"Les voy a contar cómo era la Semana Santa en Villamanrique, mi pueblo, allá por los años 50. Estos eran los actos que habían y cómo se vivía desde que yo recuerdo. Se sentía con mucha fe y devoción el "Miércoles de Ceniza" y así empezábamos con ayuno y abstinencia, además de la Santa Misa y a tomar la ceniza ese día. Todos los viernes de cuaresma se desarrollaba el Vía Crucis por las calles del pueblo y en cada estación tocaban la "vozaina" (era un largo instrumento, de unos dos metros, con dos patas para apoyarlo sobre el suelo), aquello imponía mucho en la oscuridad de la noche porque el Vía Crucis era a las 9 y tocaba la vozaina un zagal que lo hacía de maravilla, nosotros le preguntábamos a nuestros mayores que qué querían decir esos toques y siempre nos contestaban que representaban el toque que daban los judíos cuando iban buscando a Jesús para prenderlo.
Este acto era muy respetuoso e iba todo el pueblo al Vía Crucis.
Jueves Santo:
Se celebraban los Santos Oficios y el lavatorio de pies, a las 5 de la tarde, el sacerdote se los lavaba a los niños que hacían la comunión, otro años a los quintos o a los ancianos, se sigue haciendo aún. A las 8 de la noche era la "procesión de Jesús amarrado a la columna", acompañado de la "Dolorosa" vestida de verde y blanco. A las doce de la noche "procesión del Silencio", con nuestro Padre Nazareno.
También se hacía este día después de los "oficios" la procesión, bajo palio, del Santísimo Sacramento dentro de la Iglesia y quedaba expuesto en la capilla donde hoy está el Santo Cristo. Esa capilla se arreglaba con mucho decoro con colchas, se vestían la paredes, al igual que se hace con las cruces y este trabajo casi siempre lo hacía Juana, la de la Hermana Saturia y aquí se hacían turnos entre todos los hermanos de todas las hermandades, una hora cada hermano, haciendo una lista para cuando le tocaba a cada uno y de esa manera el Santísimo nunca estaba solo y se velaba toda la noche del Jueves Santo, por muchas personas que lo tenían ofrecido y todo el que quisiera. En la capilla se ponían dos reclinatorios para los hermanos que iban a hacer la Hora Santa, todos iban con sus escapularios, fuesen de la hermandad que fuesen, de la Virgen del Carmen, los Sagrados Corazones, la Purísima, Jesús Nazareno o la Virgen de los Dolores.
Padre Jesús Nazareno.
Verónica.
San Juan.
Viernes Santo:
A las 8 de la mañana "procesión del Encuentro" y en la corona (plazoleta del Calvario) se encontraban Jesús con su madre, San Juan y la Verónica. El sacerdote daba un sermón que hacía llorar a toda la gente pero en particular a las madres y luego a las doce de la mañana un Vía Crucis y se sacaba a Jesús clavado en la cruz. Por la tarde los Santos Oficios y a las 9 de la noche el "Santo Entierro"acompañado de todos los pasos que habían procesionado durante la Semana Santa, la Dolorosa cerraba el cortejo.
También recuerdo a "las tres Marías" que este viernes por la noche salían juntas, la Verónica, la Dolorosa y la Virgen del Rosario, vestían de negro con las ropas de la Hermana Adela, "la sacristana".
Sábado Santo:
A las 9 de la noche "procesión de la Soledad", la imagen iba vestida de negro, y a las 12 de la noche los Santos Oficios y la "procesión del Resucitado". A la "Dolorosa" se le cambiaba el vestido, el negro por un blanco.
En las procesiones todos los niños llevaban los pasos de la pasión, (los Jueves y Viernes Santos), que estaban hechos de madera, un palo largo en el que se portaban, en la punta, los siguientes instrumentos de la Pasión: las tenacillas, el gallo, la lanza, el martillo, los clavos y la corona y se turnaban todos los niños un rato cada uno. También los niños un poco mayores eran los encargados de salir con la carrucha o carraca, para avisar a qué hora eran las procesiones y decían: "El primero y el último para procesión", "el primero y el último para el potaje" y "el primero y el último para los oficios" (recuerden que no se podían tocar las campanas y había que avisar a las gentes de esta manera)
COMIDAS EN SEMANA SANTA:
Flores.
