FLORES SILVESTRES EN ABRIL.

 

"Cada flor es un alma que florece en la naturaleza"

Gerard de Nerval.

Siguiendo el ritmo que nos seduce de la naturaleza comienzo con la primera flor que llegó con abril y como es el orden lo que ahora sigo, una amapola, una sola, como principio de campos que en unos días se pintarán de rojo, es el inicio de esta entrada. Os podrá parecer demasiado escueta, pero las flores irán llegando...

Reaudamos el paseo, tras días de viento inagotable y una intensa e inesperada nevada, las flores van sobresaliendo con paso lento pero firme.

Espino albar, espino blanco, majuelo, Crataegus monogyna.

Esta primavera has llegado tardío, fijáos en el olor que derrama por donde florece.

Y tras la abejera rosa, la primera de las orquídeas que apareció en marzo, aquí tenéis por fin la más bella cohorte de nuestros campos.

Orchis papilionacea.

Abejera amarilla, Ophrys lutea.

Orchis italica.

La primera vez que veo una blanca

Nunca arranquéis orquídeas. Están en peligro de extinción. Admirarlas en su hábitat, pensar que estáis contemplando cómo la naturaleza sigue su curso y os regala agradables visiones.

A todas os vi ayer tarde. Por último me fui a buscar el rincón donde florecen los endrinos, una venerable excepción en esta tierra, en un reducto al abrigo de encinas se van extendiendo estos bellos arbustos. Aunque sus flores aparecieran marchitas por el peso de la nieve, observaréis qué pequeñas son.

                  Endrino, ciruelo borde, Prunus spinosa.

Seguiré caminando...

Y a continuación van desfilando aquellas que comenzaron su andadura tras una primavera diferente.

Disculpar que aún les falten los nombres, abril no ha acabado.

Bolsa de pastor, Capsella bursa-pastoris.

Gamonito, Asphodelus aestivus.

Pepinillo del diablo, Ecballium elaterium.

Omithogalum umbellatum.

Cistus albidus.

Lupinus angustifolius.

Anagallis arvensis.

Pito silvestre, Lathyrus citera.

Gordolobo, Verbascum sp.

Laurel, Laurus nobilis.