¡Qué hermosas vistas se dibujan desde su cima!, pero quizás lo más hermoso sea adentrarse en los montículos "rojos", descarnados, con matas de flores blancas, ahora no recuerdo el nombre, que cuelgan de sus laderas, es maravilloso ese espectáculo. Gracias Juan, un abrazo.
Un breve comentario sobre la Cabricería que, sin embargo consigue despertar en nosotros las ganas de querer ascender a ella. Un abrazo, Rosa!
ResponderEliminar¡Qué hermosas vistas se dibujan desde su cima!, pero quizás lo más hermoso sea adentrarse en los montículos "rojos", descarnados, con matas de flores blancas, ahora no recuerdo el nombre, que cuelgan de sus laderas, es maravilloso ese espectáculo. Gracias Juan, un abrazo.
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