"Creo que es mejor finalizar en un buen momento y de pie una vida en la cual la labor intelectual significó el gozo más puro y la libertad personal el bien más preciado sobre la Tierra"
Stefan Zweig.
Intentar hacer una entrada con aquello que he visto a lo largo de estos años en el término de Almedina, concretamente en las zonas de los barrancos y de los pizorros e incluso cuando ya limita con Santa Cruz, se me vuelve harto complicado, una empresa de enorme envergadura, sin embargo ha llegado el momento de mostrarlo porque las imágenes se van agolpando, y aunque no se repiten, quisiera poner cierto orden en todo lo visto hasta ahora. Estos "parajes del alma de un color encendido", así es como los siento, me han enamorado de tal forma que han conseguido detener mis pasos en ellos y que no mire hacia otro lugar. Ver amanecer en estos campos donde la luz va barriendo la oscuridad de la noche, para "encender" los parajes más hermosos que he visto nunca, es algo maravilloso.
Y sentarse a esperar, porque aquí ya nada importa y porque la calma invita a detenerse y el silencio campea por cada uno de los abismos que nos brinda un vértigo alcanzable, llevadero, un aprendizaje de altos vuelos en cámara lenta. Nada te impide sentarte a esperar que cada tramo de tierra se acalore, se tiña de esa gama de colores terrosos, de arenisca reinante. A veces nos encontramos con tonalidades indefinidas entre azules apagados y violetas, el blanco de la caliza o el de la cal, el rojizo del yeso, el negro del hierro, el brillante del cuarzo y los verdes nos los entregan algunas hierbas aisladas, como la viborera, las aromáticas como el tomillo y por encima de todo, las retamas, siempre verdes que entre mayo y junio perfuman todos los campos.
Hoy no les entrego ninguna ruta, aquí hay que venir con un cuaderno vacío, cuaderno con bastantes páginas, ilimitadas.
Comenzaré, por orden, tratando por encima lo que más me ha llamado la atención de estos parajes de Almedina que parecen haberse trasladado desde un lugar recóndito, inexpugnable, como de otro planeta, quizás fueron parte de un reino desconocido, por explorar, como el que abarcaba la fantasía de nuestra infancia, reino que buscábamos en las páginas de libros de aventuras, o cuando atrapábamos el último aliento de ese sueño que nos había hecho estremecer en la noche, reinos que con la impresión de un "déjà vu" hemos creído reconocer en las etapas de nuestra vida ya recorridas.
Con esta entrada cerraré por un tiempo, nada es definitivo, la cancela de este blog. Abierto queda para mí porque iré colocando imágenes que he de buscar de años pasados. Abierto queda para ustedes este cuaderno que ha intentado conseguir arrancarles de su asiento y enviarlos a caminar o también que aprecien a las flores silvestres o, entre otros muchos asuntos, que se identifiquen con la memoria de quienes han decidido contar sus recuerdos, amigos siempre.
Ante todo verán un recorrido visual lleno de incógnitas que quizás nunca resolveré, aquí queda este testimonio como pequeña muestra de mis paseos por estos campos que parecen extraídos de un mundo donde cabe lo natural, lo histórico y lo mágico.
"Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad"
Benedetti.
EL AMANECER.
"La oscuridad de la noche es un saco que rebosa con el oro del amanecer"
Tagore.
"El amanecer es siempre una esperanza para el hombre"
Tolkien.
LOS BARRANCOS.
EL CURSO DE LOS ARROYOS.
LOS CAMINOS.
LOS ÁRBOLES.
Prunus dulcis, almendro.
Quercus ilex, encina.
Ficus carica, higuera.
Aunque seas arbusto, te incluyo aquí porque eres la "reina" de estos parajes y porque he visto ejemplares de más de dos metros de altura.
LAS FLORES.
Heliotropium europaeum, hierba de la disentería, alacranera, verrucaria, heliotropo.
"Carlomagno reclama a sus campos para que cultiven una serie de hierbas..." entre ellas, esta. Un buen antitérmico.
Helianthus annuus, girasol, mirasol, maíz de teja, maravilla.
Linum campanulatum.
Scolymus hispanicus, cardico de monte, cardo María.
LOS MINERALES, LAS ROCAS.
LAS PIEDRAS TALLADAS.
LOS MUROS.
