Retomo el catálogo de rutas con la de los molinos de este pueblo que mantiene una riqueza hídrica sin parangón en el Campo de Montiel, si exceptuamos Ruidera.
El inicio lo haremos en el nacimiento, espectacular, del río Villanueva, lugar de recreo, maravilloso, mágico, adjetivos que ilustran el sonido del agua que nace por doquier en este enclave.
Salimos del parque en dirección a la sierra del Relumbrar. El camino desde su inicio se nos llenará de esa sonoridad que el agua despierta en los que caminamos.
Así que iniciamos el recorrido bien acompañados, porque mirar, observar estos molinos sin saber la gran importancia que tuvieron no tendría sentido si no pudiésemos interpretar cada paso, cada imagen y eso mismo lo haremos gracias a los siguientes libros:
-"Ciudad Real, tierra de molinos de agua" de Domingo Melero Cabañas.
-"Religiosos manchegos de los siglos XVI a XIX" de Juan Ángel Amador Fresneda.
Pero empecemos, abramos el libro de Juan Ángel:
"Los molinos e industrias más importantes fueron propiedad de la Encomienda de Villanueva de la Fuente. La mayoría de estas, con diferentes titularidades y arrendatarios, se explotaron desde el siglo XIV hasta bien entrada la mitad del siglo XX. Cinco de estos molinos, batanes y otras industrias ya estaban en funcionamiento a mediados del siglo XIV, situados en el río Villanueva: el del Cubo, el Palo y el Traquejo...Algunas de estas actividades estuvieron en régimen de arrendamiento a particulares y a cambio la Encomienda recibía con ellos unos ingresos para completar su economía y finanzas, disponían estas industrias como privilegio que estuvieran obligados a moler en ellos los de la villa de Montiel, los de Torres, los de Villahermosa y los de Cañamares..."
Juan Ángel Amador.
"Molino del Cubo.
Está ubicado en la margen izquierda del río Villanueva, en una terraza fluvial que en la actualidad está cultivada por varias huertas. Tiene un caz de largo recorrido, unos 700 metros, empieza en el mismo nacimiento del río en la Fuente del Pilar.
Es de planta rectangular, por los restos que se observan, sus muros estaban construidos con piedras grandes en sus cimientos y medianas en el resto del molino con argamasa. Delante tenía su cárcavo de salida, detrás tiene su cubo y el caz.
Una de las primeras noticias de los molinos hidráulicos de Villanueva de la Fuente, son de 1232, cuando el pueblo de Villanueva es donado a don Ordoño Álvarez, en este documento se explica la situación económica que tenía la Orden de Santiago en el pueblo donde era propietaria, entre otras cosas, de la mitad de los molinos del término. Después en el siglo XIV ya se tiene noticia de estos molinos entre ellos el del Cubo, que era propiedad de la Encomienda.
La siguiente noticia de estos molinos es de 1752, en el Catastro de Ensenada, donde aparece ya descrito el molino del Cubo, que tiene una piedra y que pertenece a Félix Juan de Coca Bracamonte.
En las "Descripciones del Cardenal Lorenzana" de 1782 ya hace referencia a cuatro molinos harineros.
Durante el siglo XIX el molino estuvo muy activo y visitado frecuentemente por las gentes...También en el siglo XX fue utilizado para producir además de harina, energía eléctrica, durante los años anteriores y posteriores a la República Española, llegando a producir una media de 4.000 vatios, este molino también fue conocido por esa época por el nombre de"molino de los Pedro Juanes" y perteneció a la familia de Rafael Romero Rodríguez.
En los mapas topográficos de 1888, 1927 y 1953, aparecen como molinos harineros.
Para su actividad molinera de siglos entre los años 60-70, siendo sus dueños Pedro de la Dueña y Alfonso García.
Solo conserva su gran cubo, el caz y restos de cimientos, además de maquinaria eléctrica"
Domingo Melero.
"Los molinos harineros, el batán, la curtiduría, los tres hornos y las dos calderas para aguardiente fueron las actividades industriales más importantes de esta villa..."
Juan Ángel Amador.
"Molino del Palo.
Está a unos 100 metros del molino del Cubo...está abandonado y sin uso...ubicado en la margen izquierda del río Villanueva, en una terraza fluvial que en la actualidad está cultivada por varias huertas. Tiene un caz de pequeño recorrido, unos 100 metros, recoge las aguas del molino del Cubo...es de planta rectangular, por los restos que se observan, tiene dos plantas, sus muros están construidos con piedras grandes en sus cimientos y medianas en el resto del molino con argamasa. Delante tiene su cárcavo de salida, detrás tiene su cubo y el caz..."
Domingo Melero.
Todo para quien quiera hacer esta ruta, ¿qué más podemos pedir?