Arroz con leche.
Potaje.
Borrachuelos.
El menú principal de Semana Santa, como ya hemos dicho, era el ayuno y la abstinencia, no se desayunaba, no se comía hasta el mediodía y nunca carne.
El Jueves Santo degustábamos el potaje, una tortilla de patatas y pescadillas y bacalao fritos. El potaje lleva garbanzos, patatas, bacalao, cebolla, ajo, laurel, pimiento, pimentón, azafrán, nuez moscada, un picatoste machacado y unos panecicos. La sal y el azafrán aportan color y sabor. Lo encomendábamos a la Virgen y así nos salía maravilloso. Mi madre decía que por muchos potajes que hicieras a lo largo del año ninguno te saldría como el del Jueves Santo.
Se preparaba todo esto porque la cena eran las sobras, se comía poco y el Viernes Santo , no se desayunaba tampoco, al mediodía preparábamos el encebollado ( con patatas, bastante cebolla, ajo, pimentón, vino, bacalao y unos huevos escalfados) y de postre: arroz con leche y unas flores (solo llevan leche, huevos y harina) y unos borrachuelos (vino, aceite, matalauva, un poco de bicarbonato y harina)
Y el domingo asábamos un pollo de corral porque no vendían pollos como ahora y así terminábamos la Semana Santa y empezando a cerrar el monedero porque esto no podía ser para todos los días.
Virgen de los Dolores.
AGONÍAS:
"Yo no sé Virgen María
como no te has vuelto loca
siendo tu pena tan grande
y llevarla tú tan sola.
En el huerto le prendieron
después le crucificaron
y hasta la casa de Anás
arrastrando lo llevaron.
En casa de Anás, furioso
un sayón se levantó
y con un guante de hierro
en la cara hirió al Señor.
La bofetada tan fuerte
que recibió El Salvador
por boca, nariz y oídos
la sangre le reventó.
La cruz de la penitencia
la llevas hasta el calvario
y te ves tan ofendido
por causa de mis pecados.
Habiendo tantas mujeres
en este mundo infinito
y una sola se atrevió
a limpiarle el rostro a Cristo.
Amigo y fiel compañero
el que jamás os dejó
hasta llegar al calvario
y a su madre os presentó.
Llegó Jesús fatigado
con el pesado madero
y sin tener compasión
barrenan los agujeros.
Ya está en la Cruz enclavado
con fuertes clavos de hierro
y una corona de espinas
que le traspasa el cerebro.
Unos le amarran los pies
otros le amarran las manos
y otros le daban hiel
con el vinagre en un vaso.
Pilates lavó sus manos
y a Jesús lo sentenció
que muera crucificado
siendo de la vida autor.
Después de crucificado
en el sepulcro lo entierran
le echan la losa encima
y después lo patalean.
Y su dolorosa madre
que los sigue tan de cerca
cada vez que Jesús cae
se le redoblan las penas.
La afligidísima Virgen
consuelo ninguno hallaba
presenciando los tormentos
del hijo de sus entrañas.
Penas horribles padece
de Jesús sobre quien tantas
en tropel a una cayeron
como nube de borrasca.
Viendo la muerte de un dios
que su pecho alimentaba
jamás, jamás otra madre
mira tan grandes desgracias.
Escucha señor propicias
mis mas humildes plegarias
y llegue como el incienso
hasta el trono de tus gracias.
