TIEMPO DE VENDIMIA.
Bajo los tenues rayos del naciente
sol de otoño, las cepas, ya colmadas
de lustrosos racimos con sagradas
uvas, son un tesoro floreciente.
Su recogida es dura y paciente.
Llena de sensaciones que, bañadas
en un mar de emociones silenciadas
entre risas y cantos, al ambiente
seduce con un viento renovado.
Sabor, aroma, magia y colorido
que cada año recuerda, alborotado,
el tiempo de vendimia, convertido
en instante sublime, del ansiado
fruto y ofrecer un caldo enaltecido.
PURA PASIÓN.
I
Su mirada se ilumina
cuando de viñas se le habla.
Nos enseña a rajatabla
cómo las cuida y examina
cada instante y se imagina
una cosecha abundante
de un fruto reconfortante.
¡Cuánto amor, sangre y sudor
derramó allí el viñador
para extraer su gran diamante!
II
Su mirada se ilumina
cuando del vino se trata.
Amor, desvelo y una grata
sensación que disemina
los miedos cuando examina
el cuerpo y alma del licor.
De su misterio y flavor,
sabor y aroma excitantes,
de virtudes hilarantes,
el enólogo es autor.
Estos dos poemas de Antonia Piqueras Jiménez (Villamanrique), están incluidos en su libro "Palabras de vino".
La autora es miembro del Grupo Literario Guadiana.
Gracias por ceder a este blog tus palabras anilladas a cada racimo de uva.
Fotografías de Miguel Felguera Felguera.
Gracias por ceder tu rúbrica de imágenes.
En esta entrada hacéis un bonito triángulo con las palabras de Antonia, las imágenes de Miguel y tu tierra cibernética que, al igual que la del Campo de Montiel, produce maravillas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es mi tierra adoptiva desde hace tiempo y ahora el conocimiento se ha hecho mucho más estrecho. Muchas gracias. Un abrazo.
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