"Olvidamos que el ciclo del agua y el ciclo de la vida es uno mismo"
J. Cousteau.
"...En los molinos harineros se explotaron saltos de agua para producir energía hidroeléctrica. El "San José" tuvo como titular a Josefa Rodríguez Ramírez, madre de Rafael Romero, que fue la empresa de energía eléctrica más importante de la localidad. Este compartía espacio con el molino de harinas "del Cubo" o de "los Pedro Juanes", que es el primero situado en el cauce del río Villanueva. La mencionada industria desarrolló una potencia media de unos 4.000 vatios. El molino de la Ciprianeta o del Palo estuvo arrendado durante dos o tres años en la II República a Antonio Pérez Vázquez que facturaba energía eléctrica al ayuntamiento y también a particulares.
Dicho salto de agua era el de menor potencia eléctrica , con unos 3.000 vatios. La producción eléctrica local llegaba escasamente para el consumo local y las insuficientes luces del alumbrado público instaladas en la calle..."
Juan Ángel Amador.
"...los tres también tuvieron actividad de fábrica de lanas, hilaturas y tejidos con diversos telares. Estas industrias disponían de las secciones siguientes: batán para comenzar el proceso industrial, transformación de lanas en hilaturas y telares para hacer tejidos y paños. Los productos obtenidos en la transformación de las materias primas los adquirían los talleres de sastrería locales para confeccionar prendas de vestir que vendían de encargo: trajes, chalecos, ropa de señoras, abrigos, capotes, paños de camas y tarimas, costales, etc. Así mismo, se comercializaban dichos productos y tejidos con destino a los pueblos cercanos de las comarcas de Alcaraz, Montiel y alguna otra provincia cercana..."
Juan Ángel Amador.
"La actividad de los molinos, el batán y la curtiduría tenía dos periodos de trabajo en el año, del mes de noviembre al de abril y 4 días de la semana de mayo a octubre. Esta programación anual respondía a la alternancia de la molienda con el periodo de riego, para las actividades agrarias y hortícolas de las huertas, con la distribución del agua en las distintas acequias que se ramifican por la vega del río Villanueva..."
Juan Ángel Amador.
"Molino del Traquejo (también conocido por Cañamarejo)
...está a unos 140 metros del molino del Palo...tiene un caz de pequeño recorrido, unos 100 metros, recoge las aguas del molino del Palo...es de planta rectangular, tiene dos plantas, sus muros están construidos con piedras grandes en sus cimientos y mediana en el resto del molino con argamasa. Delante tiene su cárcavo de salida, detrás tiene su cubo y el caz. Este molino tiene otras dependencias.

En el siglo XIV era propiedad de la Encomienda...en el Catastro de la Ensenada aparece ya descrito, tiene una piedra...La mayor restauración que tuvo el molino, fue en 1887, como así lo atestigua la piedra tallada que hay en la fachada....En el siglo XX perteneció a Antonio de la Vega,...fue conocido por "molino de Piqueras"...
Para su actividad molinera de siglos entre los años 60-70, siendo su último dueño-molinero Antonio García.
Está bien conservado , tiene su tejado, parte de la maquinaria, el cárcavo y el cubo, aunque está cubierto por la vegetación. También se ven restos de una piedra de moler"
Domingo Melero.
Mientras, tras la lectura, parece que todo cobra vida, que cada piedra desprendida que hemos visto, va rellenándose de argamasa, que los pilares crecen, que los tejados se recubren de tejas árabes. Y oímos el ruido incesante, estamos en noviembre, de la molienda. Nos dejamos llevar por lo aprendido y nos dejamos involucrar en el duro trabajo del molinero. Unos llevan los aparejos, tiran de la mula cargada con el cereal que guardaban en los trojes, otros simplemente, los más soñadores recorren los canales en busca de briznas y hojas que se pierden a gran velocidad por los días de nuestra infancia...
Y próximo quedará el momento en el que el sonido, la canción que desde el principio nos fue cediendo el paso, llegue a escapar, simplemente se aleje para ir a fundirse con el Guadalmena.
Para entonces ya habré levantado la mirada de la tierra sembrada de canales y el horizonte lleno de verdor y sierras, agradecido, me indicará la vuelta.
Aún quedarán tramos donde dejarse llevar, en admiraciones, por los diversos árboles que jalonan el camino. El otoño comienza a aligerar las ramas.
Huertas de antes y de ahora, con cientos de calabazas, mayoritariamente se habrán hecho hueco entre otras especies.
Si mal no pierdo el hilo, que envuelve la memoria, creo que por la izquierda tomaría el camino de las Cuevas que conduce al santuario de la Virgen de los Desamparados. Otro enclave maravilloso con balcón de limitado vértigo hacia la sierra del Relumbrar.
Ya sea que vengas o que vuelvas, siempre verás señales, te aseguro no te perderás.
Y llegando a Villanueva...
La caminata se vuelve cada vez más pausada, deja de estar alerta, el camino aprendido se lleva cargado en la bodega de ese barco que quisiéramos haber tomado tras ver fluir tanta agua. Pero la vida sigue su curso, otro curso bien distinto. Por unos momentos hemos devuelto a los molinos su antigua función. Ahora nos dejamos llevar por la despedida y entramos en el pueblo con el silencio silbando a nuestro alrededor.
Octubre 2020.
A mi amigo Miguel Mesa, por sus enseñanzas sobre los molinos.