LAS CUEVAS.
LAS CANTERAS.
¿LAS TUMBAS?
¿LOS ALTARES?
¿UN SANTUARIO?
"LAS MONTAÑAS SIN LUNA"
"Nada será que no hay sido antes. Nada será para no ser mañana. Eternidad son todos los instantes que mide el grano que el reloj desgrana"
Valle-Inclán.
Chris Rea
"Nothing to fear"
Esperemos que no cierres la cancela por mucho tiempo. Mientras tanto, seguirá sonando el eco del Campo de Montiel gracias a tu trabajo. Preciosa esta entrada con paisajes de película.
ResponderEliminarUn abrazo
Son parajes extraordinariamente bellos y únicos. Muchas gracias por tu comentario, un abrazo.
EliminarLas maravillas de nuestra tierra
ResponderEliminarSin duda, gracias por comentar.
EliminarMerecería la pena hacer una exposición con una buena selección de fotografías (o todas) con un breve título de una o dos líneas, Javier
EliminarAmigo Javier: Quizás tenga que remontarme muchos meses para poder relacionar todo esto con la pasión que siento por la Historia y por los caminos. Este año tenía la intención de presentarme a un Congreso de Camisería, el tema versaba sobre una serie de parajes, imagino que sin estudiar (qué escasa es la literatura arqueológica por estos lares o quizás sea mi mala praxis a la hora de buscarla), en los que los hallazgos eran principalmente cerámica, piedras con signos y fósiles. Una vez identificados encontré la relación "visual" que existía entre ellos, de uno a otro llegué hasta la Cabeza del Mijo, este sí que está datado. Pero desde ahí, ya en dirección hacia Almedina, me hallé con un "vacío", hasta que un día de primavera me adentré por una senda desdibujada que se perdía en un valle frondoso entre barrancos. A partir de ahí y tras muchas caminatas fui encontrando lo que hoy dejo en esta entrada, y es solo una pequeña parte. Y usted se preguntará, o quizás el lector, el porqué lo hago, sencillamente para dejar testimonio de lo que " no se ve". Al final, le cuento, me encaramé a un cerro, con restos de muros, donde de nuevo contacté con mi admirada Cabeza del Mijo, de ahí en adelante podría haber seguido pero ¿para qué? A veces tenemos que detenernos en un camino porque este nos ofrece todo lo que ansiábamos encontrar. Ni que decir tiene que no me presentaré a ningún congreso porque ni tengo formación adecuada y porque esto me ha venido "demasiado grande"
EliminarAquí queda para quien le interese y si no interesa, me da igual, porque quien disfruta, quien aprende y quien camina, soy yo.
Muchísimas gracias por su comentario, por su propuesta y, siempre, por su apoyo. Un saludo.
Hola Rosa qué bonita, esta entrada es preciosa no preciosísima porque hay un poquito de todo y como bien sabes yo las roca las piedras y todo eso es mi pasión, qué me dejo las flores me encantan los árboles un grande etcétera de la fotografía que es una de ellas tu pasión aparte de tus caminatas, si me das a elegir todo lo de la naturaleza es un ejemplar eres única para estas cosas no dejes de hacerlo nunca mientras puedas y si no un poquito más un poquito menos pero siempre con nosotros, no nos dejes te seguiremos siempre un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias, como siempre, por seguir este blog, desde el principio, por tus comentarios y colaboración, muchas gracias Paqui. Un abrazo.
EliminarSi que parecen paisajes de otro mundo, da la sensación, que de un momento a otro va a aparecer un terrible monstruo o un simpático duende, cualquiera de los dos sería creíble en un entorno tan peculiar. Un abrazo.
ResponderEliminarCuando camino tan temprano lo que más me llama la atención es el silencio absoluto, incluso cuando ventea es más débil el sonido que en cualquier otro lugar. Luego más tarde, durante las dos horas que suelo caminar por aquellos parajes, comienzo a oír pájaros, pero siempre pocos, sigue imperando el silencio y en este encuadre sería factible cualquier aparición pero nada ocurre, es como si el tiempo se hubiera detenido sobre las enormes piedras que gravitan en posiciones incómodas, solo la arena sigue su lento curso, los pies se te hunden cuando transitas sobre ella, es todo tan sorprendente y mágico a la vez.
EliminarMuchas gracias, amiga mía.