sábado, 20 de marzo de 2021

UN BOSQUEJO DE RUTAS EN ALMEDINA.

 

Recuerdo que en un cierto momento en un incierto año, nos reunimos un grupo de amigos y barajamos las diversas posibilidades que tenía Almedina en cuestiones de senderismo. 

La primera, puesto que ya se veía establecido, era el recorrido por los azulejos que muestran la valiosa obra del gran Yáñez, solo que había que puntualizar que le faltaba ese orden que, quizás amparándonos en unas simples flechas, harían al caminante más cómoda la visita, no se perdería ninguna. A la par le llevaría ese paseo por el laberinto de calles que da renombre al pueblo y con el aliciente de que cualquier estación viste hermosa su arquitectura con semejante pinacoteca al aire libre.

Sus miradores, a los que bien acompañados con paneles en los que se incluyera el nombre de cerros, sinuosos arroyos, pueblos y, por qué no, una ilustrativa ave rapaz que con airoso vuelo se deja ver con frecuencia por estos lares. Como contrapunto la visita a su ermita de los Remedios y a la iglesia; la primera, fácil de admirar pues tiene por costumbre su cuidadora de dejarla abierta al visitante.

A estas obras se les puede añadir la fachada de la casa del catedrático Fray Juan Muñoz de la Cueva, la de Yáñez y el conjunto armónico que encierra un ayuntamiento donde cabe cultura, gobierno, asociaciones, correos y sanidad. 

Pero ¿y los caminos?, fíjese el lector que descendiendo por cualquiera de sus arboladas cuestas se llega al punto neurálgico de su bellísima fuente de Carlos V, solo sentarse y dejarse llevar por el sonoro estruendo de su inagotable caudal da para descansos sin prisas. Si le añadimos un recorrido en busca del agua que mana en sus otras dos fuentes, vimos, entonces, que todas las rutas se podrían entrelazar. Añadiendo miradores cercanos al agua, cuevas que tras verjas nos permiten elucubrar sobre qué esconden.

Todo esto queda enormemente engalanado cuando atisba agosto y el pueblo vuelve a sus orígenes moros y de noche endulza tierra, agua y cielo embarrancando sueños con realidades.

Pero hay una senda que para mí, y entonces la expliqué, es la que más encanto conserva. Desde el apeadero del Quijote, cruzando la carretera a Infantes, y acompañados de muros, llegar hasta su pequeño puente romano, la Cabricería al lado, y seguir camino adelante entre los tajones de huertas hasta la cantera romana, devolver pasos y ascender al vértice geodésico y desde allí dejarse perder por los montículos de tierra roja, que parecen salidos de otro lugar incierto, lejano, y retornar al pueblo. Ruta que algún día os mostraré.

Pero la lista se fue llenando de "títulos":La senda que lleva al arroyo de la Alameda, los Baños de Brochales, la ascensión al Gollizno, ese paraje tan espectacular que se llama Barranco Hondo, las Cuerdas, las norias que destacan alrededor de la carretera a Montiel, los distintos caminos viejos que unen los pueblos entre sí.

Paseando por esa salida tan bella y atípica de Almedina, entre diversos árboles y césped, todo muy bien cuidado que nos lleva a la carretera a Santa Cruz, poco transitada, nos conduce hasta el desvío de San Cristóbal, paraje precioso donde relajarse y pasar horas gracias al frescor que ofrecen sus pinos.

Recordé un camino que algo intricado me llevó, hacía tiempo, hasta la histórica Torres, pasando antes por la enorme encina del Toconar. Camino delicioso donde los halla.

O la senda que alcanzando el Guadalén nos llevaría hasta ese cruce de caminos que representa el romano "Charco el Gitano"

Nos perdimos en posibilidades y seguro que dejamos muchas en el cajón del olvido. Pero...Fue una auténtica sorpresa el sábado pasado poder contemplar lo que allí se está haciendo, desconozco desde cuando pero el bosquejo de lo que ahora hay me parece que dará qué hablar. Sin duda Almedina seguirá destacando en esa lista de ser uno de los pueblos más bellos de la provincia.

