"Castilla la Nueva.
Cacería de los facciosos por el partido de Infantes.
Con fecha 2 del corriente julio, nos dicen de aquel partido, en la provincia de Ciudad-Real, lo que sigue:
Una gavilla de forajidos anda recorriendo este partido como aparece de las partes que se copian á continuación.
"Comandancia de armas de Infantes. - A esta hora que son las siete de la mañana acaba de llegar un muchacho desde el batán de Ruiz-Pérez en las lagunas de Ruidera, y dice: que once facciosos montados estuvieron ayer mañana en dicho batán, y que á las dos horas se marcharon, llevándose una manta. El comandante de armas de Villahermosa manifiesta en oficio que también acabo de recibir, que dichos facciosos hicieron descanso en la fuente de las Puercas, y que á las 3 de la tarde, salieron con dirección al camino de la salina de Pinilla por la parte de Viveros. -Dios guarde á Vds. muchos años. Infantes 1 de julio de 1840.-Pascual Gil de Salazar.- Señores alcaldes constitucionales de los pueblos del margen.- Cózar, Torre, Villamanrique, Puebla, Almedina, Terrinches, Albaladejo.
Alcaldía constitucional de la Villa de Albaladejo.- A la una de este día acaba de presentárseme Pedro Martínez, uno de los cuatro pastores de cabras que don Manuel Chacón, vecino de Alcaraz, tiene pastando al sitio del pozo del Galindo, entre esta villa y la de Montiel, y dice: que ayer al anochecer fueron sorprendidos por once facciosos montados en caballos regulares, dos ó tres ensillados y los demás con aparejos del país, llevando sombreros calañeses y capuchas algunos, chaquetas, pantalones y botas cortas, distinguiéndose dos por sus casacas que parecen son de caballería: van armados con solo dos sables, y todos con uno ó dos trabucos y escopetas.
"Según refiere también el esperado Martínez, los forajidos que al parecer estuvieron ayer en Cañamares y en la casa Pozo-leña, sin detenerse en el prenotado Galindo tomaron á tres de los cuatro pastores, que según las amenazas de los bandoleros, bajaron todos por los Morales al camino de herradura, que de Villanueva de la Fuente pasa por abajo de esta villa y la de Terrinches á la venta del Ojuelo, cerca de la Puebla del Príncipe, adonde llegaron antes del amanecer. Recogieron dentro de la venta á los segadores y arrieros que se hallaban cercanos, pusieron un centinela sobre el techo con otros á las inmediaciones, entre ellos el Pedro Martínez, quien sobre las diez de este día ha visto llegar á la precipitada venta á tres arrieros en caballerías mayores, que fueron sorprendidos, habiéndose adelantado á otros, que á breve rato rompieron fuego con los bandidos. De esta coyuntura se valió el sobredicho Pedro Martínez para escaparse él solo, sin poder dar mayores detalles. - Lo pongo en conocimiento de Vds. para los efectos convenientes. - Dios guarde á Vds. muchos años. Albaladejo 2 de julio de 1840.- P.I.D.S.A.C. El regidor.-Narciso Beas.- Señores alcaldes constitucionales de las villas del margen.- Terrinches, Santa Cruz de los Cáñamos, Montiel, Villahermosa, Fuenllana, é Infantes.
Idem 3.
Copiando en mi anterior una parte del comandante de armas de Infantes con otro de la justicia de Albaladejo, he enterado á Vds. de la correría de 11 facciosos montados; más claro, de 11 bandoleros desde Cañamares cerca de Villahermosa á caer en la madrugada del 2 del actual en la venta del Ojuelo á corta distancia de la Puebla del Príncipe llevando de guías á tres pastores, de los cuatro de un hato de cabras que al paso hallaron en lo que llaman los Cuartos de Montiel.
Dentro de la venta encerraron á los arrieros que de Andalucía subían con aceite, obligando á trabucazos se entregaran unos 15 que venían juntos, siendo este el tiroteo que dijo uno de los pastores, que se escapó del sitio donde le pusieron de centinela. Afortunadamente no hubo heridos ni muertos contentándose los forajidos con repartir algunos palos. A dos ó tres arrieros que iban á cargar aceite, robaron próximamente 5,000 rs. vn. Quitaron las escopetas que quisieron, a un tal Justo, ganadero de la Puebla, sacaron una res, que unos asaron y otros comieron con arroz, con el pan y vino que traían los arrieros y había en la venta.
Llevan consigo hace días á un joven de unos 12 años, hijo de un marchante, ó sea tratante de vacuno, á quien dejaron ir por el rescate. A la caída del sol tomaron entre la Puebla y Villamanrique. Esto han contado al anochecer del mismo día 2 los dos pastores de los tres que habían arrancado del referido hato, Cristóbal Espinosa y Agustín Díaz. Como los bandoleros todo lo habían desbaratado, los arrieros no pudieron continuar su viaje sino por la tarde, echando menos mantas, cinchas y otros efectos semejantes.
El vecindario de la Puebla parece que todo se refugió á su castillo antiguo donde estuvo el cantón, va á hacer dos años, permaneciendo allí el 2 y la noche siguiente.
Dicha horda amaneció el día 3 en la casa que llaman los Becerriles, cerca de Infantes y Valdepeñas, robando á los que tuvieron la desgracia de caer en sus manos. Esto se dice de público.
Aunque de esta gavilla de ladrones no puede formarse una facción, cometerá robos continuamente, arruinando familias enteras, interceptando á cada paso á los trajineros, quedando por último los pueblos enteramente aislados. Estas y otras consideraciones bien perceptibles son bastantes á dar un golpe que destruya á los forajidos de quienes solo pueden esperarse deplorables desastres.
Idem 6.
Menos frecuentes las comunicaciones entre los pueblos á causa de la gavilla de bandidos que estos días han recorrido este partido, en la casa de los Becerriles, donde estuvieron la mayor parte del día 3, hicieron entrar á cuantas mujeres seguían a los segadores, abusando de las infelices torpe y cruelmente. Apalearon con la mayor fiereza á un trabajador que defendía á su esposa, la que violentaron en su presencia. También en la Mancha se cometen la atrocidades y escándalos de los feroces Cabreras y Balmasedas, vomitados del aberno por las furias infernales.
Bien fuesen los 11 bandoleros que estuvieron en la venta del Ojuelo y en los Becerriles, ó bien otra horda diferente, dicen que anteayer habían llegado á un hato de ganado en el sitio que llaman la Calera, cerca de la Villa de Alhambra, en este partido. Pusieron de centinela á dos pastores, que les avisaron de una partida de tropa, cuando iba á bastante distancia: consiguieron salvarse por la fuga, de lo que ha resultado el fusilamiento en el acto de los dos pastores que perdieron la vida por demasiado puntuales en servir á tales criminales.
Tal vez al correo siguiente se podrá rectificar ó confirmar esta noticia. Por descontado terribles son los daños que los bandidos cometerán ú ocasionarán á cada instante mientras no se persigan hasta su exterminio"
El Correo Nacional.
Madrid, jueves 9 de julio de 1840.
Que interesante historia de todo el campo de Montiel, y después de tantos años de estar todo archivado estos son reliquias, porque no se sabría ni si existía muy bien Rosa.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, el rebuscar siempre da frutos. Saludos.
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