CASTILLO DE MONTIZÓN. VILLAMANRIQUE.

"Siguiendo la corriente del Guadalén, allí donde confluyen los arroyos Cañada de la Torre y la Rambla, una legua al S. O. de Villamanrique, en un cerro aislado como Calatrava la Nueva, como éste naturalmente defendido por los profundos y agrestes cortes de la roca que le sirven de asiento, al pié de Sierra Morena y en el camino romano que unía á Castilla con Andalucía, por el cual los caballeros de Santiago habían de adelantar sus dominios hasta internarse en este rica región, se halla el Castillo de Montizón. Los latinos le llamaron Mons Mentesanus, los árabes Montixón y los cristianos Castillo de Santiago, mencionado ya por Honorio III en 1224 al confirmar por sexta vez esta Orden, y fué erigido por el Maestre á quien cupieron tantas riquezas en la conquista de Sevilla. Poblóse en la Edad Media; pero en el pleito que sostenían en 1484 el Maestre y comendador de Montizón sobre sus diezmos y rentas se dice ya el Lugar despoblado de Santiago de Montizón.

El perímetro que comprende la fortaleza es reducido, álzase en él gallarda la torre del homenaje defendida por sus tres recintos y como edificio del siglo XIII tenía su puente levadizo, puertas de hierro con pesa los cerrojos, algibes, carcel, caballerizas y mazmorras, horno y tahona, iglesia con las imágenes del Desenclavamiento de la Cruz y Ntra. Sra. del Rosario, estrechas escaleras, todo de linda traza y buen aire. Al presente todo se halla desfigurado por modernas construcciones, por las cuales el opulento Marqués de Villamediana quiso hacer del antiguo castillo palacio y casa de labor, sin conseguir lo uno ni lo otro; pero si hacer perder al célebre Castillo de Sant Yague, morada en otro tiempo del comendador Jorge Manrique, su caracter rudo propio para la lucha, que tan bien sienta en estas construcciones, como define y caracteriza su época"

"Diccionario histórico, geográfico, biográfico y bibliográfico de la provincia de Ciudad Real" por Inocente Hervás y Buendía. (año 1899).

"Esparzas a Jorge Manrique"

I.

"Oh Jorge Manrique, vestido de capa y tinta

pisaste estos lares de musas y labriego

que ahora parecen estar en largo sosiego

dentro de esta turbulenta época, tan distinta.

Aquí se te recuerda como héroe hazañoso

que alcanzó la inmortalidad llorando a su padre

y en vida no encontró perro que le ladre,

por eso este pueblo se siente orgulloso.

II.

No vio otra sombra mejor el castillo de Montizón

que la de este caballero de la Orden de Santiago

para el cual nuestra historia no tiene suficiente pago

con alabarle en su gloria, toda llena de razón.

"Ni miento ni me arrepiento" su lema decía

firmado en papel o con afilada espada,

manteniendo con honor su causa bien hallada

cuando a los Reyes Católicos defendía.

III.

Dagas y plumas empuñaron sus manos por igual

en las que no tan reñidas antes de luchar y escribir

las primeras letras de aquel brillante revivir

del hombre nuevo, donde no tuvo rival.

Triste es el viento que aún en Uclés sopla

recitando al castillo de Garcimuñoz con hastío

la trágica escena en que el cauce de tu río,

tras impacto de metal, se dio a la mar de tu copla"

Antonio Maldonado Muñoz.

(Poeta de Villamanrique).

La primera entrada de este blog, como no podía ser de otra forma, está dedicada a este castillo de Villamanrique que tanto apasiona a Miguel Felguera y que, gracias a la perfecta simbiosis autor y cámara, podemos admirarlo desde esos apriscos donde parecen ceder al descanso las rapaces que habitan este bellísimo enclave. Porque castillo y paraje están estrechamente unidos.
No pretendo reiterar en sus trazas e historia, por ello os dejo un enlace al magnífico trabajo que hizo un buen amigo en común, Miguel Mesa, sobre la fortaleza. 

Pinchar sobre el enlace y listo:
El Castillo de Montizón