Una maravillosa crónica de Carlos Villar Esparza sobre unos baños de los que yo alguna vez oí hablar cuando era pequeño. Creo que también había gente de mi pueblo que también iban en busca de los efectos curativos de sus aguas, por estar tan cerca de Villamanrique. Suelo pasar por los restos que aún quedan de este lugar e imaginar la vida que se desarrollaba en él, hoy desaparecida si no es en el recuerdo y en escritos como éste. Un abrazo, Rosa y enhorabuena por tu enorme labor también de cronista de todos estos pueblos del Campo de Montiel, siempre tan cercano.
Un bonito detalle por su parte de dejar escrito estas cosas tan maravillosas como fueron los baños de Perete, yo por aquellos tiempos no estaba por aquí por mi pueblo pero cuando llegue aún quiero recordar esos baños y esa piscina que había con agua de hierro que solíamos decir íbamos a beber agua al caño con ese sabor a hierro que tenía pero era un agua milagrosa,muy bonito recordar toda esta historia de este señor desde donde esté tiene que sentirse orgulloso.
Una maravillosa crónica de Carlos Villar Esparza sobre unos baños de los que yo alguna vez oí hablar cuando era pequeño. Creo que también había gente de mi pueblo que también iban en busca de los efectos curativos de sus aguas, por estar tan cerca de Villamanrique. Suelo pasar por los restos que aún quedan de este lugar e imaginar la vida que se desarrollaba en él, hoy desaparecida si no es en el recuerdo y en escritos como éste. Un abrazo, Rosa y enhorabuena por tu enorme labor también de cronista de todos estos pueblos del Campo de Montiel, siempre tan cercano.
ResponderEliminarDejar aquí lo escrito por Carlos siempre será una gratísima tarea. Un abrazo.
EliminarUn bonito detalle por su parte de dejar escrito estas cosas tan maravillosas como fueron los baños de Perete, yo por aquellos tiempos no estaba por aquí por mi pueblo pero cuando llegue aún quiero recordar esos baños y esa piscina que había con agua de hierro que solíamos decir íbamos a beber agua al caño con ese sabor a hierro que tenía pero era un agua milagrosa,muy bonito recordar toda esta historia de este señor desde donde esté tiene que sentirse orgulloso.
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