Como una imagen vale más que mil palabras, enmudezco y dejo paso a lo que es ahora. 

Esperemos que cuando todo esté concluido tengamos una razón más para pasear por Almedina.



























Marzo 2021.

A Esther, por lo que hizo y dejó en Almedina, gracias.

16 comentarios:

  1. Almedina es uno de los pueblos con más potencial del Campo de Montiel, gracias por mostrarlo con tus pasos. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Allí han sabido sacar adelante ese enorme potencial, eso es un importante logro y lo es de todos. Gracias por tu comentario.

      Eliminar
  2. Rosa muy bonito, como tú bien dices una imagen vale más que mil palabras pues así es, siempre he dicho que es un pueblo con mucha atención de ver, en pequeño pero un pueblo muy bonito muy bien arreglado, por todas las entradas qué vallas tiene sus encantos, por eso repito que una imagen vale más que mil palabras no lo has dejado en tus preciosas fotografías muchas gracias amiga.

    ResponderEliminar
  3. He ido muchas veces a Almedina y conozco lo bonito que es. La próxima vez que vaya seguiré las rutas que con tu narrativa cálida y vivaz nos aconsejas en esta nueva entrada. Hay mucho que ver en estos Campos de Montiel y en cuanto se pueda, habrá que volver a visitarlos. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El otro día creí ver que ya hay una ruta señalizada, lo suyo es ir a hacerla. Gracias, Juan.

      Eliminar
  4. Precioso Rosa madre mía tan cerca y no le damos importancia ,gracias por informarnos de estas cosas tan bonitas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Suele ocurrir que no profundizamos en lo que tenemos cerca. Gracias.

      Eliminar
  5. Rosa llevas toda la razón es un pueblo muy bonito pequeño pero bonito con tus fotos parece que lo hemos visto y hemos estado allí porque hemos pasado mucho pero de paso,sigue poniendonos estas cosas tan bonitas un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una de las muchas razones para pasear por Almedina, de eso trata esta entrada, gracias Paula.

      Eliminar
  6. Rosa muy bonitas fotografías de Almedina miau como solíamos decir antes, y también se solía decir que estaba Almedina en el culo de una taza, me alegro mucho esperando el próximo a ver qué pueblo nos sorprendes soy Juan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya veo Juan que has aprendido a poner tu nombre en el comentario. Vete preparando una lista y extensa para cuando podáis dar una vuelta por los alrededores, os merecéis mucho, esto es solo un poquito. Gracias.

      Eliminar
  7. Siempre me ha gustado este pueblo y no solo por su enclave, que también,ni por sus ordenadas y bonitas calles, ni por esa idea genial de plasmar el arte de su insigne paisano Fernando de Yanez por doquier convirtiendo el pueblo en un museo.
    Lo que realmente mas he valorado siempre de este pueblo, son sus gentes, la unión, la complicidad que tienen entre sí, y que se nota en su día a día, en sus fiestas en las que todos participan al unísono y que reflejan la generosidad y la camaradería de unos con otros.
    Son un ejemplo a seguir,a mí modo de ver, ya que en estos lugares tan pequeños deberíamos hacer de la cercanía y de la empatía nuestro modo de vida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Has ido directa al corazón. Efectivamente es la gente unida la que construye. Es un ejemplo a seguir. Muchas gracias.

      Eliminar
  8. Que bonito Paca , cuánta humildad y riqueza en tus relatos .Ennorabuena

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, permítame una aclaración: Este blog es de mi autoría, textos y fotografías y qué decir de las caminatas que hago. A veces tengo la inmensa suerte de que amigos colaboren, es el caso de Paca Jiménez, y así podrá ver que junto al título de cada entrada aparece el nombre de su autor. Gracias por leernos.

      Eliminar