sábado, 28 de diciembre de 2024

Poema número 11.

 





 Siempre hay numerosos momentos del día en que reparamos en nuestros hijos, en su educación, en su comportamiento, en su futuro. Para aquellos, es mi caso, en el cual la lejanía me deniega su presencia es más complicada esa conexión. Hemos pasado por parte de esa etapa conflictiva donde la desazón estaba a la orden del día, es difícil criar a un hijo, una responsabilidad a tiempo completo, con una intrincada gama de alegrías y también de tristezas, no podemos tomar las riendas de cada acontecimiento y eso nos hace vulnerables, a nosotros y mucho más a ellos. Queremos lo mejor para nuestros hijos, a veces nos equivocamos sin reconocerlo y  siempre nos acompañará esa sensación de peligro, de estar alerta, porque a ellos nos debemos y porque son los que nos hacen continuar en este camino.

Así termino esta tanda de poemas de diciembre, con estas "Palabras para Julia" de Goytisolo que tantas veces he seguido a pie de letra.

En mi otro blog: "Entre bosques y piedras": "Un tramo del Camino del Norte. De Avilés a Santiago de Compostela" ya seguí sus pasos a la par que hacía con mi hijo este singular "proyecto" que cada cual deberíamos plantearnos realizar alguna vez. Por aquel entonces tuve la idea de que con ello conseguiría centrarle en esa etapa tan conflictiva de la pubertad, ni que decir tiene que algo perceptible conseguí. En estos caminos que compartes con tanta intensidad siempre hay lugar para hablar, para pensar y por qué no, para cambiar.




"Tú no puedes volver atrás

porque la vida ya te empuja

como un aullido interminable.


Hija mía es mejor vivir

con la alegría de los hombres

que llorar ante el muro ciego.


Te sentirás acorralada

te sentirás perdida o sola

tal vez querrar no haber nacido.


Yo sé muy bien que te dirán

que la vida no tiene objeto

que es un asunto desgraciado.


Entonces siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti como ahora pienso.


La vida es bella, ya verás

como a pesar de los pesares

tendrás amigos, tendrás amor.


Un hombre solo, una mujer

así tomados, de uno en uno

son como polvo, no son nada.


Pero yo cuando te hablo a ti

cuando te escribo estas palabras

pienso también en otra gente.


Tu destino está en los demás

tu futuro es tu propia vida

tu dignidad es la de todos.


Otros esperan que resistas

que les ayude tu alegría

tu canción entre sus canciones.


Entonces siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti como ahora pienso.


Nunca te entregues ni te apartes

junto al camino, nunca digas

no puedo más y aquí me quedo.


La vida es bella, tu verás

como a pesar de los pesares

tendrás amor, tendrás amigos.


Por lo demás no hay elección

y este mundo tal como es

será todo tu patrimonio.


Perdóname no sé decirte

nada más pero tú comprende

que yo aun estoy en el camino.


Y siempre siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti como ahora pienso"



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