Virgen de la Soledad
cambia tu cara bonita
mira que todos sabemos
que el domingo resucita"
Dios te conserve esa memoria que tienes Paca que no todo el mundo tiene esa capacidad, me ha encantado todo lo que has contado porque claro nosotros la hemos vivido de otra manera aunque yo recuerdo más procesiones que hoy se hacen y de otros horarios como tú dices pero yo por esos años me faltaban bastantes para nacer.... Las comidas anda que no están buenas en Semana Santa, eso también desde que yo recuerdo mi madre también hacía todas esas comidas y decía igual que el potaje de semana santa era el mejor potaje del año, y siempre hacía demás para que nos quedara para otro día porque estaba más rico todavía me la has recordado mucho a mi madre Paca, también nos decía que el día de viernes Santo ayunaban hasta los pajarillos cómo ha cambiado todo, lo que nos has contado qué bonito pero aparte de el texto las fotos preciosas no es por nada pero tenemos unos santos muy bonitos. Gracias Rosa por esa fotografías me quedo con lo que más me ha gustado que ha sido esa poesía titulada "AGONÍAS"mi enhorabuena para Paca y salud para seguir recordando estás historias tan bonitas un abrazo.
ResponderEliminarFrancis es verdad que en nuestra pobreza y en nuestras pocas cosas nuestro pueblo ha tenido una Semana Santa muy bonita y con mucha fe se ha vivido, pero los tiempos cambian, había mucho fervor y mucha devoción y tradición, tu sabes que iban las filas con gente descalza, hombre y mujeres, dando gracias o pidiendo al Señor que les ayudara, todo eso se ha acabado y recuerdo mucho, ahora que hay tantas flores preciosas pero antes era tan humilde la Semana Santa que iban los Santos en andas, pero la Hermana Antonia "la del Mordío" siempre tenía flores y salía con sus lirios morados y un manojo de alhelíes a la Virgen, me imponía mucho la Semana Santa y me sigue imponiendo, me gusta más que la Navidad, es bueno recordar cómo eran estos días, un beso y muchas gracias.
EliminarMuy bien Paca me alegro eta muy bien
ResponderEliminarGracias, un abrazo.
EliminarBonitos recuerdos y enseñanzas Paca para los k no vivimos la Semana Santa en esa época
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, un abrazo
EliminarHola prima, me as traído muchos recuerdos, no lo vivi tanto tiempo como tú ni tantas cosas, , meas emocionado, un beso grande para ti y toda la familia,
ResponderEliminarDices que no viviste esta Semana Santa, claro, eres más joven. Vamos a ver si puede ser que no decaiga, que sigamos viviéndola, cada vez que sea más hermosa. Muchas gracias, un abrazo.
EliminarMuy bonita la forma en que tienes de narrarnos lo que eran las Semana Santas en Villamanrique en los años cincuenta, nos parece estar viviendo lo que cuentas. Gracias por estos recuerdos que quedarán guardados en este hermoso blog que cada semana, nos trae la historia de estos pueblos vecinos de la Mancha. Gracias a Rosa también por continuar con esta obra entrañable y auténtica. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Juan Basilio y a Rosa que nos hace esforzarnos para que no decaigan estas tradiciones, un abrazo.
EliminarEnhorabuena Paca, eres única describiendo escenas del pasado que nos llevan a esos tiempos en los que todo era sencillo , que nuestra única responsabilidad era ponernos un velo en la cabeza e irnos a los oficios o a las procesiones, a esos partidos de fútbol de solteros contra casados del viernes santo, después al viacrucis y ya, hambrientas por el ayuno, corriendo a casa a comernos ese buenísimo potaje y demás manjares que nuestras madres preparaban.
ResponderEliminarQue bonitas vivencias aquellas y que bonito lo cuentas.
Gracias, no dejes de alegrarnos estos ratos que echamos recordando con tu lectura esas vivencias.
Me alegro que te haya gustado, antes la cosas eran tan sencillas y humildes y ahora no lo son.
EliminarEl Sábado Santo se exponía el sepulcro y todo el día estaba la iglesia abierta y lo adorábamos como hoy en día vamos al tanatorio, a estar un rato con él, íbamos con nuestro velo. Gracias por tu comentario, un abrazo.