"No puede resignarse a perderlo todo por la simple razón de que ha perdido ya una parte"
Henry James.
Juego una partida de ajedrez cada día, mi contrincante, el Rey de Amarillo. Comienzo perdiendo, conforme la partida avanza me voy viendo derrotada, arrojada al abismo por las hirientes fuerzas del Rey. Pero cuando el ocaso debería cernerse sobre nuestras cabezas, (a Él nunca le veo el rostro), la calma se instala y detenemos la partida, así un día y otro, ¿quizás tres meses ya?, qué importa.
Busco una definición a cómo nos sentimos, ¿quizás como cera fundida? Algo así. ¿Quién no se encuentra agotado en estas circunstancias?, es como sentirnos enfermos desconociendo la causa, tenemos todos los síntomas consecuencia de un verano extraño.
Y sin embargo cada día, cada mañana, hay que abrirse paso y seguir adelante. Demasiados contratiempos, demasiados desvaríos, pero la vida sigue, a pesar de reconocer perdida ya una gran parte, nos queda camino que recorrer.
Pensé que las flores ya se habrían extinguido, que el Rey de Amarillo habría sembrado con su opaco color la tierra que pisamos, pero siempre habrá excepciones, pequeños milagros, lapsus en la emboscada atemporal que nos ahoga.
No lo entiendo, ¿por qué seguís floreciendo?
"Todo en el camino tiene su encanto. Aquellos tiempos en los que tanto sufrí. Aquellos días en los que tan mal, tan mal se estaba dentro de mí.
Todo. Todo lo hice mío. De nada reniego. Mi ternura da cobijo a todo"
Julio Villar "Viaje a pie"
Nunca dejemos de caminar o por lo menos de soñar que caminamos.
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