo plano. Senderistas somos los menos, este Campo de Montiel cuenta más con trazados de largo recorrido, véase los de la Ruta del Quijote o los que unen pueblos entre sí, hacer un tramo y que luego vengan a recogerte es la única opción, aunque, por citar un ejemplo, hace años que hice el de Cózar a Infantes, en dos días distintos, precioso recorrido, ya sabes que voy sola.
      Terrinches, por citar un pueblo con senderos de pequeño recorrido, ya hace años que los tiene marcados, un panel junto al ayuntamiento y las marcas blancas y amarillas, no se necesita gran cosa. Me gustan los carteles de caminos que tienen en Infantes, porque siempre he dicho que estas vías tienen nombre y es importante saber por donde caminamos.
      Citaba al principio (lo he retirado porque lo especificaré en otra entrada) lo de los paneles nuevos que han puesto en algunos pueblos a la entrada, por suerte no ha sido en todos, eso sí que es un gasto innecesario, que en nada ayuda a la consabida despoblación. Has viajado mucho y habrás visto que con paneles sencillos, de madera, de bajo coste, se puede citar un sendero, marcar su recorrido, una serie de datos que te acerquen a ese territorio.
      Quizás con esta entrada, (que viene a incrementar esas rutas que ya he hecho, 23 en total, aunque me quedan muchas por sacar), ayude, de una forma sencilla, a que este patrimonio histórico sea más conocido. Muchas gracias, un abrazo.

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  2. Muchas veces me pregunto que vaya la gente a hacer senderismo fuera del campo de Montiel lo veo bastante bien conocer mundo, senderismo en otras comunidades es maravillosos, nuestro campo de Montiel también merece la pena y no lo valoramos gracias por compartir siempre con nosotros.

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    1. Nos da por conocer lo que tenemos más alejado, es cierto, lo que si puedo decirte que a mí me ocurría igual y fue a partir de la pandemia cuando me centré en el Campo de Montiel. Sus posibilidades sobre senderismo son grandes, solo hay que "trazar" los caminos. Muchas gracias por comentar, un abrazo.

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